Una promesa todavía mejor

Ha terminado el proceso de Moisés. A los esclavos judíos nacidos en Egipto les tomó 40 años aprender a respetar y amar a Moisés, también les tomaría otros 400 años llorarlo. La vida de Moisés se extiende, según los maestros judíos desde el año 1391 a. C. hasta el doce de febrero del año 1272 a. C en nuestro calendario de la Era Común. Han salido de una tierra donde no eran dueños de nada y de un sofocante sistema de explotación. A partir de esa fecha Dios le habló a Josué. Dios le habla muy claro; habrá un cambio de vocero pero no de jefe ni de líder, Dios sigue al mando. Después de la muerte de Moisés, Dios habló con Josué hijo de Nun, que había sido ayudante de Moisés. Dios le dijo a Josué: -Ahora que mi servidor Moisés ha muerto, te toca a ti guiar al pueblo de Israel. Cruza el río Jordán con todos ellos, y llévalos al territorio que les voy a dar. Josué1:1-2

Oportunidad de desarrollo. Empresa líder en su ramo busca al mejor colaborador. Dios abrió la convocatoria para su nuevo vocero, llamó únicamente a un candidato a Josué, hijo de Nun (יְהוֹשֻׁעַ), de la tribu de Efraín. Su nombre significa El Señor salva y su forma transliteral es Yehoshúa ben Nun. Originalmente nació bajo el nombre de Oseas, pero es el mismo Moisés, quien le renombra Josué (Números 13:16-17) pasó de ser Salvación a el Señor es mi salvación. Al igual que todos ellos era un hebreo nacido en Egipto. Llegará a vivir 110 años.

Vista desde el monte Nebo, la tierra prometida a Abraham.

Primer paso, ser discípulo. Josué ha sido un leal secretario personal de Moisés. Le acompañó en el Monte Sinaí, durante las guerras era quien levantaba el brazo de Moisés, ha sido su fiel asistente. Josué estaba bajo la autoridad y cobertura de Moisés, y a su vez Moisés estaba bajo la cobertura espiritual y autoridad de Dios.
Ser paciente con los demás. Junto a Moisés aprendió que la gente es algo lenta para aprender algunas nuevas cosas y que ante la fuerza de las costumbres se exige al maestro ser paciente.

Hacía equipo. Es muy posible que todos recordemos cuando Josué expresó que no era un llanero solitario él sólo tratando de hacer las cosas de forma diferente, en sus palabras él expresaba que era un hombre de equipo; "mi casa y yo". Dios dio testimonio de su lealtad al declarar que sólo Caleb y Josué entrarán a la nueva tierra.

Sin embargo, Moisés había crecido y desarrollado su propia vida al punto de hablar con Dios y ver a Dios. Josué debía crecer y mejorar mucho todavía. A diferencia de Moisés, que sí había crecido en la casa de un rey en Egipto y recibido educación de primera, conocía famosos generales de grandes ejércitos, armamento de vanguardia y sabía navegar en la corte de Egipto.

Pero tú debes ser fuerte y valiente, porque serás tú quien guíe al pueblo de Israel para que reciba el territorio que les prometí a sus antepasados. Sólo te pido que seas muy fuerte y valiente. Así podrás obedecer siempre todas las leyes que te dio mi servidor Moisés. No desobedezcas ni una sola de ellas, y te irá bien por dondequiera que vayas. Josué 1:6-7

Además -el Dios eterno- no cuenta con un instituto o una universidad para educar a Josué, solo tiene un desierto y una nación muy necia que todavía siente apego por las costumbres y las cosas de Egipto. Dios comienza un proceso con Josué. La regeneración de Josué. Dios sabe que para transformar al Josué de hoy en el desierto y llevarlo hasta el Josué de mañana -el gobernador de la tierra prometida a Abraham- habrán muchos cambios, no hay tiempo y es urgente. ¿No será más fácil llamar a alguien más? Dios sabe que Josué es la persona correcta. A quien Dios llama, Él mismo le capacita. Empezaremos haciendo algunas cirugías a corazón abierto; tenemos que extirpar el miedo y el temor, así como la debilidad y falta de fortaleza. Ya no serás guiado, ahora serás el guía a la tierra de la promesa. Vamos a injertar y trasplantar fuerza y valor. Solo siendo fuerte y valiente podrás dar cumplimiento fiel a las leyes que Moisés escribió. Debes conocer la ley y ser absolutamente fiel en su cumplimiento. Así, y solamente así siguiendo todas estas instrucciones todo se te va a dar bien. Pero una vez más recuerda esto: 9 Yo te pido que seas fuerte y valiente, que no te desanimes ni tengas miedo, porque yo soy tu Dios, y te ayudaré por dondequiera que vayas.

Dios está haciendo cambios. ¿Ya te diste cuenta? Estamos en tiempo de constantes cambios, estás en medio de una transición. Usualmente estos movimientos ponen a todos a evaluar lo que se ha hecho y lo que tenemos, para notar el cambio que nos viene. Durante el transito desde el desierto hasta la tierra de la abundancia se pone a prueba tu propia identidad, se examina tu capacidad y se califica tu confianza.

La promesa hecha a Abraham y también confirmada a Moisés. Dios, por amor a sí mismo, por amor a su nombre sigue adelante, a pesar de no gozar de gran popularidad ni de la confianza completa de los recién librados ex esclavos egipcios. Quizá, la parte de la promesa que mejor recuerda este grupo de israelitas es lo que se refiere a ser dueños de una porción de tierra, una tierra que es rica en calidad y cantidad de frutos. Es posible que para nosotros hoy también la parte más memorable sea la posibilidad de habitar una tierra propia que es rica en recursos naturales. Yo les entregaré todo territorio donde pongan el pie, tal como se lo prometí a Moisés. Les daré todo el territorio que va desde el desierto del sur hasta las montañas del Líbano en el norte, y desde el gran río Éufrates en el este hasta el mar Mediterráneo en el oeste, incluyendo el territorio de los hititas. Josué 1:3-4

Millones salen en busca de un sueño de abundancia.

La compañía disquera Capitol publicó en 1981 una canción de Neil Diamond, es una interpretación positiva de la historia de la inmigración a los Estados Unidos, tanto a principios del siglo 20 como en la actualidad bajo el título America. Expectativa natural. Al igual que la fiebre del oro en California, igual que las tierras de los inmigrantes europeos en América, igual que la promesa de un sueño americano que va a cambiar la vida. La sed de recursos naturales en escala de gran abundancia ha captado la atención de estos ex esclavos judíos. 

Hay que destacar que todo ese territorio rico y abundante no es ni por cerca el mayor tesoro que les espera en ese nuevo lugar. No es la posibilidad de hacer empresas ganaderas y agrícolas prosperas su mayor riqueza. Hay una mayor promesa que es aun más importante y a la que pocos han observado: 5 Nadie podrá derrotarte jamás, porque yo te ayudaré, así como ayudé a Moisés. Nunca te fallaré ni te abandonaré. 6 Yo te pido que seas fuerte y valiente, que no te desanimes ni tengas miedo, porque yo soy tu Dios, y te ayudaré por dondequiera que vayas.

Esa tierra por sí misma no te va a hacer mejor, esa tierra por sí misma no te dará alegría y gozo, esa tierra no te llenará el corazón de satisfacción ni de paz. Esa tierra solo puede añadir la satisfacción de tus necesidades materiales y de tu cuerpo. Pero no puede renovar tu mente y tu corazón, ese lo debes renovar antes de cruzar el río Jordán. La llave de la abundancia está en un corazón dispuesto.

La mejor y más grande promesa que esa tierra incluye es que si eres fiel a Dios y a su ley, gozaras de su compañía cada día de tu vida, tendrás paz, serás una nación satisfecha y con propósito en la tierra, serán el sacerdote de Dios a las naciones de la tierra, serás la prueba y el testimonio de un Dios que hace cosas increíbles entre los que en Él confían. La presencia de Dios que garantiza que nadie podrá salir de pie al enfrentarte. 5 Nadie podrá derrotarte jamás, porque yo te ayudaré, así como ayudé a Moisés. Nunca te fallaré ni te abandonaré.

La última vez que una familia israelita había preparado alimentos fue en la primera pascua, al cenar como preparativo para salir de Egipto. Han pasado 4 décadas desde esa noche, se han alimentado con maná provisto del cielo. Las cocinas solo cuentan con algunos platos, no hay ollas ni freideras, no hay sal ni pimienta, no hay aceite, no hay alacenas. 11 Vayan por el campamento y díganles a todos que se preparen con alimentos, porque dentro de tres días cruzaremos el río Jordán y ocuparemos el territorio que nuestro Dios nos va a dar.

Hay una promesa aún mayor que poseer la tierra.

Los cambios inmediatos de vocero de Dios y el método de Dios para alimentar a cada uno serán diferentes a tu vieja costumbre. Prepara tu corazón para lo que está por iniciar, ya mismo es el momento de iniciar, solo te quedan tres días para ver cumplida la promesa, serás testigo de un milagro increíble, serás parte de algo realmente grande. ¿Serás capaz de nutrirte tú mismo con la poderosa Palabra, serás capaz de ser fiel y leal a un Dios que transforma el corazón del hombre, serás valiente y te vas a dejar de excusas y de flojera, realmente estás dispuesto a esforzarte? Dios ya hizo lo que para ti era imposible, queda que tú hagas tu parte responsablemente, para que te vaya bien.