De manera que ni el que siembra ni el que riega son nada, sino que Dios lo es todo, pues él es quien hace crecer lo sembrado . 1 corintios 3:7 El crecimiento humano es un proceso dinámico y continuo que dura toda la vida. No solo implica la acumulación de conocimientos o habilidades, sino también la autorreflexión, la transformación interna y el compromiso con el propio bienestar. Además, el crecimiento personal abre nuevas oportunidades para la felicidad, el éxito y cumplir el propósito de vida. Ese proceso continuará hasta que todos alcancemos tal unidad en nuestra fe y conocimiento del Hijo de Dios que seamos maduros en el Señor, es decir, hasta que lleguemos a la plena y completa medida de Cristo . Efesiós 4:13 La tarea fiel de cada mujer u hombre redimido por el sacrificio satisfactorio de Jesús, no se limita a asegurarse su propio crecimiento. Puesto que, cada uno debe esforzarse por sobreedificar sobre aquello que Jesús ya logró por cada uno. Ustedes vayan y hagan más discípul...