La libertad, comienza cuando te das cuentas de que eres libre para ser quien tú has soñado ser. Y no me refiero a tener permiso para pecar deliberadamente. Cuando te aceptas; con todas tus virtudes y con todos errores, ahí empezará la mejor etapa de tu vida. No te gastes tratando de ser otra persona. Así tal y como eres, Dios compró tu vida a precio de su sangre, un precio insuperable. Él está de tu parte y hoy gozas de todo su favor. La parte que falta por superar se trata de abandonar la práctica de boicotearte a ti mismo, ser tú mismo quien se encarga de detener tu avance, de obstaculizar tu desarrollo. Observemos algunas cosas que frecuentemente limitan nuestro crecimiento: Lo que uno habla determina la vida y la muerte ; que se atengan a las consecuencias los que no miden sus palabras . Proverbios 28:21 Por amor a ti mismo, no inviertas ni un sólo segundo de tu tiempo en auto condenarte, no te rechaces, ni te condenes nuevamente cuando sabes bien que Dios ya te perdonó. No abras ...