En el principio...se escuchó la voz de Dios. Cuando los extranjeros sepan en su país lo grande y poderoso que eres , y vengan a orar a este templo, escúchalos desde el cielo, que es tu casa. Dales todo lo que te pidan, para que todos los pueblos del mundo te conozcan y te obedezcan, como lo hace tu pueblo Israel... 2 Crónicas 6:32-33 Bodega repleta de tesoros valiosos. En el mundo existen muchas personas pobres que desconocen los tesoros que se esconden en casa. Hay muchas personas que a diario se sientan sobre la olla llena de monedas de oro, y sin embargo padecen escasez toda su vida sin saberlo. Es triste no saber, es triste desconocer, ignorar o menospreciar los tesoros; ésto implica apostar por el más alto riesgo y perder, es como caminar sin lámpara en la oscuridad de la noche, es como pedir a un ciego que guíe a otro ciego. ¿Qué hacer entonces? Descubramos los tesoros que están escondidos dentro de ti. Dios ha entregado a su pueblo talentos, capacidades, competencias, habilidade...