Afortunado el que mantiene la fe cuando es tentado, porque recibirá el premio de la vida eterna que Dios ha prometido a los que lo aman . Santiago 1:12 Jesús tiene un destino y un propósito aquí en la Tierra, morir en la cruz para rescatar de su maldad a cada hombre. Los hombres y mujeres que han muerto a los deseos de la carne y han nacido de nuevo -han sido regenerados- y que además, han recibido la revelación del propósito de Dios para su vida. A aquellos que poseen un propósito en Dios se les va a incitar -y de muchas formas y maneras- desde las más sutiles hasta las más violentas, para que dejen de obedecer los dichos que han salido de la boca de Dios y tomen la ruta de la satisfacción inmediata y temporal. Se trata de un esfuerzo continuado por descarrilarte de tu destino, seduciendo tu propia voluntad. La tentación , pone a prueba tu capacidad y voluntad de obedecer o desobedecer las declaraciones que salen de la boca de Dios; su Palabra. Es una incitación que ti...