Cada reino se fundamenta en la persona de su rey. El rey de cada reino es la fuente de donde los habitantes del reino comen y beben, el rey es quien cubre a total satisfacción y plenitud cada necesidad de su pueblo. En contraste y oposición al reino de Dios, está el reino de las tinieblas. En este reino como en Egipto, su rey es faraón. Existe un grave conflicto que enfrenta a Dios con faraón. Pues faraón se ha interpuesto en su propósito como su adversario, en hebreo: Ha-Satán . Sus esclavos -de faraón- viven muy ocupados, siempre trabajando, todo el tiempo, sin descanso y sin adorar a Dios. Dios mismo, ha convocado a su pueblo a una cita para que puedan observar y deleitarse en sus maravillas, pero su pueblo no puede acudir, no puede escuchar ni observar, no pueden adorar juntos. Todo aquello que se opone a Dios pertenece al reino de las tinieblas. Sus esclavos y cautivos siempre viven preocupados, ansiosos y stressados por su comida y su vestido de mañana. Al contrario en el reino