Tú viste cuando mi cuerpo fue cobrando forma en las profundidades de la tierra; ¡aún no había vivido un solo día, cuando tú ya habías decidido cuánto tiempo viviría! ¡Lo habías anotado en tu libro! Salmo 139:16
Hay en la persona de Dios varios roles que definen las bases de nuestra relación con el Señor del reino de los cielos: Padre y amigo, y juez justo. Jesús les dijo: —Cuando ustedes oren, digan: “Padre, que todos reconozcan que tú eres el verdadero Dios. ”Ven y sé nuestro único rey. Lucas 11:2
Cuando yo entregué mi vida a Dios -en mi adolescencia- y le pedí perdón por mis errores que había cometido y me arrepentí por ellos. Los más veteranos en la fe me dijeron que ahora yo podía orar a Dios confiadamente, eso significa hablar con Dios. En este punto te invito a descubrir tu identidad de hijo adoptivo de Dios.
Como nuestro Padre, el eterno Dios todopoderoso, nos va a proveer de los recursos que cubren a satisfacción nuestras necesidades y solicitudes presentadas ante él, no las necesidades, sino sólo aquellas que llevemos ante él bajo la cobertura de su autoridad.
Vamos a descubrir tres instrucciones que todo Hijo de Dios debe sostener a diario en medio de la oración, si lo haces descubrirás en Dios a tu Padre; pedir, hablar y llamar. Junto con mi esposa somos padres de tres hijas, hemos aprendido que a lo largo de su vida ellas nos piden -a diario- muchas cosas; comida, ropa, calzado, llevarlas y recogerlas entre otras solicitudes. Hay otros momentos en que nos hablan sin control y no podemos ni comprender todo lo que nos dicen, especialmente cuando están alrededor de los tres y doce años. Si sucede algo que no pueden resolver, no tienen reparo en llamarnos para decirnos que hay cambio de planes a última hora, o que olvidaron avisarnos que hay que hacer una diligencia ahora mismo. En nuestra relación de padres e hijas esto es normal y cotidiano. Dios nos pide que le hablemos igual cada día.
»Por eso les digo esto: pidan a Dios y él les dará, hablen con Dios y encontrarán lo que buscan, llámenlo y él los atenderá. Porque el que confía en Dios recibe lo que pide, encuentra lo que busca y, si llama, es atendido. Lucas 11:9-10
Tienes un propósito. Nosotros somos parte del equipo que Dios ha elegido para establecer su reino desde el cielo sobre la tierra para esta generación y las que vienen, se trata de un propósito muy alto e importante para Dios. Para cumplir el propósito que Él definió para ti, se ha asegurado el servicio de un abogado, se ha asegurado contar con el más poderoso y sabio abogado posible. Este abogado no descansa nunca, su oficina siempre está disponible, siempre está abierta, siempre dispone de tiempo para ti.
¿Creen ustedes que Dios no defenderá a las personas que él eligió, y que día y noche le piden ayuda? ¿Creen que tardará él en responderles? ¡Claro que no, sino que les responderá de inmediato! Lucas 18:7-8
Jesús, es nuestro defensor en el momento de la acusación, un abogado -para aquellos que hemos puesto la confianza en Él. "Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesús el justo" (I Juan 2:1). En otros versículos, Jesús llama también al Espíritu Santo nuestro defensor en la acusación o abogado (Juan 14:16, 26; 15:26; 16:7). La palabra griega que se usa en esos versículos es παρακλέτος (paraklétos) que significa ayudante, consejero, defensor familiar o asesor.
Dios es justo en todos sus juicios, sucede que ante Él nada puede permanecer oculto, todos nuestros actos están grabados y legalmente registrados. No te va inculpar por algo que nunca hiciste, a través de su Palabra Él puede entrar hasta dentro de tus huesos, y hasta el mejor escondite de la tierra será descubierto públicamente y todo lo que allí se haya hecho o dicho. El 100% de tus dichos y actos serán discutidos ante su corte. Nuestro adversario puede ir a estos registros y con ellos pedir que seas zarandeado como trigo, usarlos como pruebas y acusarte. En el mundo espiritual aparecemos descubiertos, ellos saben perfectamente y de sobra quien tiene autoridad y quien no la tiene, quien ha nacido de nuevo y quien no. Nada de lo que Dios ha creado puede esconderse de él, pues Dios puede verlo todo con claridad, y ante él seremos responsables de todo lo que hemos hecho. Hebreos 4:13
Este espacio de tiempo de favor inmerecido y bondad -la gracia de Dios- nos da la autoridad para vivir sobre el pecado, en ningún momento nos da autoridad para regresar a pecar nuevamente. Al estar sobre el pecado -posición idónea- podremos acudir a Jesús como mi abogado y solicitar que nuestros derechos de hijos de Dios sean cumplidos. Ahora mismo, justo ahora, hoy podemos presentar nuestras solicitudes ante Dios.
En ese tribunal no solamente se escucha la voz de nuestro abogado, allí también está nuestro adversario acusando desesperadamente a cada uno de nosotros, tomando del registro de nuestros actos y dichos y exhibiéndonos en el tribunal de Dios. Adversario, es una palabra que deriva etimológicamente del latín adversārius (en contra, enfrente, opuesto). Ad que es una preposición que indica movimiento y versare girar o mover de este al otro lado. Del griego proviene también del vocablo ἀντίδικος (antidikos) y significa adversario en juicio, opositor, u oponente en un pleito judicial, adversario, enemigo ante el tribunal, un acusador. El adversario presenta cargos formales, es decir, ya que son vinculantes a la pena exacta. El acusador lo que hace es buscar pruebas para que obtengas un veredicto desfavorable y así negarnos lo que por derecho -como hijos de Dios- ya nos pertenece. Sed de espíritu sobrio, estad alerta. Vuestro adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar. I Pedro 5:8
En este punto -quizá- ya te has hecho las preguntas acerca de ¿Dónde está la vida abundante a la que tenemos derecho, la paz sobrenatural, a la salvación de nuestros familiares? ¿Por qué esta adicción no la puedo romper, por qué la pobreza o enfermedad crónica siguen aquí? Lo que en realidad sucede es que hay una obstrucción que está presentada en tu contra por el adversario ante el Juez del cielo. Se está deteniendo o suspendiendo temporalmente la aplicación de tus derechos de hijo, los están obstaculizando, estorbando, retrasando y ganan tiempo mientras tú pierdes tiempo.
Jesús les contó una historia a sus discípulos, para enseñarles que debían orar siempre y sin desanimarse. Les dijo: «En una ciudad había un juez que no tenía miedo ni de Dios ni de la gente. Allí también vivía una viuda, que siempre lo buscaba y le decía: “Por favor, haga usted todo lo posible para que se me haga justicia en la corte.” Al principio, el juez no quería atender a la viuda. Pero luego pensó: “Esta viuda molesta mucho. Aunque no le tengo miedo a Dios, ni me importa la gente, la voy a ayudar. Si no lo hago, nunca dejará de molestarme.”» Lucas 18:1-5
Resulta que nosotros mismos nos estamos saboteando el éxito del presente y del futuro por la falta de perdón, por no haber presentado como confesión a nuestro abogado nuestros errores y desaciertos ocultos. Nuestro error, nuestra equivocación, nuestra falta (pecados) le otorga material al adversario para acusarnos, y solicitar legalmente la suspensión de nuestros derechos de hijos adoptados por Dios. El Dios eterno como Padre desea bendecirte plenamente. Pero en tu mente y corazón surgen fortalezas y argumentos erróneos acerca de tu identidad, de tu plenitud y acerca de quien es tu padre. Otras veces simplemente lo aceptamos; la pobreza, la enfermedad, adiciones y los problemas de ira; y toda esta iniquidad deforma tu verdadera identidad. Así es el como el adversario nos descarrila de nuestro destino y del propósito de Dios. Con este patrón establecido en tu vida el adversario te aleja, te avergüenza y te acusa, te hace experimentar sentimientos de culpabilidad y dejas de sentirte un hijo digno.
Si tú eres honesto y humilde con tu abogado - Jesús- y le abres tu corazón, Él te va a escuchar y si le presentas tus errores y fallas, entonces sí, Jesús podrá defender tu caso con absoluto éxito. De lo contrario el adversario tomará ventaja de tu silencio, de tu voluntad de mantener tapado, oculto y sin descubrir el error, y te traerá condenación y vergüenza. Retrasará la entrega de la salud plena, a la prosperidad, a la abundancia, al respaldo del cielo, a los infinitos recursos del cielo, cerrará la llave del gozo y te dará frustración y depresión. Tu trabajo es darte prisa en confesar a Jesús tu falta. Acude al arrepentimiento y el perdón, los agentes de Dios que sanan las relaciones. En el mismo instante que abras tu corazón y confieses tu error y tu maldad serás escuchado y atendido. Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia. Daniel 10:12-13
Si escuchas a Dios pedirte que le cuentes la maldad y errores que guardas en tu corazón, si se los compartes a Él, si los revelas. Estás siendo obediente y sometiéndote a él. Como un hijo de Dios sometido a su cobertura podrás prosperar, y disfrutarás los beneficios de amigo de Dios. Por eso, obedezcan a Dios. Háganle frente al diablo, y él huirá de ustedes. Háganse amigos de Dios, y él se hará amigo de ustedes. Santiago 4:7
Simón Pedro, tiene un destino definido, un plan que Dios hará cumplir en su vida para establecer su reino en la tierra. Su destino empezaba como pescador y se escalaría a pescar a muchos hombres para el reino de Dios. Sus errores de esa noche y madrugada antes de la celebración del Pésaj en Jerusalén los iban a utilizar en el cielo para acusarle y negarle sus derechos así obstaculizar el plan de Dios. Jesús lo sabía, el adversario también lo sabía, Simón lo desconocía y era importante que Pedro tuviera esta revelación para lograr comprender su destino. »Simón, Simón, mira que Satanás los ha reclamado a ustedes para zarandearlos como a trigo; pero Yo he rogado por ti para que tu fe no falle; y tú, una vez que hayas regresado, fortalece a tus hermanos» Lucas 22:31
Puedes ya mismo acudir a tu abogado y explicar que los errores de tus generaciones anteriores, en tus ancestros te afectan hoy a ti y tu linaje. Resuelve los asuntos que te son contrarios, los casos pendientes de tu familia. Si aciertas en revelar las cosas ocultas de las generaciones anteriores liberas los recursos que están etiquetados y escritos a tu nombre. Y sus ángeles se moverán a toda velocidad para entregar y para cumplir tu propósito en Dios.
Si has hablado algo negativo -aun sin mala intensión- acerca de tus hijos o nietos, tus palabras serán usadas como testimonio en su contra para acusarles, esos dichos les están afectando en su propósito y en su destino. Será oportuno arrepentirse y pedir su perdón por esos dichos desafortunados que algunas veces hemos dicho y están limitando a nuestros hijos. Por las circunstancias del nacimiento una madre que sufrió fuertes dolores en el momento del parto llamó a su bebé "Hijo de mi lamento", mas su padre sagazmente lo cambió por "Hijo de mi derecha" evitando que esa etiqueta hiciera que su hijo creciera marcado por la vergüenza y el dolor de la muerte de su madre como su identidad. Cuando ella estaba en lo más duro del parto, la partera le dijo: «No temas, porque ahora tienes este otro hijo». Y cuando su alma partía (pues murió), lo llamó Ben-Oni; pero su padre lo llamó (בְנְיָמִיןְ,) Ben-Yamín. Génesis 35:17-18
Vamos a hackear al adversario. Es tu tiempo de liberar sus vidas y su potencial. La falta de perdón o el perdón retenido obstruyen nuestra comunicación, se obstaculizan nuestras oraciones, será mejor que liberes ya ese perdón que estás reteniendo. Hay una mayor y plena manifestación de la gloria de Dios esperando ser liberada sobre tu familia, y sobre tu vida. Cuando llevamos nuestra confesión a Jesús dejamos de ocultar nuestra maldad, cuando presentamos la iniquidad ante Jesús estamos poniendo en el fuego del altar la maldad. El que disimula su pecado no prosperará; pero el que lo confiesa y lo deja, obtendrá misericordia. Proverbios 28:13
Porque clamé a él y él me respondió. Me libró de todos mis temores. Otros también estaban radiantes por lo que él había hecho por ellos. No estaban cabizbajos ni avergonzados. Este pobre clamó al Señor; el Señor lo escuchó y lo libró de todas sus tribulaciones. Porque el ángel del Señor acampa alrededor de todos los que le temen y los libra. Salmo 34:4-7
Las finanzas del reino. La forma en la que Dios financia su reino aquí, es a través de su pueblo y de los emprendimientos de éste, y de las ideas o modelos de negocio prósperos que el coloca inicialmente en la forma de sueños. Dios desea enriquecer a sus hijos para avanzar y así financiar a las congregaciones, misiones y ministerios. Dar generosamente en la tierra es la forma de dar testimonio judicial de que Jesús es nuestro sumo sacerdote celestial y que Él vive. Ya conocen cuál fue la generosidad de nuestro Señor Jesús: siendo rico como era, se hizo pobre por ustedes para enriquecerlos con su pobreza. II Corintios 8:9
Jesús es el Hijo de Dios, y es nuestro gran Jefe de sacerdotes, que ha subido al cielo. Por eso debemos seguir confiando en él. Hebreos 4:14
Ahora que has visto el reino de los cielos en la tierra ¿Qué cambios vas hacer en tu estilo de cristianismo? Tu obediencia y sometimiento a la autoridad de Dios hace visible este reino invisible. Tu vida de fe, tus actos, tus dichos todos juntos hablan de alguien que vive en otro reino. ”Ven y sé nuestro único rey".
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