En medio de un campo lleno con minas

La mujer infiel te engaña con palabras suaves y dulces, que al fin de cuentas resultan más amargas que la hiel y más peligrosas que una espada. Quien se enreda con ella, ¡va derecho a la tumba! Proverbios 5: 3-5

Hace solo algunos años atrás, en mi propio proceso de desarrollar una fuerte ética profesional y familiar adopté un valor con el único fin de mantenerme lejos de la tentación. Se trata de poner porteros en la entrada de mi corazón, en la entrada de mi propia mente. Eran un par de normas sencillas y poderosas; no mirar de más a una dama, ni ver más allá y no llevar a ninguna dama fuera de mi familia en nuestro vehículo si viajo solo. Creo que en realidad funciona muy bien siempre y cuando lo aplique totalmente. Con todo y esto, todavía sigue existiendo el riesgo y no deberé subestimar el arrastre y poder de las pasiones que aún existen en mi cuerpo.

De ahí, la necesidad de tener mejores normativas para mantener puro el corazón: Pero ahora yo te digo que si alguno mira a una mujer con el deseo de tener relaciones sexuales con ella, en su mente ya ha cometido pecado con ella. Mateo 5:28

La obediencia ocasional o parcial a los dichos de Dios no funciona, es como caminar por un camino ancho, increíblemente pavimentado, sin agujeros o baches, con pocas curvas y donde puedes acelerar a gran velocidad -y aún así- sentirte todavía seguro y confiado de tener el control. La mayor vulnerabilidad está en entrar en un estado de conciencia donde sientes que "ya la libraste" y que estás lejos de ser atrapado por la tentación. Te boicoteas a ti mismo cada vez que desactivas los sensores de tu propia seguridad, cuando apagas las alarmas, y tu tiempo de respuesta se vuelve más lento y tardío.

Yo había convenido con mis ojos no mirar con lujuria a ninguna mujer. 

Job 31:1

Lo que va a suceder es que vas a posicionarte en la zona de peligro sintiéndote que has desarrollado inmunidad a la tentación sexual, o bien, te empezarás a sentir vacunado; sentirás que eso solamente le pasa a otros menos a mi. Ignorando las alarmas y subestimando el poder y fuerza de arrastre de las pasiones juveniles. La ley moral de Moisés establece que tener relaciones sexuales con la mujer que no es tu esposa (sea que tu estado civil sea casado o soltero) se contabilizará en tu contra como pecado consumado. Pero, ¿Qué pasa cuando me siento ser mejor que los demás hombres débiles? Abrimos las puertas a la pasión para jugar a Sansón y Dalila. Entonces, será solo un asunto de tiempo, finalmente vas a ceder y caer. Así que, jugamos con el proceso y nos justificamos -Yo sé bien cuando frenarme- lo que suele culminar en un acto sexual que creí que podía superar. Los ojos son el reflejo de tu carácter. Así que, tu bondad o tu maldad se refleja en tu mirada. Mateo 6:22-23

El texto original del evangelio de Mateo nos habla de una norma mejor, una que Jesús le ordena a la congregación de los llamados a seguirle. Antes de esta advertencia, ya existía un norma para evitar que los humanos cayeran en una relación de adulterio. Se trata del séptimo mandamiento de la ley de Moisés que nos invita a mantener y guardar la exclusividad y la fidelidad a nuestro cónyuge: No sean infieles en su matrimonio. Éxodo 20:14

Jesús nos eleva el standard, nos comparte una normativa aún más exigente: -Pero, yo te estoy diciendo que todo el que está mirando a la mujer ajena y deseando poseerla, ya ha consumado el adulterio dentro de sí. No se hace necesario que físicamente haya un encuentro sexual para consumar el adulterio. Basta con observar un poco más allá, y por un poco más de tiempo a la persona que no es tu esposa.

El sabio conoce el miedo y se cuida del peligro, pero el tonto es atrevido y se pasa de confiado. Proverbios 14:16

El engaño de la gratificación instantánea. Nuestra generación -esta sociedad actual- ha sobrevalorado a la sexualidad. A tal punto que es una mercancía irreal y fantástica, es un producto intangible que se puede vender, comerciar, o intercambiar y que solamente en los EUA produce 14 mil millones de dólares, y se estima que 100 mil millones en todo el mundo. No seas parte de este mercado que hace multimillonarios a los adversarios de Dios a cambio de contaminar la pureza de corazón. Un estudio a usuarios de una red social con este fin muestra que el 9% considera que una aventura extramarital es socialmente aceptable, un valor que creció al doble en pocos años.

Una relación íntegra, es aquella que respeta totalmente los términos del acuerdo o del pacto que celebramos el día de nuestra boda. Será oportuno que cuando asistas como invitado a una boda escuches muy bien el tiempo del intercambio de las promesas que allí se comparten los novios. Las promesas apuntan a la exclusividad, no habrá espacio para ninguna otra persona entre nosotros dos. Adulterar, es arbitrariamente darle permiso a alguien más para entrar y contaminar la exclusividad sin ningún respeto por nuestro pacto. Para un hombre, muy frecuentemente el proceso dará inicio a través del sentido de la vista. Así que tu momento de la verdad está en educar y entrenar tu mente para no extenderse más tiempo observando, ni dirigir la mirada al lugar equivocado. Para una mujer, su sensibilidad auditiva puede despertar la pasión vía el sentido del oído; con una voz muy varonil o con palabras dulces y atractivas, que provienen de alguien más que no es tu esposo. Nuestros sentidos deben contar con porteros, con guardianes en las puertas, con centinelas que no sean sobornables.

Nadie está vacunado, ni es inmune a ser cautivado y arrastrado. Ni el rey, ni el esclavo, ni el hombre libre, ni el soltero ni el casado, ni el líder ni el novato, ni el pastor ni la oveja. Cualquiera puede caer en la red.

La codicia. Es un deseo vehemente, es un afán desmedido, ansia por tener, poseer o ejercer autoridad sobre muchas cosas materiales o inmateriales. Hoy vivimos bajo mayor ataque por la cantidad de mensajes de contenido sensual, hace solamente una generación atrás, el acceso al contenido desarrollado para estimular las pasiones sexuales demandaba mucho trabajo y esfuerzo; salas de cine y revistas para adultos (que en el mercado de segunda mano terminaban en manos de los menores). Hoy, gracias a un ágil acceso al internet, a la música popular con letras explícitas que promueven la fornicación y el adulterio como un deporte o una actividad recreativa, las redes sociales saturadas de imágenes y vídeos provocativos, canales de cable 24/7, a nuevos patrones sociales pro sexualidad sin compromiso, ni responsabilidad alguna; en donde todos podemos contribuir y consumir al desarrollo de los contenidos, todos estos medios y plataformas digitales nos facilitan enormemente consumir contenidos sexuales sin reglas y sin siquiera haberlos buscado, ahora estos te buscan a ti por tu perfil de tu correo electrónico o redes sociales. Si un joven -hombre o mujer- pre adolescente, se inicia -inocentemente- en el consumo de estos contenidos, la industria sexual sabe muy bien, que se ha ganado a un cliente frecuente para toda la vida, y que este cliente pagará mucho dinero, a lo largo de varias décadas por placer y gratificación instantáneos. Si este fue tu caso, deberás desprogramar patrones muy arraigados en tu mente y corazón para obtener satisfacción inmediata sin importar el costo, se trata de una extorsión legal que drenará tu bolsillo y distorsionará tu carácter y tu mente. Afectará negativamente todas tus relaciones. Se va a robar la felicidad que tú y tu matrimonio merecen gozar.

Jesús, le apunta al origen del proceso de la tentación, para que no seas arrastrado por la falsa promesa de la satisfacción inmediata sin compromiso hasta una prisión. La insaciable búsqueda de placer instantáneo elevará la apuesta. Hasta pondrá en juego "todo o nada" y finalmente te vas a quedar con nada. Creer que llenando mi mente de experiencias, cosas u otros substituto diferente a Dios me dará plenitud y felicidad.

¿Podrá acaso una persona que es infiel a su pareja, mantener una relación de fidelidad con Dios a quien ni siquiera puede ver?

Huye de todo lo que estimule las pasiones juveniles. En cambio, sigue la vida recta, la fidelidad, el amor y la paz. Disfruta del compañerismo de los que invocan al Señor con un corazón puro. 2 Timoteo 2:22