Todas las ofrendas elevadas de las cosas santas, que los hijos de Israel ofrecieren a Jehová, las he dado para ti, y para tus hijos y para tus hijas contigo, por estatuto perpetuo; pacto de sal perpetuo es delante de Jehová para ti y para tu descendencia contigo. Números 18:19
Pacto, es aquel acuerdo entre dos o más personas que obliga a ambas partes a cumplir una serie de condiciones. Se entiende como aquella condición que se ha de cumplir en virtud de algún acuerdo. Un pacto, es un tratado entre dos o más partes que se comprometen a cumplir lo que se ha estipulado. Algunos pactos poseen fecha de termino; como la muerte. Otros pactos de lealtad y de fidelidad son perpetuos o eternos, no se pueden alterar. Por ejemplo, Dios mantiene intacta su fidelidad con su pueblo escogido:
Hace mucho, mucho tiempo me aparecí ante ellos y les dije: “Pueblo de Israel, siempre te he amado, siempre te he sido fiel. Por eso nunca dejaré de tratarte con bondad. Volveré a reconstruirte, y volverás a danzar alegremente, a ritmo de panderetas. Jeremías 31:3
Las sociedades y sus culturas han utilizado los pactos por siglos y milenios para relacionarse, para desarrollarse, para hacer equipo, para garantizar el cumplimiento de compromisos, en fin. Se suele demandar o comprometerse para ser leal a un principio o valor, o como promesa de la fidelidad a una persona. Los pactos nos han mantenido unidos, dan forma a la sociedad, a la nación, a la cultura, para alcanzar aquello que creemos y valoramos como importante en nuestro imaginario colectivo. A la práctica de mantener fresco en la mente y en mi corazón el compromiso de Dios con nosotros, es un ejercicio de memoria activa; yo decido no olvidar.
El cloruro sódico (fórmula NaCl) es un mineral abundante en nuestro planeta y que todos conocemos comúnmente solo como la sal. Sustancia ordinariamente blanca, cristalina, de sabor propio bien señalado, muy soluble en agua, crepitante en el fuego y que se emplea para sazonar los alimentos y conservar las carnes muertas. El cloruro sódico abunda en las aguas del mar y se halla también en masas sólidas en el seno de la tierra, o disuelta en lagunas y manantiales. Se le considera un elemento incorruptible.
Se trata además de un nutriente básico para muchos animales y para nosotros los humanos, y en cuya ingesta diaria no debemos superar los 5 gramos de sal según la OMS. Mientras la AHA, sugiere un consumo de 2.3 gramos como máximo por día. En América -el continente- se suele estar consumiendo sal -actualmente- en el rango de 8.5 a 15 gramos diarios. Nuestro cerebro es adicto a cantidades continuas de sal para garantizar las conexiones que le permiten mantenerse en funcionamiento, así como mantener el equilibrio electrolítico de los líquidos corporales.
En muchas culturas su valor ha sido tal, que era equivalente al dinero de hoy, como un bien transable y no solamente como un condimento. De aquí surgió la palabra "salarium argentum" que conocemos hoy como salario.
|
Sal para consumo humano. |
Era común en las culturas orientales llevar atado a tu vestido un saco pequeñito con sal en su interior. Este servía para completar tu nutrición al comerla como acompañante de tus alimentos. Cada persona cargaba una porción suficiente de sal para su consumo personal. Así, si dos personas se citaban y coordinaban para compartir juntos su comida cada uno colocaba un puñito de sal dentro de un pequeño tazón, cada uno aportaba la misma cantidad de sal y se mezclaban todos los granos de manera que ya no era posible volver a separar los granitos de sal que cada parte aportó. Se entiende con esto, que las partes se guardaran lealtad y no se harán daño en el futuro. Durante el tiempo de la comida cada uno metía su trozo de pan en el mismo tazón compartido. Esta figura nos muestra un pacto de sal. Otra característica de un pacto de sal (brit melaj,ברית מלך) que está sólidamente establecido y está en el hecho que se trata de algo perpetuo, sin fin, eterno, que se mantiene permanente en el tiempo.
La otra característica que debemos observar es que en estas prácticas la sal debe estar en estado puro, sin ningún tipo de aditivo o añadido. Durante la presentación de ofrendas y sacrificios la presencia de la sal era necesaria.
En cambio, deben poner sal en todas las ofrendas que me presenten, porque la sal es símbolo del pacto que han hecho conmigo. Levítico 2:13
Gracias a sus cualidades protectoras, la sal se convirtió en un símbolo de la integridad eterna. La sal, era la parte central de un alimento ceremonial que se comía para sellar un pacto (brit melaj,ברית מלך), así como se ve en el pacto que Dios hizo con David. La Biblia se refiere a este tipo de pacto inquebrantable como un pacto eterno de sal, brit melaj olam (בְּרִית מֶלַח עוֹלָם).
¿Acaso no saben que el Señor, Dios de Israel, decidió que solamente serían reyes de Israel los descendientes de David, y que esa promesa la confirmó por medio de un pacto que no se puede alterar? 2 crónicas 13:5
En la actualidad, se suele guardar la sal en recipientes completamente herméticos que la mantengan lejos de la humedad y el agua para evitar que el grano de sodio pierda su propiedad de sabor salado y sus demás cualidades. Pero, en la antigüedad se utilizaban contenedores menos eficientes a los de hoy. La sal se guardaba en ollas de barro redondas con una pesada tapa de piedra para protegerla. La parte menos eficiente de este tipo de contenedor estaba en que el agua fácilmente podía humedecer la parte más baja de la olla de barro y los granos que hacían contacto con el agua perdían sus propiedades. Ya no se podía utilizar para nada y la sal que era salada se tiraba fuera de casa, sobre el camino. Así los caminantes pasaban sobre esta estrujándola con sus pies. Todo gracias a la perdida de su mayor valor o cualidad, la expectativa básica es su función de proveer de sabor salado. Cuando Jesús pronunció el Sermón de la Montaña, pronunció las palabras “la sal de la Tierra” en hebreo: melaj ha-aretz, y toda la audiencia presente allí lo entendieron a la perfección, se trata de una exhortación o invitación a sostener la integridad (su valor) de forma permanente. La sal es buena. Pero si deja de estar salada, ¿Cómo podrán ustedes devolverle su sabor? Por eso, sean buenos como la sal: hagan el bien y vivan en paz con todos. Marcos 9:50
Jesús describe a sus discípulos como la sal de la Tierra. Jesús les dice a sus seguidores que se comporten con tal nivel de integridad y moralidad para ser capaces de mejorar su calidad de vida y preservar la bondad en el mundo que les rodea, se trata de ser completamente honrado e inquebrantable ante la corrupción, ante la maldad, ante el pecado en cualquiera de sus formas. La mesa del comedor familiar, es vista como un tipo de altar donde la familia concurre y se reúne para agradecer por la provisión recibida, en esta se celebran a diario pactos de sal. Durante la última cena que Jesús compartió en la ciudad de Jerusalén junto a su grupo intimo (posiblemente el 13 de Nisan) les lanzó un muy incómodo anuncio al predecir que entre ellos doce hay uno que lo va a traicionar ante los conspiradores del templo y de los fariseos. Fue un momento muy difícil dentro de ese grupo: -Aquí estando entre ustedes doce, yo estoy en un alto riesgo de exposición y vulnerabilidad de ser traicionado. Así que la reacción inmediata en ellos -en una manera individual- fue preguntar a Jesús si -cada uno- estaba lejos de alterar ese pacto de sal con el que estaban sellando su lealtad con Jesús y el Reino de los cielos. ¿En qué descansa mi alianza, el nuevo pacto entre Jesús y mi persona cada vez que partimos pan y lo metemos juntos al tazón de la sal? En recordar que Jesús ha prometido ser fiel a su Iglesia y leal a su compromiso. También tomó pan y le dio gracias a Dios; luego lo partió, lo dio a sus discípulos y les dijo: «Esto es mi cuerpo, que ahora es entregado en favor de ustedes. De ahora en adelante, celebren esta cena y acuérdense de mí cuando partan el pan.» Lucas 22:19
Usen su inteligencia para tratar como se debe a los que no confían en Cristo. Aprovechen bien cada oportunidad que tengan de conversar con ellos. Hablen siempre de cosas buenas, *díganlas de manera agradable, y piensen bien cómo se debe contestar a cada uno. Colosenses 4:5-6
*sazonada con sal
Algunas preguntas para meditar juntos y compartir:
¿Hace Dios pactos o alianzas con el hombre?
¿Los sacrificios y ofrendas a Dios incluyen la presencia de sal en estado puro?
¿Cuál es el símbolo bíblico de la integridad?
¿Los pactos de sal culminan con la muerte o se trata de pactos eternos?
¿Compartir juntos la comida equivale a celebrar un pacto de sal?
¿Ser la sal de la tierra significa mantenerme totalmente integro por siempre?
¿La sal puede perder su sabor salado al entrar en contacto con otro agente?
¿Disfruta la iglesia de un pacto perpetuo con Jesús?
Comentarios
Publicar un comentario
Valoramos y agradecemos su comentario al Estudio bíblico semanal, su comentario es bienvenido y puede ser sujeto de eliminación en caso de no ser apropiado.