La cena

Una cena involucra algo más que una porción de alimentos al final de la jornada. Significa además, reunirte con las personas más significativas, reunirte con tu núcleo social más intimo. Significa también compartir tiempo de calidad juntos y disfrutar, es una oportunidad para servir, compartir los mejores frutos, ser amplios y generosos. La cena es un tiempo donde podemos habitar como comunidad, experimentar comunión, compartir algo en común, mejorar la comunicación. La cena fortalece, nos une, nos permite desarrollar raíces profundas. Es la despedida de un día de trabajo, es el cierre o clausura de una jornada de labores, es también la bienvenida a una nueva temporada o estación, es la señal de nuevas oportunidades por iniciar.

"Todo esto no es más que la sombra de lo que ha de venir, pero la verdadera realidad es Cristo." Colosenses 2:17

Entre las celebraciones que Dios ha establecido existen algunas cenas, más adelante veremos varias.

La misma noche yo pasaré por la tierra de Egipto y heriré de muerte a todo primogénito en la tierra de Egipto, tanto de los hombres como del ganado. Así ejecutaré actos justicieros contra todos los dioses de Egipto. Yo, el SEÑOR. »La sangre les servirá de señal en las casas donde estén. Yo veré la sangre y en cuanto a ustedes pasaré de largo y cuando castigue la tierra de Egipto, no habrá en ustedes ninguna plaga para destruirlos. Éxodo 12:12-13

Origen de la palabra cena en español. Al finalizar un día, al caer la noche, después del crepúsculo se come la cena, es la última comida de una jornada al final del día dentro de la alimentación cotidiana de una persona. La palabra cena proviene del latín cena, la cual se refería a una porción de comida que se servía a las tres de la tarde. El que la palabra cena se asocie a la raíz indoeuropea sker- se basa en la hipótesis de una formación originaria (s)kert-na, con lo cual significaría originariamente porción de comida. Para los romanos se trataba de una comida en familia, muy copiosa, alrededor de las tercera hora de la tarde (hora nona) se tomaba después de finalizar las actividades de un día.

Asado de cordero

Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia. Mas si la familia fuere tan pequeña que no baste para comer el cordero, entonces él y su vecino inmediato a su casa tomarán uno según el número de las personas; conforme al comer de cada hombre, haréis la cuenta sobre el cordero. El animal será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras. Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes. Y tomarán de la sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer. Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con hierbas amargas lo comerán. Éxodo 12:3-8

La pascua (Pésaj) es una celebración de 7 días que recuerda la salida del pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto hace 3,332 años atrás (según el calendario hebreo). La parte más sobresaliente de esta celebración es una cena familiar (cena del Séder de Pésaj: orden, colocación) que se describe en el libro del Éxodo (Hebreo: Sh'mot/Español: nombres). Se realiza -según el calendario hebreo- el 14 de Nisán, durante la primera noche de la celebración. En ésta se recuerdan los preparativos del pueblo de Israel -todavía esclavo de faraón y de los egipcios- para empezar una nueva temporada. Dios ha dado por terminada su permanencia en el Egipto de los faraones después de escuchar el lamento de su pueblo. Los egipcios están por experimentar la noche más dolorosa de sus vidas. Dios ha establecido que acabará con la generación de reemplazo de este imperio, va a destruir la sucesión de mando, al dar muerte a los varones que abrieron matriz de mujer; hombres y animales. La muerte va a entrar a cada casa con espada en mano, y cortará sus vidas. Esa noche habrá miles de muertes, una al interior de cada casa egipcia, el dolor y el llanto no se podrá describir. Para que la espada de la muerte no toque la familia de los israelitas ellos deberán colocar una marca visible en sus puertas, se trata de la sangre de un cordero que anuncia que se "saltará" esa casa y su familia. No ejecutará en contra de ella el juicio decretado. Solo con ver la sangre, ésta cubrirá y guardará a esta familia del juicio de muerte.

Será el inicio de una temporada de grandes maravillas al interior del pueblo de Dios. A su alrededor habrá profundas crisis, tiempos difíciles, enfermedad, muerte, hambre, llanto, dolor, odio, plagas, cosas terribles les rodearán.

Aquella noche se levantaron el faraón, todos sus servidores y todos los egipcios, pues había un gran clamor en Egipto, porque no había casa donde no hubiera un muerto. Éxodo 12:30

Durante el ministerio público de Jesús (Yeshúa), sus discípulos y él celebraban este recordatorio juntos, como si se tratase de una misma familia. Se reunieron en la ciudad de Jerusalén, en el lugar preparado y reservado para ellos en una sala grande en la parte de arriba de una casa de un amigo. Los dos discípulos asignados -Pedro y Juan- fueron a preparar los detalles. Entre los detalles que aseguraron estaban las cuatro copas de vino (kidushim), junto a tres piezas de pan plano sin levadura (matzá).

Jesús tenía muchas cosas que enseñar esa misma noche, posiblemente el 13 de Nisan; un día antes de la Pascua comieron juntos. Jesús le indica a Judas el momento en que debe salir para completar su traición, lavó los pies de sus doce discípulos, enseñó que el sirviente es mayor que el comensal en su reino, les confió un nuevo mandato de amarse. Separó una pieza de pan sin levadura en varias partes y las compartió junto con el vino de su copa, decretó un nuevo pacto que tiene como fundamento su sangre y que ésta cubre el juicio de muerte por el pecado de cada uno, les pide recordar su sacrificio redentor partiendo el pan (matzá) y compartiendo el vino (kidushim). Les adelantó que estaba a poco de quedar solo, sin sus amigos, que ha iniciado un tiempo de pruebas duras para ellos, que antes de llegar la hora del gallo (tercera vigilia hebrea entre las 2-6 de la madrugada) Pedro le habrá negado con contundencia por tercera vez. Luego cantaron un himno, indicó que entre esta celebración juntos y la próxima habrá un tiempo de pausa, que volverán a reunirse a celebrar la fiesta de la pascua cuando venga el reino de Dios, luego de terminar la celebración salió y empezó a caminar al huerto de Getsemaní en el Monte de los Olivos.

Te invito a revisar la cena entre los discípulos y Jesús en los evangelios, acude en los siguientes pasajes bíblicos: Juan 13, Mateo 26, Marcos 14, y Lucas 22.

Pablo -el apóstol a los gentiles- nos vuelve a enseñar como recordar que Jesús se entregó como el cordero de Dios, y los símbolos del nuevo pacto que nos pidió traer a memoria durante la cena. En la congregación del puerto griego de Corinto había en esos días algunos problemas de relaciones al interior y Pablo (en griego: Saoul / en hebreo: Sha'ul) les indica como es correcto celebrar su reunión. En esta misma carta le pide no participar de la comida que ha sido sacrificada a los ídolos paganos y que luego ésta llegaba a los mercados:

Lo que el Señor Jesucristo me enseñó, es lo mismo que yo les he enseñado a ustedes: La noche en que el Señor Jesús fue traicionado, tomó en sus manos pan, dio gracias a Dios, lo partió en pedazos y dijo: «Esto es mi cuerpo, que es entregado en favor de ustedes. Cuando coman de este pan, acuérdense de mí.» Después de cenar, Jesús tomó en sus manos la copa y dijo: «Esta copa de vino es mi sangre. Con ella, Dios hace un nuevo compromiso con ustedes. Cada vez que beban de esta copa, acuérdense de mí.» Así que, cada vez que ustedes comen de ese pan, o beben de esa copa, anuncian la muerte del Señor Jesús hasta el día en que él vuelva. I corintios 11:23-26

La cena que se prepara en el cielo para celebrar una reunión en matrimonio del Cordero de Dios y de su amada congregación, su nación de sacerdotes.

Entonces me pareció oír las voces de mucha gente. Era como el sonido de cataratas y de fuertes truenos, y decían: «¡Que todos alaben a Dios, el Señor todopoderoso, porque él ha comenzado a reinar!

»Alegrémonos, llenémonos de gozo y alabémoslo, porque ha llegado el día de la boda del Cordero.

»Ya está lista su esposa, la cual es la iglesia; Dios la ha vestido de lino fino, limpio y brillante.»

Ese lino fino representa el bien que hace el pueblo de Dios. El ángel me dijo: «Escribe esto: Benditos sean todos los que han sido invitados a la cena de bodas del Cordero.» Apocalipsis 19:6-9

Esta costumbre oriental para la celebración de las bodas consta de tres etapas principales. Primero, se redactaba un contrato de matrimonio que era firmado por los padres de la joven doncella y del novio. Los padres de la novia pagaban una dote al novio o a sus padres. Esto daba inicio a lo que llamaban el período de los esponsales hoy lo conocemos como el compromiso. Este período era en el que se encontraban José y María cuando se halló que ella estaba encinta (Mateo 1:18; Lucas 2:5). La segunda, un año después cuando el novio, acompañado por sus amigos varones, visitan la casa de la novia a media noche, creándose un desfile con antorchas a través de las calles. La novia sabía con anticipación que esto iba a suceder, así que ella estaba preparada con sus doncellas, y todas ellas se unían al desfile que terminaba en la casa del novio. Esta costumbre es la base de la parábola de las diez vírgenes. (Mateo 25:1-13). La tercera, etapa era la cena de bodas misma, que podría durar por días, como se ilustra en las bodas de Caná. (Juan 2:1-2). Lo que describe la visión de Juan -Yohanán- en Apocalipsis es la celebración de las bodas del Cordero (Yeshúa) y su novia (la congregación de los llamados) en su tercera etapa. La implicación es que las dos primeras ya han ocurrido. La primera etapa fue cumplida en la tierra cuando cada hombre puso su fe en Cristo como su suficiente y único salvador. La dote pagada al padre del novio (Dios Padre) sería la sangre de Cristo derramada en nombre de la novia. Entonces, la iglesia que se encuentra en la tierra actualmente, está comprometida con Cristo, y al igual que las jóvenes prudentes en la parábola, todos los creyentes deben permanecer vigilantes y en espera de la aparición del novio (la segunda venida). La segunda etapa simboliza el momento en que Dios toma a la Iglesia desde la Tierra, cuando Cristo viene a reclamar a su novia y la lleva a la casa del Padre, de la misma manera en que Isaac tomó a Rebeca y la llevó a la tienda de su madre. Entonces, la cena de las bodas será el tercero y último paso. Los invitados a la celebración de las bodas no serán solo la Iglesia como la novia de Cristo, sino también otros; incluyen a los justos del Antiguo Testamento (Tanaj), quienes serán resucitados en la segunda venida de Cristo, así como los mártires muertos en la tribulación.

Los detalles de las fiestas del Señor son solo sombras proféticas de lo que va a suceder en la cena de las Bodas del Cordero.