que primero busquen el reino de Dios
y hagan lo que es justo.
Así, Dios les proporcionará todo lo que necesiten.
Mateo 6:33
La mayor y principal prioridad está en investigar con carácter de urgencia el reino y la justa rectitud de Dios mismo. Si lo hacen así, todas las cosas se les van a agregar.
¡Ya se te ha declarado lo que es bueno!
Ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor:
Practicar la justicia,
amar la misericordia,
y humillarte ante tu Dios.
Miqueas 6:8
Una de las piezas de oratoria más increíbles que existen, la podemos encontrar en el libro de las buenas noticias de Mateo (Mattityahu (מתתיהו), que significa "regalo de Yahvé"). El escritor del libro nos narra a partir del capitulo 5-7 las altas expectativas que nos demanda el reino de los cielos para aquellos que lo hemos salido a buscar con pasión.
Jesús, un día observó a una gran congregación de personas. Al verlos organizó una estructura de tres niveles en una ladera de montaña donde Él está sentado en la parte más alta, luego se sumaron en el segundo nivel sus discípulos y un poco más abajo de los discípulos se instaló al resto; a una la multitud de personas. Los maestros en Israel tomaban asiento para enseñar; aquí se nos declara que Jesús está enseñando y que el resto le están escuchando atentamente. Jesús abrió su boca para instruir y explicar las instrucciones del reino de los cielos. Todo lo que Jesús les está por explicar está centrado en el reino de los cielos; en el rey y en su relación con su pueblo. Aquí, se establece un standard y se nos hacen saber las normas con las que todo funciona en su reino. Se trata de la justicia del reino de Dios.
En estos capítulos 5-7 de Mateo, la ley de Moisés ha sido elevada y llevada al siguiente nivel. Si construimos un listado con las exigencias que se encuentran en estos tres capítulos en una lista de cotejo (check list) cada discípulo deberá alcanzar un check (una palomita) en cada casilla. No funcionará alcanzar el 99%. Para disfrutar del reino de los cielos vas a tener que alcanzar el 100% de tu consagración intensional. Para todos aquellos que sí entren al reino de los cielos y pasen a ser los súbditos de este rey se les va a satisfacer con absoluta plenitud.
Los súbditos del rey del reino de los cielos, en sí mismos son considerados personas "sumamente dichosas" y afortunadas en 9 oportunidades. De manera que, podemos destacar que un súbdito del reino de los cielos posee algunas características:
Es pobre en espíritu, se ha lamentado o llorado por la maldad, reacciona con mansedumbre, está hambriento y sediento de justicia, es compasivo, mantiene limpio su corazón, es pacifico, soporta la persecución por Jesús y sabe superar la difamación en su contra. Ahora avancemos por partes:
Los pobres de espíritu son aquellos que al atravesar por la obra salvadora de la cruz y ser santificados -y enseñados- por el Espíritu de Dios de pronto, son conscientes de que no poseen virtud espiritual alguna, tanto ética como espiritualmente hablando están en situación de quiebra absoluta, de bancarrota, son como un cheque sin fondos. Es como llegar al reino de la abundancia plena y saber que tus bolsillos están vacíos. Pero, saben que su rey que es la fuente de todo, Él sí es rico. Aquellos que viven sabiendo que dentro de ellos no existe valor o virtud propia, que nada hay en ellos mismos de que sentir orgullo van a recibir la tierra como su herencia.
Jesús agregó a esto que los súbditos del rey que han llorado y se han lamentado por no aceptar la injusticia, la maldad, la mentira y la vida pecaminosa. Que aquellos que han mantenido resistencia no violenta, que están en contra, que se han sublevado ante la cultura del principado de la maldad por fin van a ser confortados plenamente.
Los hombres y mujeres que ante los actos del principado de la maldad no reaccionan con ira, ni con violencia, antes saben reaccionar con una sabía mansedumbre.
En el reino de su Padre serán saciados aquellos que sienten hambre punzante y sed por la rectitud y la justicia.
Los que encontraron gracia de parte de Dios, los que son compasivos -sentimiento de tristeza que se experimenta al ver el sufrimiento de otro- porque van a encontrar compasión para ellos mismos.
Quien ha sido completamente limpiado, quien se mantuvo puro, experimentará conocer a Dios y lo verá.
Dichosos y afortunados los pacíficos, ellos serán nombrados hijos de Dios. Dichosas y afortunadas las personas justas que a causa de su rectitud son perseguidas, de ellos es el reino. Dichosos y afortunados quienes son perseguidos, acosados y difamados con argumentos falsos a causa de Jesús.
Cuando Jesús compartió las palabras “la sal de la Tierra” en hebreo: melaj ha-aretz, y toda la audiencia presente allí lo entendieron a la perfección en todo su contexto. Se trata de una exhortación o invitación a mantener la integridad (su valor) de forma permanente. La sal es buena. Pero si deja de estar salada ¿Cómo podrán ustedes devolverle su sabor? Por eso, sean buenos como la sal: hagan el bien y vivan en paz con todos. Marcos 9:50
Jesús, describe a sus discípulos como la sal de la Tierra. Les demanda a sus seguidores que se comporten con tal nivel de consagración, ética, integridad y moralidad para ser capaces de mejorar su calidad de vida y preservar la bondad en el mundo que les rodea. Se trata de ser completamente honrados e inquebrantables ante la corrupción, ante la maldad, ante el pecado en cualquiera de sus formas.
Entre la multitud de personas, en medio de todo el gentío, los discípulos de Jesús son luz. Jesús nos compara con la alta posición y pureza de la luz. La posición de la luz debe ser permanecer en el lugar más alto y así cumplir con la demanda de iluminar a su alrededor. De hecho, Jesús se ha sentado a enseñarles desde el lugar más alto de la montaña. Colocar la luz dentro del -almud- cajón de medir no tiene sentido, pues su labor de proveer luz no se puede cumplir. La luz que emiten los discípulos debe de ser la razón para que los testigos a su alrededor alaben a su Padre bueno, para que declaren la gloria y el honor al nombre de Dios. Jesús volvió a hablarle a la gente: —Yo soy la luz que alumbra a todos los que viven en este mundo. Síganme y no caminarán en la oscuridad, pues tendrán la luz que les da vida. Juan 8:12
También estableció algunas marcas a superar con respecto al enojo. La ley de Dios entregada a Moisés se mantiene vigente. Jesús en medio de estas instrucciones les afirma contundentemente que la ley seguirá firme, sus seguidores deben entender que Jesús el primogénito del Padre bueno, ha venido a darle cumplimiento pleno a toda la ley y a las enseñanzas de los profetas, no para invalidarla según las expectativas de algunos. La vigencia de la ley se va a extender mientras existan el cielo y la tierra. ¿Qué cantidad logré enseñar y cumplir de sus instrucciones? El cumplimiento parcial de la ley servirá para otorgar el rango más bajo dentro del reino, así también pasará con quien enseña parcialmente la Ley y cumple parcialmente esta. Aquel que enseñe la ley y que la cumpla toda recibirá honores y el más alto rango en el reino (Rey de reyes). Deben asegurarse en superar la rectitud y la justicia (ética y moral) de los fariseos y de los maestros de la ley (prushím).
Habrá un castigo todavía más severo por una falta aún menor. Hace un tiempo Moisés les declaró que no deben cometer asesinato (ratsákj) o sufrirán el peso del juicio. A ustedes mis discípulos les lanzo un reto aún mayor. Pero, ahora yo les aseguro que cualquiera que se -orgízo- exaspera hasta la ira contra otro será llevado a juicio y -además- ahí condenado. Cualquiera que -jraká- insulte (arameo: indigno, vacío) a otro será llevado a los tribunales. Y el que maldiga (decir cabeza dura) a otro será echado en el fuego del infierno. Y es que, sí tenemos permitido sentir enojo. Pero, no se vale alimentar y poner más leña al fuego hasta perder el control para luego ser arrastrado por la bestia furiosa. Se nos advierte acerca de cerrar la boca, no hablar, ni juzgar a otro en medio de nuestro enojo. El enojo mal gestionado sí es una falta grave.
Para presentar tus ofrendas en el altar, antes debes ir a sanar las relaciones dañadas con tu hermano. Soluciona cualquier asunto legal, antes de ir al tribunal. Una vez que, hayas sanado tu relación ven a entregar tu ofrenda a Dios. Evita que te apliquen todo el peso de la ley y debas pagar cada moneda adeudada.
Maneja con la madurez tus sentimientos y emociones, no insistas en pelear y sostener la razón hasta llevar el conflicto ante el tribunal. Evita llegar hasta el tribunal para demostrar que tú tienes la razón, busca reconciliarte antes con esta persona. De lo contrario el alguacil encargado de la ley te va a meter en la prisión. Donde vas a pagar cada moneda adeudada.
Sobre adulterar y contaminar la pureza de tu relación de matrimonio, Jesús no se enfoca en la consecuencia. Más bien, Él dirige toda su atención al origen. El inicio de la maldad que ya está instalada dentro del corazón y en tu manera de ver a la mujer ajena. Eres culpable de sexualizar (e hiper sexualizar) el cuerpo de toda mujer que pasa frente a tus ojos. Es algo que antes ya lo habías decidido y adoptado, se trata de un argumento que ha crecido y ha desarrollado fuertes raíces en tu mente desde tu temprana adolescencia cuando resaltaste los aspectos sexuales de la persona mujer por sobre sus demás atributos y valores de persona. Jesús nos enseña en consecuencia que no extiendas el tiempo de tu mirada hasta enlazar la imagen que vez con los bajos instintos de tu carne. Con solo ver de más ya la falta te ha sido contabilizada y eres culpable. Antes bien, toma el control de tu atención, gobierna tu sentido de la vista y rehúye con esto de que seas llevado hasta el infierno.
Evita repudiar a tu esposa. La carta de divorcio que extiende un esposo a su esposa solo podrá ser extendida si la causa es que la esposa haya incumplido su parte del pacto contaminado la pureza del matrimonio con una relación sexual con una tercera persona. Si se la repudia por cualquier otra razón la pone a ella en alto riesgo de ser adultera. Y si después esta exesposa se vuelve a casar, tanto ella y su nuevo esposo están en adulterio.
No hagas juramentos. No comprometas, no hagas ningún juramento utilizando el nombre de Dios, o el trono de Dios, ni por la tierra, ni por la ciudad de Jerusalén que pertenecen al Rey. Ni siquiera tienes control de tu vida, tampoco jures por ésta. Basta que nuestro sí sea verdadero y nuestro no también. Lo demás que se añada proviene del maligno.
La región oriental del Mar Mediterráneo -Oriens- y sus alrededores estaba sometida a un imperio que les había conquistado; el Imperio Romano tenía bajo su control a Israel y había instalado la Pax romana / Pax Augusta. Durante el dominio de Roma sobre Israel existía una ordenanza que exigía a todo israelita cargar el equipo que portaba un soldado romano -si le era solicitado- a donde éste indicara por una distancia máxima de una milla -un millar de pasos- distancia que hoy equivaldría a 1481 metros. ¿Qué es esto que nos demanda hoy Jesús? Nos pide que no solamente limitemos nuestra venganza a una medida equivalente al daño recibido, nos demanda además que renunciemos totalmente a nuestro derecho a la venganza, y a la restitución. No solo nos pide obediencia a nuestra autoridad - sea ésta legitima o no- nos pide que superemos las expectativas de estas autoridades y que les sirvamos más allá de lo solicitado, una milla extra. Hay quien añade a esto, que al cargar -astutamente- una milla adicional la mochila del soldado romano, se incumple otra ley romana que le castigará fuertemente. Nótese bien que nos pide renunciar a las cosas materiales, y a rendir voluntariamente a nuestros derechos terrenales a la propiedad privada, a rendir nuestro derecho a solicitar justicia ante los hombres de este reino.
Manifiesten el carácter de su Padre del cielo aquí en la tierra. Amen a sus enemigos y pidan que el cielo les dé una oportunidad y les bendiga. Amar a quienes nos aman no tiene ningún merito, hasta los hombres malvados lo hacen, ustedes deben ser perfectos como su Padre es.
Cuando hagan algo bueno, no salgan a publicarlo en sus redes sociales, medios de comunicación o en los lugares públicos para -su propia gloria- ganar prestigio y buen nombre. Hagan algo mucho mejor, no lo publiquen y dejen que se quede en secreto, así su Padre les dará un mayor premio.
Su tiempo de oración deberá ser privado y secreto. No oren en lugares públicos, no utilicen muchas palabras y argumentos sin fin. Vayan a solas donde nadie los escuche ni vea, ahí oren a su Padre. Sepan que Dios ya conoce todo aquello que necesitan antes que se lo pidan. Cuando estén orando hagan así: Padre nuestro, Tú que reinas en el cielo: Que todos reconozcan que Tú eres el verdadero Dios. Ven y sé nuestro único rey. Que todos los que vivimos en la tierra te obedezcamos, como te obedecen los que viven en el cielo. Danos la comida que necesitamos hoy. Perdona el mal que hacemos, así como nosotros perdonamos a los que nos hacen mal. Y cuando vengan las pruebas, no permitas que ellas nos aparten de ti, y líbranos del poder del diablo.
El perdón del cielo se libera cuando nosotros perdonamos. Igual, al retener el perdón aquí en la tierra será retenido por el cielo. Así se obtiene el perdón del Padre.
El día que ayunes; cuando hagas el sacrificio de no fortalecer tu cuerpo, hazlo sin que nadie más se entere. Debes mantener tu ayuno en secreto; que solamente tú y tu Padre en el cielo lo sepan. Así tu Padre bueno te dará un premio mayor. Es muy simple, no lo hagas público.
Los tesoros de la tierra siempre tienden a desaparecer y dañarse, pierden su valor. Acumula tesoros del reino de los cielos -allá en el cielo- donde no se dañan ni pierden. La mayor riqueza es obedecer a Dios con todo tu corazón. Cuando tienes el control y el gobierno de tus ojos, esto habla de que tú estás en gobierno de tu carácter. Tu forma de mirar lo que tienes enfrente de ti expresa elocuentemente lo que hay dentro de ti; bondad o maldad.
El engaño del corazón. Es imposible obtener lo mejor de ambos reinos, debes renunciar a uno y adoptar el otro. No hay armonía alguna en esforzarse por acumular riquezas en la tierra y acumular riquezas en el reino de los cielos a la vez. Son sistemas opuestos, solo podrás servir a uno y no al otro, son reinos excluyentes. Debes asumir una única opción servir a Dios o a las riquezas de la tierra.
La gestión incorrecta de tus recursos más valiosos. Hay muchas preocupaciones -les distraen- consumiendo toda tu competencia de razonar sanamente y todas tus fuerzas, las preocupaciones desperdician tus capacidades. Lo que sí debe consumir sus energías es obedecer al Rey del reino de los cielos y ser justos como Él es. Les preocupa sobre medida su cuerpo; como alimentarlo y vestirlo. Esto es señal inequívoca de que todavía no han aprendido a confiar plenamente en su Dios. Su Dios conoce al detalle todo aquello que es necesario. Pero, ustedes viven exactamente como los que no le conocen siempre pensando en que van a comer, beber y vestirse bien. Cada día vendrá con sus propios retos, hay que resolver uno a la vez.
Los juicios están en manos de personas autorizadas, solo un juez debe juzgar. Si no has sido nombrado juez, será mejor dar un paso a un lado. No sea que te apropies falsamente de una identidad (juez) y pagues el precio por usurpar la identidad de alguien más que es poderoso. La cantidad o medida con que apliques la sentencia o condena a otra(s) persona(s) te será aplicada proporcionalmente, si eres muy duro con los otros, vas a recibir sentencias duras del juez justo. Vivimos en un ecosistema espiritual que nos regresa todo aquello que hemos entregado. Será muy sabio y correcto dar trato preferencial a los demás, de la misma manera en que deseamos recibir buen trato en nuestro retorno.
No inviertas tus fuerzas en buscar ni en encontrar las fallas ajenas, es una inversión de tiempo y de recursos innecesaria, lo sabio y conveniente será que te gastes todo -tus fuerzas, recursos y tiempo- en observar tus propias fallas. Es muy atrevido de tu parte y asumes un alto riesgo cuando vas a otro para mostrarle su error. Para que no seas avergonzado, ni seas visto como hipócrita enfócate solamente en tus errores y nada más.
Sus tesoros valiosos y delicados se deben gestionar con cuidado, no los confíes en las manos equivocadas. Hubo un rey en Israel que se llenó de orgullo que le mostró sus bóvedas con sus mejores tesoros al reino enemigo que luego vino con hombres de guerra y los conquistó. Los perros y los cerdos no respetan los valores que atesoras, poseen valores opuestos, solo vendrán a destruir tus tesoros más preciados.
Ciertamente su Padre es constantemente bueno, por eso ustedes van a recibir todo lo que le pidan creyendo, van a encontrar lo que salgan a buscar, al llamar van a ser atendidos. Aquí en la tierra si el hijo llega pidiendo pan a su papá, su padre no le va a entregar una piedra. Si su hijo llega pidiendo pescado, su papá no le va a dar una serpiente. Si ustedes que son una generación malvada y perversa dan buenos regalos a sus propios hijos. Piensen en que Dios siendo un buen Padre les va a entregar a ustedes -sus hijos adoptivos- los mejores regalos, regalos excelentes, dones y capacidades espirituales superiores. No duden sobre aquello que recibirán.
El principado de las tinieblas posee un acceso amplio -súper autopista- y por eso muchos van sobre el camino al infierno. En cambio, el reino de los cielos tiene un acceso muy angosto que no nos resulta fácil de seguir, por eso muy pocos lo encuentran.
Vivan muy atentos. Eviten ser víctimas de los -falsos voceros de Dios- auto proclamados profetas que engañan a mis seguidores. Se muestran como personas que vienen de parte de Dios. No parecen ser ni violentos, ni feroces. Pero, sí lo son. Se hacen pasar por ovejas inofensivas, cuando en realidad son rapaces. Solamente producen dolor con sus espinas, no pueden dar frutos buenos. Observen su fruto -sus espinas- así sabrán quienes son y serán echados al fuego eterno.
En la entrada del reino de los cielos habrá muchos que me van a llamar su Señor, muchos dirán que yo soy su dueño. Ellos no van a entrar al reino de mi Padre, pues nunca obedecieron mis ordenes, ni mis instrucciones. El día de la ira de Dios van a argumentar que hacían cosas para mi que nunca les pedí. Nunca se sometieron a mi Palabra, yo no los conozco.
Ese día, el día de la ira de Dios, se podrá observar claramente la motivación y el fundamento con el que se habían construido sus casas. Si estaban fundamentados en la roca que no se mueve o en la arena. Para las personas que se acercan a Jesús como su salvador y que lo oyen pero, que no se someten a él. Después de oírlo no van y hacen lo que Jesús les ha instruido, ese día se derrumbaran como la casa sobre la arena.
Todas estas cosas que Jesús les dijo asombraban a la multitud que salió a oírle pues hablaba con la autoridad de Dios, y no como hacían los maestros de la ley.
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