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Tu fe: La moneda del reino de Dios


¿Has notado -recientemente- que hay algunas cosas que debes comprar en los próximos días? ¿Ya tienes un presupuesto de lo que vas a necesitar en esta temporada?
Desarrollemos juntos una guía para poseer las divisas correctas que harán la diferencia entre nuestros deseos y la manifestación del poder de Dios a nuestro favor. ¿No sé si tú -alguna vez- te has hecho esta pregunta?

¿Cómo se logra activar el ilimitado e infinito poder de Dios a favor de su iglesia?

¿Recuerdas a la mujer samaritana de Sicar (antes Siquem) en Samaria que quedó sin agua? Ella había experimentado sed. Su sed, la movió a buscar agua hasta el fondo de un pozo comunitario a pesar de que ella odiaba con todas sus fuerzas salir y caminar en público. ¿Has sentido de esa clase de sed en la que te duelen las tripas y sales a hacer tareas que no deseas realizar? Dios utilizó su sed. ¿Y tú, sientes sed?
Que bonito es cuando de pronto descubrimos la sed -pero- tenemos el suficiente dinero para comprar ese producto o servicio que resuelve nuestra necesidad y sacia nuestra sed.
¿Has comprado en línea a través de esos sitios web que venden casi de todo? Dentro de ese ecosistema de comercio electrónico todo lo que compras en línea lo pagarás en el próximo mes con divisas (al menos en ciertos países lo harás en dólares). Muy independientemente de cual es la moneda nacional en curso ¿Cómo obtienes dólares si tú no cobras en dólares? También, los iras a comprar.

Les invito a leer la oferta que Dios nos hace a aquellos que hemos sentido sed profunda.  Dios dijo: «Todos los que tengan sed vengan a beber agua; y los que no tengan dinero vengan y lleven trigo, vino y leche sin pagar nadaIsaías 55:1 

No se trata de llegar, tomar y robar. Es algo muy distinto. Esto trata de comprar con algo diferente al dinero. ¿Será acaso que se pueden comprar cosas sin utilizar dinero? Dios está convocando a aquellos que sienten sed para pagar "sin dinero" por el agua, por la leche y por el trigo. Que dicha es no tener que necesitar dinero para superar nuestras necesidades. ¿Recuerdas cuando eras un niño(a) y los adultos de casa eran responsables de darte todo lo necesario?
La Palabra de Dios nos explica que, en las bodegas del cielo hay cosas increíbles, maravillosas y valiosas que no se producen aquí en la tierra. Se trata de poderes, autoridad, plenitud de cosas de las que no existe stock aquí en la tierra. Son cosas que deben de ser importadas desde el cielo y pagadas con divisas. 
Leamos juntos Demos gracias al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo por las bendiciones espirituales que Cristo nos trajo del cielo Efesios 1:3

¿Qué cosas puedo comprar sin dinero? ¿Alimentos, vestido, techo lo que satisface necesidades reales? ¿Será qué puedo comprar todo lo que pidamos creyendo que Dios nos lo dará? Vamos a verificarlo.
Tú y yo hemos entrado al pacto entre Dios y Abraham a través de la suficiente redención y amplia salvación de Jesús. Ahora gozamos del paquete de beneficios que se incluyen en ese pacto. Nuestro Dios bueno, no necesita de nada, ni de nadie para existir. Él es la única fuente de la vida, posee todo el poder, es -además- la máxima autoridad. Por no necesitar de nada, ni nadie se dice que Dios posee aseidad.

Cristo es el Hijo de Dios, y existe desde antes de la creación del mundo; él es la imagen del Dios que no podemos ver. Por medio de él, Dios creó todo lo que hay en el cielo y en la tierra, lo que puede verse y lo que no se puede ver, y también los espíritus poderosos que tienen dominio y autoridad. En pocas palabras: Dios creó todo por medio de Jesús y para Jesús. Cristo existía antes de todas las cosas. Por medio de él, todo se mantiene en orden, y él gobierna a su iglesia y le da vida. Él es la cabeza, y la iglesia es su cuerpo. Colosenses 1:15-18

Vamos a destacar 4 cosas necesarias para realizar una compra: Comprador + Vendedor + Existencia de bienes y servicios + Poseer la medida de la moneda con valor para el vendedor.

Como pasa en estos sitios en que venden casi de todo, ellos demandan dólares de EUA para pagar por los productos que allí les solicitamos. Le explico algo: Desde el día 22 de julio de 1944 que se firmó el Acuerdo Betton Woods desde ese día el dólar de los Estados Unidos es la divisa de referencia para todas las demás monedas de los demás países del planeta. Hace 90 años atrás en Honduras a partir de los años 1930s fue que se inició a utilizar el Lempira como moneda nacional de uso local. Desde 1924, Guatemala utiliza como moneda nacional el Quetzal. Desde el año 2001 El Salvador usa el dólar de EUA. Nicaragua utiliza desde 1912 el Córdova y Costa Rica utiliza el Colón desde 1896. Necesitas dólares de EUA como divisa para comprar en cada uno de estos países y en el resto de los países. Es igual en el resto del mundo, el vendedor nos exigirá el pago en divisas.

La divisa que utiliza el reino de los cielos se llama fe. Esta es efectiva a partir de una medida del tamaño de una semilla de mostaza y es capaz de mover árboles o montañas completas hasta el fondo del mar.

¿Has observado y deseado algo del catálogo del cielo; has escuchado del increíble poder de obrar increíbles milagros y maravillas? ¿Has anhelado la autoridad para echar fuera serpientes y escorpiones? ¿Has visto el enorme catálogo de tesoros que guardan las bodegas del cielo? ¿Ya viste todos los recursos disponibles en el cielo para servir desde la iglesia? ¿Has observado la amistad del Espíritu de Dios? ¿Has visto el increíble amor de Jesús? ¿Ya viste la familia (cónyuge, hijos y demás), la salud que has deseado para ti?

La siguiente pregunta es muy especial: ¿Qué realmente quieres? ¿Qué cosas -de los tesoros del cielo- estás deseando intensamente? Medita un poco: ¿En dónde está enfocado tu corazón? ¿Cuál es -realmente- el objeto de tu deseo? Por favor leamos juntos: Saliendo Jesús de allí, se retiró a la región de Tiro y de Sidón. Y he aquí, una mujer cananea que había salido de aquella comarca, comenzó a gritar, diciendo: Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí; mi hija está terriblemente endemoniada. Pero Él no le respondió palabra. Y acercándose sus discípulos, le rogaban, diciendo: Atiéndela, pues viene gritando tras nosotros. Y respondiendo Él, dijo: No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
Pero acercándose ella, se postró ante Él, diciendo: ¡Señor, socórreme! Y Él respondió y dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echárselo a los perrillos. Pero ella dijo: Sí, Señor; pero también los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Oh mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas. Y su hija quedó sana desde aquel momento. Mateo 15:21-28.

Esta mujer -a pesar de estar lejos de las promesas- sí sabe lo que necesita de Dios. No duda, sabe exactamente lo que necesita de Dios. Su respuesta deja manifiesta su enorme fe en Jesús; en su autoridad en su infinito poder. Ella es una persona rica en la moneda del reino de Dios. Ella logró atraer en el instante el favor de Dios. Ella agradó e impresionó a Dios con su atrevida fe.

Utilicemos nuestra capacidad de desarrollar imágenes y escenarios dentro de nuestra mente. Imagina por un instante que tú fuiste -hace un tiempo- alguien lleno de visión, con enorme potencial para el reino de Dios. Ahora ya no es así. Algo te traumó o te lastimó. Hoy careces de visión de reino, no entiendes tu ecosistema espiritual. Caminas como a tientas…vives como un ciego. ¿Me ayudas a leer el texto de Marcos 10:51?
Jesús le dijo:
¿Qué quieres que haga por ti?
El ciego respondió:
Maestro, haz que pueda yo ver de nuevo.

Ahora imagina algo más. Piensa que tú -de pronto- entraste en un tiempo indefinido de promoción y todo ahora está a precios increíbles y disponible. Es algo mil veces mejor que el Prime Day o Black Friday o que el Cyber Monday o todos juntos. Imagina por un segundo que hoy sus misericordias y oportunidades son nuevas, que hoy estás dentro del tiempo de la gracia de Dios, piensa que hoy es tu mejor oportunidad. Y Jesús está delante de ti. Él está totalmente atento a tus palabras para obrar increíbles maravillas y milagros a tu favor. Así que Jesús te hace esta pregunta: ¿Qué quieres que haga por ti? No te desenfoques, no dudes. Por favor sigue firme, se honesto: 

Dios sí tiene todo eso.
Dios sí puede hacerlo en este instante.
Dios es la máxima autoridad y tú ya estás autorizado.

Se nos está pidiendo identificar necesidades e interceder. Se nos está demandando imaginar, visualizar, proyectar, soñar, platicar, organizar, construir todo lo que hemos escuchado hablar desde el cielo. Pero, el problema nuestro está en que no hemos invertido tiempo suficiente en buscar y conocer que tesoros guarda el cielo para nosotros. No conocemos bien el catálogo que está ya disponible para su iglesia. Estamos con nuestra atención muy dispersa. A veces te distraes con el vuelo de una mosca, con la mirada de alguien o hasta cuando alguien no te saludó. Hemos abandonado la sensibilidad para soñar, para enfocarnos e imaginar, para visualizar. En el foco de nuestra atención sólo vemos los soldados que nos rodean, la arena del desierto sin agua, el mar a nuestra espalda, al frente vemos los poderosos carros de faraón y sus capitanes. No somos conscientes de la realidad espiritual, ni del ecosistema no visible que nos rodea.

La fe viene por el oír… Pero, hay alguien que se está despertando. Aquí mismo, alguien está potenciando esta lectura al máximo, hay alguien que está enfocado en aquello que no se puede ver. A esta generación -nosotros- se nos exige pedir creyendo por aquello que no se ve. ¡Pide lo que escuchaste, pues todavía no lo ves! Jesús le dijo: ¿Crees porque has visto? ¡Dichosos los que crean sin haber visto!

Presta mucha atención, esto es para ti. Se trata de ti y del Dios que te pregunta:
¿Qué deseas que yo haga?

¿Qué es lo que pasa en el cielo cuando ven crecer mi fe? El cielo responde favorablemente a mi fe. Se activa un poderoso ecosistema espiritual. La fe es el instrumento para visualizar aquello que deseamos. Es únicamente a través de la fe que el creyente alcanzará su más alto nivel disponible. La fe, es la moneda del cielo. Mi fe sí agrada a Dios, yo debo tener completa certeza de que el eterno Dios juzga entre lo bueno y lo malo, que comparte de sus tesoros a quien sale en su búsqueda.

No se trata sólo de tener total convencimiento. No es solo saber contundentemente que Dios es rico en una escala impresionante.

Nada impresiona a Dios más que un hombre humilde que posee un corazón plenamente convencido de que Dios es tan extremadamente poderoso y generoso para darle en una medida abrumadora por su pura misericordia.

Porque así lo pactó con su Hijo primogénito. Para Dios resolver esto no es problema, Dios puede abrir -nuevamente- el mar y volver a cerrarlo, para Dios eso no es nada.

Jesús les dijo: Confíen en Dios. Les aseguro que, si tienen confianza y no dudan del poder de Dios, todo lo que pidan en sus oraciones sucederá. Si le dijeran a esta montaña: “Quítate de aquí y échate en el mar”, así sucedería. Sólo deben creer que ya está hecho lo que han pedido. Marcos 11:22-23

¿Eres tú alguien miedoso o miedosa? ¿Qué es el miedo? ¿Por qué Dios nos pide abandonar todo el miedo y el temor? ¿Quién dijo miedo?

El miedo es tener fe en el reino equivocadoEl miedo, al igual que la fe cree en algo que no está viendo todavía. El miedo mira un escenario del futuro fatalista e imagina lo peor. Así te obliga a huir de ahí o te llama a la parálisis total. El miedo ve escenarios de escasez, escenarios negativos y levanta cientos de banderas rojas a tu alrededor hasta que te abrumas. Esto le pasa  -todo el tiempo- al creyente sin fe y por eso se queda paralizado.

Un día, Jesús subió a una barca con sus discípulos, y les dijo: «Vamos al otro lado del lago». Entonces partieron, y mientras navegaban Jesús se quedó dormido. De pronto se desató una tormenta sobre el lago, y el agua empezó a meterse en la barca. Los discípulos, al ver el grave peligro que corrían, a gritos despertaron a Jesús:
—¡Maestro, Maestro, nos hundimos!
Jesús se levantó, y ordenó al viento y a las olas que se calmaran. Y así fue; todo quedó tranquilo. Luego les dijo a los discípulos:
—¡Ustedes no confían en mí!
Pero ellos estaban tan asustados y asombrados que se decían: «¿Quién es este hombre, que hasta el viento y las olas lo obedecen?» Lucas 8:22-25.

Este mundo natural (visible) está subordinado a la autoridad del mundo espiritual (invisible). Aquellos que sí pueden ver y saben moverse dentro del mundo invisible verán escenarios de bien, de paz y de prosperidad.
El mundo invisible tiene mayor jerarquía y dominio sobre el mundo visible. La tormenta hace surgir tu carácter, revela aquello que hay dentro de ti: El miedo o tu fe en Jesús.

Actúa, responde, reacciona como si aquello que deseas ya lo has recibido. (Esposo[a], familia, casa, estudios, negocio exitoso, salud renovada, sabiduría, nuevas fuerzas, romper cadenas, apertura de cárceles, libertad, empleo, etc.) En medio de la dificultad, en lo más oscuro de la noche mantén tu confianza intacta. Alimenta tu fe. Escucha y oye palabras, dichos, cantos, testimonios de fe. Todo lo que te produce ansiedad debe ser depositado en las manos de Dios. Que tu entorno sea de fe. Rodéate de personas que confían en el poder de Jesús. Perfecciona tu fe. Prueba tu fe. Reacciona confiando en el poder de Jesús. Responde ante los retos de la vida creyendo y siendo agradecido por lo que se va a recibir. Entra a su presencia de forma agradecida por lo que Dios te ha dado. Tus camellos llenos de tesoros ya han sido enviados hacia ti. Sé consciente de quién es Dios y lo que Él es capaz de hacer a tu favor. Escucha:
¿Qué quieres que haga a favor tuyo?




Your Faith: The Currency of God’s Kingdom

Have you noticed recently that there are some things you need to buy in the coming days? Do you already have a budget for what you will need?
Let’s develop a guide together to possess the correct currencies that will make the difference between our desires and the manifestation of God’s power in our favor. Have you ever asked yourself this question?
How can we activate the unlimited and infinite power of God in favor of His church?
Do you remember the Samaritan woman from Sychar (formerly Shechem) in Samaria who was left without water? She had experienced thirst. Her thirst moved her to seek water from the bottom of a community well, despite hating with all her might to go out and walk in public. Have you felt that kind of thirst where your stomach hurts and you go out to do tasks you don’t want to do? God used her thirst. And you, do you feel thirst?
How wonderful it is when we suddenly discover thirst - but - we have enough money to buy that product or service that meets our need and quenches our thirst.
Have you shopped online through those sites that sell almost everything? Within that e-commerce ecosystem, everything you buy online will be paid for next month with foreign currency (at least in certain countries, you will do so in dollars). Regardless of the current national currency, how do you obtain dollars if you don’t earn in dollars? You will also go and buy them.
I invite you to read the offer that God makes to those of us who have felt deep thirst. God said: “Come, all you who are thirsty, come to the waters; and you who have no money, come, buy and eat! Come, buy wine and milk without money and without cost.” Isaiah 55:1
It is not about arriving, taking, and stealing. It is something very different. This is about buying with something other than money. Could it be that things can be bought without using money? God is calling those who feel thirst to pay “without money” for water, milk, and wheat. What a joy it is not to need money to overcome our needs. Do you remember when you were a child and the adults at home were responsible for giving you everything you needed?
The Word of God explains that in the storehouses of heaven, there are incredible, wonderful, and valuable things that are not produced here on earth. These are powers, authority, fullness of things that do not exist in stock here on earth. They are things that must be imported from heaven and paid for with foreign currency.
Let us read together: Praise be to the God and Father of our Lord Jesus Christ, who has blessed us in the heavenly realms with every spiritual blessing in Christ. Ephesians 1:3
What things can I buy without money? Food, clothing, shelter—things that meet real needs? Can I buy everything we ask for, believing that God will give it to us? Let’s verify it.
You and I have entered into the covenant between God and Abraham through the sufficient redemption and broad salvation of Jesus. Now we enjoy the package of benefits included in that covenant. Our good God needs nothing and no one to exist. He is the only source of life, possesses all power, and is the highest authority. Because He needs nothing and no one, it is said that He possesses aseity.
Christ is the Son of God and has existed since before the creation of the world; He is the image of the invisible God. Through Him, God created everything in heaven and on earth, visible and invisible, including powerful spirits that have dominion and authority. In short, God created everything through Jesus and for Jesus. Christ existed before all things. Through Him, everything is held together, and He governs His church and gives it life. He is the head, and the church is His body. Colossians 1:15-18
Let’s highlight four necessary things to make a purchase: Buyer + Seller + Existence of goods and services + Possession of the currency valued by the seller.
As it happens on those sites that sell almost everything, they demand US dollars to pay for the products we request there. Let me explain something: Since July 22, 1944, when the Bretton Woods Agreement was signed, the US dollar has been the reference currency for all other currencies of the countries on the planet.
Ninety years ago in Honduras, starting in the 1930s, the Lempira began to be used as the national currency for local use. Since 1924, Guatemala has used the Quetzal as its national currency. Since 2001, El Salvador uses the US dollar. Nicaragua has used the Córdoba since 1912, and Costa Rica has used the Colón since 1896. You need US dollars as currency to buy in each of these countries and in the rest of the countries. It is the same worldwide; the seller will demand payment in foreign currency.
The currency used in the kingdom of heaven is called faith. This is effective from a measure the size of a mustard seed and is capable of moving trees or entire mountains to the bottom of the sea.
Have you observed and desired something from the catalog of heaven; have you heard of the incredible power to perform amazing miracles and wonders? Have you longed for the authority to cast out snakes and scorpions? Have you seen the vast catalog of treasures available in the storehouses of heaven? Have you seen all the resources available in heaven to serve from the church? Have you observed the friendship of the Spirit of God? Have you seen the incredible love of Jesus? Have you seen the family (spouse, children, and others), the health you have desired for yourself?
The next question is very special: What do you really want? What things—from the treasures of heaven—are you intensely desiring? Meditate a little: Where is your heart focused? What is really the object of your desire? Please let us read together: Leaving that place, Jesus withdrew to the region of Tyre and Sidon. A Canaanite woman from that vicinity came to him, crying out, “Lord, Son of David, have mercy on me! My daughter is demon-possessed and suffering terribly.” Jesus did not answer a word. So his disciples came to him and urged him, “Send her away, for she keeps crying out after us.” He answered, “I was sent only to the lost sheep of Israel.” The woman came and knelt before him. “Lord, help me!” she said. He replied, “It is not right to take the children’s bread and toss it to the dogs.” “Yes it is, Lord,” she said. “Even the dogs eat the crumbs that fall from their master’s table.” Then Jesus said to her, “Woman, you have great faith! Your request is granted.” And her daughter was healed at that moment. Matthew 15:21-28
This woman—despite being far from the promises—knows what she needs from God. She does not doubt; she knows exactly what she needs from God. Her response reveals her enormous faith in Jesus, in His authority, and in His infinite power. She is a person rich in the currency of the kingdom of God. She managed to instantly attract God’s favor. She pleased and impressed God with her bold faith.
Let’s use our ability to develop images and scenarios within our minds. Imagine for a moment that you were—some time ago—someone full of vision, with enormous potential for the kingdom of God. Now it is no longer so. Something traumatized or hurt you. Today you lack kingdom vision, you do not understand your spiritual ecosystem. You walk as if groping… you live like a blind person. Will you help me read the text from Mark 10:51?
Jesus said to him: “What do you want me to do for you?” The blind man said: “Master, let me see again.”
Now imagine something else. Think that you suddenly entered an indefinite time of promotion and everything is now at incredible prices and available. It is something a thousand times better than Prime Day or Black Friday or Cyber Monday or all of them combined. Imagine for a second that today His mercies and opportunities are new, that today you are within the time of God’s grace, think that today is your best opportunity. And Jesus is before you. He is fully attentive to your words to perform incredible wonders and miracles in your favor. So Jesus asks you this question: What do you want me to do for you? Do not lose focus, do not doubt. Please stay firm, be honest:
God does have all that. God can do it at this moment. God is the highest authority and you are already authorized.
We are being asked to identify needs and intercede. We are being demanded to imagine, visualize, project, dream, talk, organize, build everything we have heard from heaven. But our problem is that we have not invested enough time in seeking and knowing what treasures heaven holds for us. We do not know well the catalog that is already available for His church. Our attention is very scattered. Sometimes you get distracted by the flight of a fly, by someone’s look, or even when someone did not greet you. We have abandoned the sensitivity to dream, to focus and imagine, to visualize. In the focus of our attention, we only see the soldiers surrounding us, the desert sand without water, the sea at our back, and in front of us, we see Pharaoh’s powerful chariots and his captains. We are not aware of the spiritual reality, nor of the invisible ecosystem that surrounds us.
Faith comes by hearing… But, someone is waking up. Right here, someone is maximizing this reading, someone is focused on what cannot be seen. This generation—us—is required to ask, believing for what is not seen. Ask for what you heard, for you have not seen it yet! Jesus said to him: Do you believe because you have seen? Blessed are those who believe without seeing!
Pay close attention, this is for you. It is about you and the God who asks you: What do you want me to do?
What happens in heaven when they see my faith grow? Heaven responds favorably to my faith. A powerful spiritual ecosystem is activated. Faith is the instrument to visualize what we desire. It is only through faith that the believer will reach their highest available level. Faith is the currency of heaven. My faith does please God, I must have complete certainty that the eternal God judges between good and evil, and shares His treasures with those who seek Him.
It is not just about having total conviction. It is not just knowing conclusively that God is rich on an impressive scale.
Nothing impresses God more than a humble man who possesses a heart fully convinced that God is so extremely powerful and generous to give him in an overwhelming measure by His pure mercy.
Because that is what He agreed with His firstborn Son. For God, solving this is not a problem, God can open the sea again and close it again, for God that is nothing.
Jesus said to them: Trust in God. I assure you that if you have confidence and do not doubt God’s power, everything you ask for in your prayers will happen. If you tell this mountain: “Move from here and throw yourself into the sea,” it will happen. You just have to believe that what you have asked for is already done. Mark 11:22-23
Are you a fearful person? What is fear? Why does God ask us to abandon all fear and dread? Who said fear?
Fear is having faith in the wrong kingdom. Fear, like faith, believes in something that is not yet seen. Fear looks at a fatalistic future scenario and imagines the worst. It forces you to flee or calls you to total paralysis. Fear sees scenarios of scarcity, negative scenarios, and raises hundreds of red flags around you until you are overwhelmed. This happens all the time to the believer without faith, and that is why they remain paralyzed.
One day, Jesus got into a boat with his disciples and said to them: “Let’s go to the other side of the lake.” So they set out, and as they sailed, Jesus fell asleep. Suddenly, a storm came down on the lake, and the water began to fill the boat. The disciples, seeing the grave danger they were in, woke Jesus up shouting: —Master, Master, we are drowning! Jesus got up and ordered the wind and the waves to calm down. And so it was; everything became calm. Then he said to the disciples: —You do not trust me! But they were so scared and amazed that they said to each other: “Who is this man, that even the wind and the waves obey him?” Luke 8:22-25.
This natural (visible) world is subordinate to the authority of the spiritual (invisible) world. Those who can see and know how to move within the invisible world will see scenarios of good, peace, and prosperity. The invisible world has greater hierarchy and dominion over the visible world. The storm brings out your character, revealing what is inside you: Fear or your faith in Jesus.
Act, respond, react as if what you desire has already been received. (Spouse, family, house, studies, successful business, renewed health, wisdom, new strength, breaking chains, opening prisons, freedom, employment, etc.) In the midst of difficulty, in the darkest of nights, keep your trust intact. Feed your faith. Listen and hear words, sayings, songs, testimonies of faith. Everything that causes you anxiety should be placed in God’s hands. Let your environment be one of faith. Surround yourself with people who trust in the power of Jesus. Perfect your faith. Test your faith. React by trusting in the power of Jesus. Respond to life’s challenges by believing and being grateful for what is to be received. Enter His presence gratefully for what God has given you. Your camels full of treasures have already been sent to you. Be aware of who God is and what He is capable of doing in your favor. Listen:
What do you want me to do for you?

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