Así se fue Moisés, y volviendo a su suegro Jetro, le dijo: Iré ahora, y volveré a mis hermanos que están en Egipto, para ver si aún viven. Y Jetro dijo a Moisés: Ve en paz. Dijo también Jehová a Moisés en Madián: Ve y vuélvete a Egipto, porque han muerto todos los que procuraban tu muerte. Entonces Moisés tomó su mujer y sus hijos, y los puso sobre un asno, y volvió a tierra de Egipto. Tomó también Moisés la vara de Dios en su mano. Y dijo Jehová a Moisés: Cuando hayas vuelto a Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas las maravillas que he puesto en tu mano; pero yo endureceré su corazón, de modo que no dejará ir al pueblo. Y dirás a Faraón: Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito. Ya te he dicho que dejes ir a mi hijo, para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir; he aquí yo voy a matar a tu hijo, tu primogénito. Y aconteció en el camino, que en una posada Jehová le salió al encuentro, y quiso matarlo. Entonces Séfora tomó un pedernal afilado y cortó el prepucio de su hijo, y lo echó a sus pies, diciendo: A la verdad tú me eres un esposo de sangre. Así le dejó luego ir. Y ella dijo: Esposo de sangre, a causa de la circuncisión. Y Jehová dijo a Aarón: Ve a recibir a Moisés al desierto. Y él fue, y lo encontró en el monte de Dios, y le besó. Entonces contó Moisés a Aarón todas las palabras de Jehová que le enviaba, y todas las señales que le había dado. Y fueron Moisés y Aarón, y reunieron a todos los ancianos de los hijos de Israel. Y habló Aarón acerca de todas las cosas que Jehová había dicho a Moisés, e hizo las señales delante de los ojos del pueblo. Y el pueblo creyó; y oyendo que Jehová había visitado a los hijos de Israel, y que había visto su aflicción, se inclinaron y adoraron. Éxodo 4:18-31
Moisés ha sido enviado -por Dios- de regreso hasta Egipto. Hasta ahora solo lo sabe él. Así que, Moisés fue obedientemente y le habló a su suegro sobre su regreso a Egipto. La palabra hebrea que aquí nombra a Jetro es Yéter en lugar de Yitró y se podría entender como completar abundantemente. En este verso particular Moisés es visto como un hombre completo. La relación entre ellos dos es la un suegro y su yerno, es una relación que se fundamenta a través del matrimonio. Se debería entender como que "el matrimonio" ha completado a Moisés como ser humano. Moisés junto a su esposa -Séfora- e hijo, van a iniciar un viaje hasta Egipto. Jetro, su padre, era sacerdote de Madián. Madián era descendiente de Abraham a través de Cetura; su última concubina (Génesis 25:1-4). Madian, es uno de los hijos de Abraham y Cetura; ellos conocen el pacto entre Dios y Abraham. Conoce perfectamente el rito y el valor de la circuncisión del prepucio.
Moisés expresa a su suegro solicitud para ir hasta Egipto para confirmar lo que Dios le declaró, que los hebreos no han sido destruidos en Egipto. Sin importar que existe en Egipto un plan de exterminio étnico caminando por orden de faraón, los hebreos crecen en número.
Su suegro le responde que vaya a cumplir la voluntad de Dios. Ir en (shalóm)paz; ve y prospera en tu misión. La שָׁלוֹם paz es un tiempo para prosperar, crecer y desarrollar.
Ya no están viviendo en Egipto aquellos que te hacía oposición, los que te hacían obstáculo murieron.
Moisés viajará montando sobre un asno, será un viaje de bajo perfil, viajará ligero sin llamativas caravanas. La cultura semita solía utilizar al asno como transporte de sus reyes. Los asnos -también- cargaron a Abraham y a Isaac, cargaron a David y al mismo Jesús al entrar en Jerusalén.
Los egipcios usualmente no utilizan asnos para viajar, es algo lejano a su contexto cultural. Así se notará a simple vista que no es un egipcio (costumbre semítica) quien entra a su territorio. Pero, decidido a cumplir la voluntad de quien le ha enviado, ha tomado en su mano la vara del Señor -Dios le dio su autoridad- su aparentemente humilde, pero poderosa vara con la que obrará milagros. El poder que Dios nos ha otorgado para hacer milagros servirá para que el pueblo se someta a la autoridad de Dios. El Señor nos llevará hasta el lugar donde se cumplirá su voluntad. La vara es símbolo de humildad y de gran poder y fortaleza. La vara indica -también- autoridad y liderazgo.
Asegúrate que una vez que estés allá en Egipto ante faraón harás mofét. La Biblia utiliza varias palabras para describir milagros y maravillas; milagro común, maravillas que sólo Dios puede operar y una maravilla de excelencia divina. Dios va a establecer la verdad del reino de Dios entre los egipcios, los hebreos serán testigos de la exuberante y excelente presencia de Dios. En la mano de Moisés se ha colocado la autoridad de Dios.
Moisés se debe presentar ante faraón, este es una figura divina entre los egipcios, los ídolos egipcios obran a través de su faraón. Dios irá delante de faraón para retarlo y desafiarlo frontalmente. Se trata de una misión temeraria para Moisés. Esto trata sobre algo personal entre el Dios eterno y faraón que se cree divino, harás estos milagros para que faraón medite, para que piense dos veces. Además, le reveló con anticipación que la respuesta del corazón (voluntad/pensamientos) de faraón ante este desafío será que faraón va a reaccionar kjazac con obstinación (fortalecer su decisión). A pesar de que faraón pudo ver y reconocer la excelencia del poder de Dios, su respuesta será que se va a negar a -enviar- autorizar la salida de los hebreos. Por su obstinación no enviará (dar la orden) la salida de mis hijos. Se va a negar, no va a querer.
Dentro de las funciones y responsabilidades de un hijo primogénito, está dar cumplimiento a los planes y propósitos de su padre. Los planes de un padre suelen ir más allá de su vida sobre la tierra, se extienden hasta su siguiente generación. Es como un plan de trabajo que verá sus frutos a largo plazo, le va a tomar varias generaciones hasta ver completo todo su trabajo. La orden de Dios es ir ante faraón para declarar delante de él que Israel es el hijo primogénito suyo y que Dios -su padre- le demanda que le vaya a servir.
-Si tú -faraón- decides obstaculizar mi orden, entonces, yo "estaré matando" a tu hijo primogénito.
Durante el trayecto hacia el lugar de su alojamiento Dios se aparece desafiante a Moisés. Ha sido completada la tarea del primer día y a Moisés se le ha olvidado un detalle que Dios no ha pasado por alto; la incircuncisión de su hijo(fuera del pacto). El mensaje directo de la circuncisión consiste en la muerte de la carne, se (karat)retira o separa el prepucio y luego se entierra bajo la tierra, ahí muere. Es un símbolo de hacer morir dentro de nosotros la naturaleza carnal. No es correcto servir a Dios y ministrar "vida espiritual" a otros, si vives bajo las obras de la carne pues vas a heredar corrupción y muerte.
Dios está molesto con Moisés por esta omisión y la vida de su hijo primogénito está en riesgo. Pero, la esposa de Moisés sí comprende lo que se debe hacer y realiza la circuncisión -entrar al pacto- pues Moisés estaba imposibilitado de hacerlo (la Palabra no dice quién o qué le servía de obstáculo). Al tocar sus pies hizo una declaración pública de que ha muerto a la carne. Ella se vale de su relación de pacto matrimonial para cumplir la orden. En ese momento Moisés fue liberado gracias a la correcta y oportuna ayuda de su esposa. La voluntad de Dios no se podrá obedecer plenamente desde la plataforma de nuestra carnalidad o vieja naturaleza. Se nos demanda pasar limpios.
El contraste que Dios nos expone aquí está en que Moisés y su esposa obedecieron a Dios en sus demandas y así salvaron de la muerte a su primogénito incircunciso. En el otro extremo faraón no obedeció a Dios y condenó a morir su hijo primogénito. Se puede asumir, pues no lo dice la Palabra, que la esposa de Moisés y su hijo recién circuncidado han regresado a casa de Jetro para completar la sanidad y Moisés se fue sólo al encuentro con su hermano Aarón.
Dios le ordena a Aarón salir de Egipto, entrar al desierto y encontrarse con su hermano Moisés. Se trata de una misión temeraria que puede costarle la vida. Aarón lo encontró y lo besó. El escenario fue el monte de Dios, el lugar de la presencia de Dios, en su reino. Luego Moisés le compartió a Aarón las órdenes que Dios le ha encargado cumplir. Ambos iniciaron su trabajo en unidad, reunieron a los ancianos de Israel y Aarón les habló. Los ancianos de Israel convocaron al resto del pueblo y les escucharon. Dios visitó a los hijos de Israel, se inclinaron humildemente para adorar a Dios.
Continúa el estudio bíblico de Éxodo 5
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