En la sociedad judía el hecho de no lograr hijos dirigía inmediatamente los comentarios hacia la mujer casada. La expectativa común y más general es que una pareja de esposos al cabo de un tiempo de matrimonio, logren ser padres y tener sus propios hijos. Cuando pasa el tiempo y los hijos no llegan al matrimonio, la maternidad pasa a ser parte del debate y de escrutinio público. Lo que lleva a señalamientos, etiquetas, y un estado de malestar. Todo lo anterior es cuidadosamente observado por Dios. Y nada de esto pasa desapercibido para Él. Es Dios mismo quien asume el reto de ser el esposo fiel que rescata a la mujer humillada.
Dios interviene en la vida de esta esposa -abandonada y que todavía no ha tenido hijos propios- con un contrastante giro. Le invita a irrumpir con canciones de alegría y a cerrar la anterior temporada sin cosecha. Es una invitación a abandonar tu silencio y la vergüenza por música, la introduce a un nuevo ambiente espiritual. Es una invitación a modificar la nota triste y el tono gris de tu corazón. Es también, una convocatoria para llenar tu entorno con alegría y con gozo. El canto que ofrece agradecimiento por el favor inmerecido que está a las puertas, el canto que enaltece y magnifica la fama y la gloria de su nombre, el canto alegre que hace salir la tristeza, el canto que declara que no hay nadie Dios más grande que nuestro Dios, ese canto anuncia lo que está por suceder. Es una invitación a guerrear a través de la alabanza, es el sonido que antecede a la manifestación poderosa de Dios en nuestro entorno. Canta anunciando lo que viene pronto, canta para celebrar que viene un cambio de total de temporada. Lo que está por empezar es tiempo de cosecha, será una gran cosecha. Será una cosecha atípica, será aún mayor que la que han logrado las mujeres casadas que empezaron a tener sus hijos propios antes que tú. Vas a alcanzar y a superar a las que cosecharon hijos desde el inicio de sus matrimonios. ¿Aceptas el nuevo reto de la multiplicación tardía que vendrá? Aunque ésta no ha sido parte de tu estilo de vida por años. ¿Ya estás anunciando la nueva temporada con tu canto? Empieza a celebrar hoy mismo lo que Dios está a punto de iniciar.
Si tu casa ha estado configurada para una pareja sin hijos; con una sola habitación y una mesa pequeña en el comedor, y todo allí posee una escala limitada para solamente dos habitantes. Busca un nuevo diseño que aloje a más personas. Empieza a negociar los lotes y los terrenos que colindan con el tuyo, negocia con tus vecinos la compra de más terreno. Extiende los muros que definen el límite de tu propiedad. Empieza a crecer desde este momento, comienza ahora mismo pues apenas estás a tiempo de estar lista. El crecimiento de la multiplicación que está por llegar hasta ti -será tal- que no deberás estimar la compra en cantidad de lotes, ni en cuadras o bloques, o de ciudades sin habitantes. Debes estimar en la escala correcta para todo lo que viene. Es en la medida de naciones completas. Tus hijos y los hijos de ellos van a ocupar países completos. Actúa confiadamente y abandona todo temor. No vas a quedar en vergüenza. No vas a recibir a cambio una nueva humillación. Lo que está a las puertas, va a superar la molestia y la pena de los años anteriores cuando eras joven, todo eso no lo vas a recordar. Esa temporada que experimentaste viviendo como una mujer que fue repudiada por su esposo después de su boda, esta temporada viviendo como una viuda, será completamente olvidada y superada. Dios, ha asumido hoy para ti el roll de tu esposo amante y generoso, lo asume por pura gracia. Él mismo Dios con su enorme poder y riqueza va a pagar totalmente el alto precio de la temporada de humillación y de la vergüenza.
Dios te ha observado, Él conoce muy bien que en el estado actual no hay fruto, no ha habido una temporada de cosecha abundante y sabe lo que te ha faltado. Por eso, te llama como quien llama a su esposa humillada por la esterilidad. Él ahora te está invitando como quien invita a su esposa deprimida por el repudio de su juventud y sin familia. Pero, desde este momento, a partir de este segundo, en este mismo instante Dios te va a mimar, te va a permitir observar la nueva temporada de abundancia y de muchos frutos, te hará su testigo fiel. Los días de la humillación ya pasaron.
Así como una persona llena ira que siempre se voltea y oculta su rostro hacia el otro lado, ahora te voy a compensar con la mejor nueva oportunidad que existe y sin límite de tiempo. ¿Recuerdas lo que Dios hizo justo después del juicio a la generación perversa de Noé. Recuerdas que declaró que nunca más se iba a molestar en inundar la superficie de la tierra con su ira? No me voy a pelear nuevamente contigo. Eso ya quedó atrás. Será una temporada distinta.
Este nuevo tiempo, esta nueva oportunidad de multiplicación no se va afectar por nada. Podrán caer montañas enteras a tu alrededor y las colinas podrán deslizarse de sus bases. Pero, a pesar de todo eso Dios no te va a afectar, Él mantendrá firme su buena voluntad hacia ti, estará dispuesto a favorecerte. Podrás observar terribles accidentes, eventos fatales, noticias terribles muy cerca de ti, pero a ti no te van a dañar. Tú estarás cubierta siempre por mi paz. Seré muy bondadoso contigo.
Hasta este momento Dios ha declarado una temporada "comparable" a la pareja cuya relación de matrimonio ha sido restaurada. Una esposa bien recibida y que será mimada y que disfrutará de muchos descendientes. Vamos a observar que ahora "la comparación" nos habla de una ciudad que fue abandonada y que ahora está siendo restaurada con materiales no comunes, en su lugar construyen con gemas y piedras de joyero. La relación de una ciudad deteriorada y su constructor. Nos muestra la imagen de una ciudad que sufrió de un fuerte deterioro producto de un meteoro, de una enorme tormenta que la dejó gravemente afectada. Todavía no ha sido consolada, nadie ha llegado para darle auxilio, están habitando viviendas temporales, vives en sukots. El Señor nos va a levantar y hará surgir desde las cenizas al esplendor, de la misma manera que Jerusalén surgió después de finalizado el exilio en Babilonia. Dios, el restaurador y constructor, va a construir los cimientos valiéndose de gemas como zafiros y turquesas. Para las puertas se van a utilizar rubíes brillantes y en los muros y cercas colocará piedras preciosas. Tus hijos -sus habitantes- recibirán la mejor educación, Dios mismo les va a instruir y enseñar sobre cómo vivir en profunda y robusta paz. Esta ciudad será adornada y robustecida con justicia, los tiranos no le darán alcance. No sufrirás, ni te asustarás con gran temor. Ninguna nación gozará de mi apoyo si te ataca, y se rendirá delante de ti.
Finalmente, nos muestra la última comparación. Se trata de una que tiene relación con armeros, herramientas, armas y ejércitos. Trata acerca de los enemigos del pueblo de Dios y la alianza de protección de parte de Dios. Donde el Señor afirma que Él ha creado a las personas con el talento de construir armas y herramientas de metal. A los que alimentan con oxígeno el fuego que calienta el metal para darle la forja y la forma deseada. Para con éstas realizar su trabajo. He sido Yo quien creó a los que todo destruyen, y que asolan hasta arruinarlo todo. No podrá prevalecer en tu contra ninguna de las armas que se forjaron para destruirte.
Los que me hacen oposición no prosperarán, ni prevalecerá aquel que se levante en el juicio para acusarte, Israel tú los vas a callar. Esta es tu herencia de mi parte -porque tú me adoras- yo estoy totalmente comprometido contigo y vas a triunfar. Así será.
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