La prueba no aprobada satisfactoriamente es nuestra mejor escuela. Nos enseña a ser más pacientes. Solo cuando hemos superado pruebas duras aprendemos que Dios cumple totalmente su plan, es allí donde descubrimos que hay perfección en lo que Él hace. Nos sentimos muy miserables cuando desesperamos y estamos ansiosos durante aguardamos por aquello que esperamos. Debemos aprender a esperar.
La diferencia entre el verbo ser y sentir. Ser impaciente nos traerá muchos problemas. Sentir desesperación e impaciencia no nos meterá en problemas si aplicamos el auto control y el dominio propio. Sería un lujo muy costoso de nuestra parte hacer aquello que impulsivamente sentimos hacer, ser arrastrado por las emociones y los sentimientos como alguien que es tirado por un caballo que corre sin freno. Lo correcto, será que al descubrir que te sientes molesto o enojado -justo allí- utilices tu dominio sobre tus sentimientos y te frenes. De esta manera evitarás que los sentimientos te controlen y te arrastren. Cuando haces esto; cuando logras calmarte y pensar serenamente has aplicado la disciplina en tu carácter. Lo prudente será que no permitas que el enojo haga casa en ti, ni se quede allí una larga temporada.
Caminando con paciencia en medio del desierto. |
Debes saber que la disciplina -auto control- nos ayuda a ser lo que debemos ser, hacer aquello que decimos hacer, y tener aquello que queremos tener. Es muy recomendable que no hagamos declaraciones como: -Yo jamás he podido tener control con los postres. -Nunca disfruto el hacer ejercicio. Y otras similares.
¿Por qué me dejo vencer sin luchar? Un hijo de Dios, lavado con la sangre de Jesús, lleno del Espíritu Santo, regenerado y nacido de nuevo, fortalecido en el poder de su fuerza, lleno de la sabiduría del cielo debe tener dominio sobre sus sentimientos y sobre sus expresiones de queja. Las quejas siempre son sobre cosas sin mayor importancia. Por las cosas realmente importantes no perdemos el tiempo en quejarnos. Si no podemos vencer estas pequeñas cosas, como podremos vencer el reino de las tinieblas. La paciencia se aprende al lidiar con personas y situaciones desesperantes, aprender a amar a las demás personas se aprende al tratar con personas poco amables y odiosas. Si has estado orando por amor y paciencia seguramente vas a experimentar personas complicadas. Al principio parecerá que no pasa nada, no se ven grandes avances y parecerá débil, pero va a crecer. El ejercicio constante nos hará más fuertes. Es una cadena de valor, donde cada día vamos agregando mejores cosas, mejores estadios.
La gracia de Dios. Se trata de un lugar o espacio para entrenar, allí la iglesia va a desarrollarse, allí las personas van a crecer. Es en el ejercicio diario que crecemos un poco más cada día, no es de forma milagrosa o como acto de magia. Los bebés se toman 9 meses de gestación; no se pueden desarrollar en solo 9 horas. Para lograr dar a luz amor a los demás debemos someternos a un proceso de toda nuestra vida con la guía y acompañamiento del Espíritu de Dios. La gracia es el gimnasio para el pueblo de Dios.
El ser humano -que Dios creó- es un espíritu que posee alma y habita dentro de un cuerpo. Esta habitación posee la capacidad de ser habitada también por Dios, quien es un espíritu. Con su presencia constante dentro de nosotros también viene su fruto, su justicia y su bondad. Nuestra alma conecta a nuestro espíritu con nuestra habitación, con nuestro cuerpo. La Palabra -los dichos de Dios- son el alimento que nutre y fortalece a nuestro espíritu vivificado. Decide hacer la voluntad de Dios. Si tu espíritu no posee el dominio y gobierno sobre su alma, será su alma la que domine a su espíritu. Si tú deseas dominar y controlar tu alma considera lo que vamos a descubrir.
De manera paciente aprende a dominar tu alma; el centro de tus pensamientos, sentimientos y emociones. Es el ego inmaterial del hombre en sus relaciones normales con cosas terrenales y físicas. La mente -nous- es el yo en sus funciones racionales. Nuevamente, la mente -phronema- es el yo cuando se contempla profundamente. Si dejas que el centro de tus emociones te guie y te arrastre nunca estarás satisfecho, y muy probablemente no alcanzarás a ser feliz.
Debo guardar y atesorar la Palabra de Dios en mi corazón -el buen terreno- para que desarrolle raíces profundas me van a permitir alcanzar crecimiento. Esto demanda trabajo tenaz, trabajo diario, trabajo constante, no puedo pausar ni claudicar. La carta a los Hebreos posee un "Salón de la fama de la confianza en Dios", nos narra grandes obras logradas por personas comunes que se dispusieron a creerle sus promesas a pesar de ellas mismas.
Personas comunes que se recostaron y apoyaron a descansar en la absoluta confianza de que Dios cumplirá su promesa. Es el título de propiedad de algo que vamos a recibir más adelante, algo tan bueno que vale la pena dar la vida por recibirlo. Sin embargo, muchos hoy todavía pensamos que Dios no podrá cambiar mi propia vida. Debemos esperar pacientemente mientras confiamos que va a ocurrir.
Luego el capitulo 12 de Hebreos nos convoca e invita de dejar las distracciones de la vida terrenal. Pero no se debe tirar los distractores cotidianos poco a poco, debemos hacerlo con violencia y con prisa. Despójate con urgencia de los argumentos y cosas que nublan, que tapan y cubren como neblina lo que viene por delante. Nos invita, nos reta a cambiar el ritmo de nuestro andar. Es el momento de trotar, es el momento de correr.
Esperar y saber cada día que estamos en un proceso que tendrá fruto. |
Debes saber que vendrán los nutrientes y materiales a tiempo, también habrá nutrientes fuera de tiempo. De alguna forma, conocida o no, Dios traerá todo lo necesario. Seguiré adelante haciendo la justicia, la bondad, bendiciendo su nombre cada día. Manténgase expectante limpiando el terreno, hasta que vea la cosecha prometida. Dios va a hacer en mi vida lo que Él ha prometido que hará si yo me mantengo tenaz y constante creyendo y pensando en mi corazón que así será hecho. Los dichos de Dios gobiernan el universo visible y el invisible. Ambos se someten a su poder y a su autoridad.
Este tema ha sido hermoso y el espíritu Santo nos ha redargüido.
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