Moneda de oro (Por: Mauricio Pineda) |
Esta narración ha cautivado a muchas vidas. Por siglos enteros hablamos de lo que Dios tiene disponible como donativo para cada quien. A pesar de hablar únicamente acerca de dinero y recursos económicos, es claro que involucra muchos otros recursos. Los personajes que representan al auditorio -tú y yo- son aquí llamados siervos, significa que son voluntarios, que están aquí por decisión propia. Otro detalle importante, tú eres perfectamente conocido por tu Señor, nadie te conoce mejor que él, te conoce tanto como los tejidos más ocultos de cuerpo hasta tu potencial, capacidad de carga, fortalezas y debilidades. Los siervos no están para hacer un servicio obligatorio de esclavos involuntarios. Los gerentes (siervos) de la narración no son iguales, cada uno posee magnitudes y cualidades distintas, pero la entrega de recursos no es equitativa, ni es injusta, a cada uno se le dio conforme a sus capacidades, nadie recibió una carga mayor a su capacidad, ni tampoco una menor. Por mucho tiempo el significado de "talento" estaba relacionado con el peso en metal que un solo hombre era capaz de cargar.
Yeshúa, discipuló de manera muy próxima a doce israelitas de Judea. A todos se les dio la oportunidad maravillosa de ver y escuchar sin intermediación sus palabras, el tono de su voz, la intensidad de ésta, sus enseñanzas privadas, caminar juntos por muchos caminos, dormir juntos en muchos pueblos, comer juntos, orar juntos, repartir juntos, observar milagros y sanidades, en fin. Pero cada uno poseía una capacidad distinta y un rendimiento distinto. Aun a pesar de tener al mejor maestro delante de ellos.
Durante nuestro trayecto sobre la tierra cada ser humano recibe al menos un don, un regalo, una capacitación única y particular. Usted ya posee -al menos- un talento, y no lo sabe todavía. Cada uno ha recibido algo especial que sí puede manejar. Existen dos talentos que están muy visibles en nosotros; reconciliar a esta generación con Dios y pararnos en la brecha por aquellos que no saben orar correctamente para interceder. El primero se hace en público, el segundo pudiera ser en lo secreto.
Nadie lo obtiene ni lo logra todo en la vida, pero todos -en esta vida- obtenemos algo único. Nuestro trabajo en esta vida está en aprender que es ese algo único que yo recibí, y aprender a desarrollarlo sin compararnos con lo que otros han recibido.
Génesis capitulo 29 nos narra una historia. Había dos hermanas; Lea y Raquel, eran hijas de Labán y nietas de Nacor. Ambas compartían a su esposo Jacob. El esposo amaba a la más joven y bonita, la otra hermana se sintió rechazada pues entró a esta familia a través de una trampa. Una sí podía tener hijos como ninguna otra mujer, a pesar de tener una mirada triste. La otra era hermosa y amada, y solo logró tener dos hijos. De esta historia podemos aprender que no dedemos desear lo que Dios le dio a nuestros hermanos, ni sentir celos por sus talentos de lo contrario serás infeliz toda tu vida.
Tú deberás hacer lo máximo con lo que has recibido como donación, al final cada quien recibirá un galardón. Sentir y guardar celos por aquello que yo no tengo, es perder mi tiempo, y no invertir adecuadamente mis recursos; no aprovechar ese tiempo y energía en desarrollar lo que es mío es mal gastar mi vida.
Había una canción popular muy conocida del año 1985 que se llama Everybody wants to rule the world (Tears for Fears) en esta se destaca del deseo humano por alcanzar todo el poder y nuestro enorme potencial para corromper todo. Todos quisiéramos poder, mucho poder. Pero a lo largo de la historia de la humanidad podremos descubrir todo el mal que provocó en algunos tener mucho poder. No estaban capacitados para tal magnitud de poder. Envidiaron el poder de alguien más, lo desearon y lo tomaron para sí haciéndose un daño mortal a sí mismos.
Tu reto personal está en desarrollar lo que Dios te ha dado como un préstamo, sin sentir envidia por lo que Dios le ha dado a los otros. Lo que Dios ha dado a los otros está allí para que tú lo disfrutes a distancia. Dios te ha confiado su prestigio al darte algo único y especial para que lo descubras, lo desarrolles, y lo prosperes. Tal vez tú has escuchado un dicho popular que dice que lo que es para Juan, no se lo lleva Pedro. Mi esposa tiene dones diferentes a los míos y con esto vienen sus propios retos, yo recibí otros diferentes. Si trato de hacer lo que ella sabe hacer bien, no lo lograré ni me sentiré satisfecho haciéndolo.
La comunión con Dios dará frutos. El que conoce a Dios, sabe bien que Él ama a un eficaz gestor y administrador de recursos, Dios ama a aquel que es fiel en desarrollar labores menospreciadas y sin prestigio y las hace crecer, y que se goza en trabajar para su Señor, y llevar ante Él los mejores resultados. Cuando llegues al cielo pregunta a José hijo de Jacob (Yosef ben Ya'akov), él te dirá que no importa estar en una celda oscura, no importa estar sólo en el fondo de un pozo, no importa ser olvidado por quienes te prometieron ayuda. Con todo eso tu Señor respalda tus talentos. Este siervo sabe bien que habrá galardones iguales para todos por razón de una vida de fe bien invertida. Adicionalmente evitará el castigo por negligencia, pero también alcanzará una promoción con celebración incluida.
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Hebreos 11:6
Si tú no estás ocupado sirviendo a alguien más, tu alarma ya está sonando. Si en tu vida, si en tu propia experiencia todavía no se te ha revelado este Dios de los retornos de inversión, entonces tú todavía no conoces a este Señor. Tú debes hacer grandes cambios en su estilo de cristianismo. Pues estás algo confundido acerca de Dios, Él no te trajo de paseo, te trajo a trabajar.
Esta es otra de las parábolas de Jesús que se centra en el retorno sobre la inversión al final de nuestro camino sobre la tierra, al igual que la narración de la parábola del sembrador habrá un día para presentar lo que yo produje con sus recursos. ¿Cuánto podría durar este viaje caminando sobre la tierra? ¿De cuanto tiempo hablamos? En Honduras, podrías tener una expectativa de vida de entre 72 a 77 años.
Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años. Génesis 6:3
Ocuparse a la brevedad posible en ayudar a los demás. El siervo que recibió más que otros no perdió el tiempo, se fue inmediatamente a trabajar. Apoyar a alguien a crecer, a alcanzar su mejor versión, a superar lo que fueron hasta ayer debe ser una parte importante de nuestra agenda diaria. Si visitamos la cárcel, el hospital, atendimos al vecino necesitado, al desconocido que sufría de sed. Invertiste bien tu tiempo si te ocupaste de esto.
Cada uno ha recibido un ministerio, se trata de un algo especial que dar sin cobrar mientras lo das, cada uno posee un "algo único" que debe compartir con otros para que ellos disfruten de estar contigo, algo especial por lo que otros glorifican el nombre de Dios.
Si has estado gastando tu vida sirviendo a personas que nunca podrán pagarte por tu tiempo, ni habrá retorno por todo lo invertido, entonces sí has conocido como desarrollar tu talento. Si tú cuidas a los demás, Dios vendrá para cuidarte a ti.
Presto, listo, pronto, raudo, inmediato. Yo debo hacer hoy lo que debo hacer ahora mientras es mi tiempo para lograrlo. Por el contrario, cuando no salimos de las cuatro paredes, cuando por no exponer nuestra integridad y nuestro bienestar nos guardamos bajo llave hemos enterrado nuestro talento. Vuelve a leer del verso 26 al 30. Eso espera a quien no dedica su vida al servicio de los demás y a no asumir riesgos allá afuera.
¿Lograste observar tu actual condición, has podido verte a través de la Palabra de Dios, has escuchado su voz? ¿Qué harás ahora que ya lo sabes?
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