 |
| El libro de los siete sellos |
¿Cómo entender un libro que está escrito a partir de símbolos o en cierta forma encriptado? La palabra griega que da nombre al último libro de nuestra Biblia es Ἀποκάλυψις -Apocalipsis- que viene a significar desvelar, revelar, desnudar una verdad, poner algo a la vista de todos. Está clasificado como un libro profético por su contenido. Se podría decir que se trata de un libro encriptado, dada la abundancia de símbolos a los que se hace uso. Tradicionalmente, se ha atribuido la autoría de este al apóstol Juan, quien es el escritor del evangelio de Juan (El evangelio santo de Yeshúa el mesías, de acuerdo a Yohanán).
La literatura apocalíptica es un género surgido en los contextos judío y cristiano, entre los siglos II a. C. y II d. C., que busca revelar —mediante visiones, símbolos y lenguaje profético— los planes de Dios sobre la historia y el destino final de la humanidad. Su propósito principal es fortalecer la esperanza del pueblo creyente en tiempos de opresión, mostrando que las fuerzas del mal serán derrotadas y que Dios instaurará un orden nuevo basado en la justicia y la victoria del bien. Se caracteriza por el uso de un lenguaje altamente simbólico (números, colores, animales, figuras celestiales), una marcada visión dualista del bien y el mal, y por la intervención de mensajeros divinos que explican las revelaciones celestiales dadas a un vidente humano. Ejemplos representativos son el libro de Daniel en el TaNaK y el Apocalipsis de Juan en el Pacto renovado, ambos centrados en la manifestación final del poder soberano de Dios sobre toda la creación.
El libro del Apocalipsis, también llamado la revelación de Juan, pertenece al canon del Nuevo Testamento como su único escrito plenamente apocalíptico. En la clasificación canónica, figura dentro de los libros proféticos del Pacto renovado, junto con los Evangelios y las epístolas, siendo considerado una culminación que une la profecía veterotestamentaria con la escatología cristiana. Aunque algunas iglesias antiguas —como la siríaca y la etíope— lo excluyeron temporalmente de sus cánones por su lenguaje simbólico y dificultad interpretativa, hoy está universalmente aceptado como inspirado en las congregaciones de confesión católica, ortodoxa y evangélica.
En cuanto a su estilo literario y de redacción, el autor —Yohanán— emplea una mezcla de géneros: apocalíptico, profético y epistolar. Su estructura combina fórmulas de carta (como el saludo a las siete iglesias) con visiones proféticas y revelaciones simbólicas expresadas mediante imágenes, números y metáforas tomadas del TaNaK (Daniel, Ezequiel, Isaías). Este uso intensivo de símbolos tiene el propósito de revelar la soberanía de Dios en medio del conflicto cósmico entre el bien y el mal. Juan escribe en un griego influido por la sintaxis semítica, cargado de paralelismos y repeticiones típicas del estilo hebreo. Su redacción destaca por el ritmo litúrgico, la imaginería visual y el empleo de contrastes —luz/oscuridad, Cordero/bestia, Jerusalén/Babilonia—, que sirven para comunicar la esperanza escatológica del triunfo final de Cristo sobre toda forma de mal.
 |
| Isla de Pátmos en la actualidad. |
A finales del primer siglo de la era común, el emperador Domiciano, persiguió con fiereza a la comunidad de cristianos dentro de todo el territorio bajo su dominio, pues se oponían a reconocer la divinidad del César. Yohanán se negó a guardar silencio y continúo predicando y enseñando a pesar de la persecución, por esta razón fue capturado y llevado al destierro en el mar Egeo, en la isla griega de Pátmos (griego: Πάτμος). Se trata de una pequeña isla del archipiélago de Dodecaneso, se estima que Yohanán fue exiliado a esta entre el año 95 y 97 del primer siglo.Para su estudio existe un análisis que divide el libro en 7 grandes secciones, y a su vez cada una se divide en otras siete más pequeñas, es la llamada estructura septenaria. Otros estudios lo dividen en doce partes. El canon bíblico ha dividido al libro de Apocalipsis en 22 capítulos.
En perfecto contraste con el libro del origen -Génesis- donde se nos presenta como el enemigo logra su primera victoria al obtener la posesión legal de la tierra, en el libro de la develación -Apocalipsis- se nos muestra una tierra y su injusto sistema que pasan. El Apocalipsis nos muestra a un enemigo que; tras su último intento por engañar a todos los hombres, haciéndose pasar por el enviado de Dios, y nuevamente tomando el lugar de Dios es -finalmente- vencido contundentemente en este intento.
Tenemos que el libro de Génesis nos muestra el origen del pecado en el hombre, en la revelación de Juan observamos el momento en el que el pecado, finalmente, es vencido.
Durante el hombre permaneció en el jardín de Edén, Dios le unió a su esposa -Eva- este fue el "primer" Adán. En la revelación de Jesús, el "postrer" Adán recibe a su esposa la iglesia; la congregación de los llamados.
En el Génesis, podemos observar el origen de la ciudad de los hombres -Babilonia- que ellos mismos llamaban la ciudad de los dioses y todo su sistema de gobierno injusto que alcanzó fama y prestigio, en el Apocalipsis esta ciudad hecha por hombres es devastada y somos recibidos en la ciudad que Dios hizo para nosotros sus santos, la esplendorosa nueva Jerusalén.
En el libro de Génesis se decreta un juicio contra Satanás, la serpiente antigua, Dios le hizo una promesa a Eva, misma que en el Apocalipsis este juicio es ejecutado. Se trata de un libro que busca infundir ánimo, motivar, al igual que en el camino humillante y doloroso de la cruz, al final habrá una increíble gloria.
Cuando Yohanán dice haber tenido una “visión” —lo que en griego puede entenderse como un ἔκστασις (éxtasis o estasis)—, no se refiere a una experiencia mística pasiva, sino a un tiempo de revelación divina plenamente consciente donde Dios le comunica verdades espirituales con propósito profético. Esta visión no es simbología fantasiosa, sino revelación objetiva y precisa. Juan ve cómo los planes de Dios para el juicio, la redención y la restauración de Israel se despliegan en secuencia profética, y ese “estasis” marca el encuentro de lo humano con la dimensión celestial de la verdad de Dios. En el contexto bíblico, el término “éxtasis” o “estasis” se emplea para describir una experiencia espiritual en la que una persona es llevada fuera de su estado natural de percepción sensorial para recibir un mensaje divino. A diferencia del uso moderno que lo asocia con la confusión o el delirio, en el ámbito de la revelación bíblica indica un estado de concentración sobrenatural y apertura espiritual en el que Dios permite ver o entender realidades invisibles.
Si tú eres de los que gusta ver maratones de series televisivas durante el verano; al final de la temporada, o si eres de los que compra el paquete completo de DVD de su serie favorita, o de los que mira en un fin de semana toda una serie completa en todas sus temporadas, entenderás la siguiente ilustración. Yohanán, el apóstol Juan; para nosotros los occidentales del siglo 21, está sentado en el centro de una enorme pantalla circular que lo rodea y mira la serie completa de la amorosa relación entre Dios y el hombre dividida en capítulos, se le muestran los capítulos que se pasaron varias temporadas atrás o generaciones antes que él. Además, tiene la posibilidad de observar los capítulos de estreno que corresponden a su tiempo, pero también, se le permite ver los capítulos que se emitirán en las próximas temporadas, en el futuro, como si se tratara de trailers o avances. Todo narrado a través de símbolos, unos símbolos que según el contexto de cada generación, según la época o el siglo en el que vives, serán valorados con mayor o menor exactitud. Para ciertas generaciones de hombres se tratará solamente de sombras proféticas, pero para otras serán hechos claros que toman sentido a diario. Pasamos por un largo viaje, desde la derrota del Edén, hasta la victoria sobre el engañador y la maldad. Jesús -en Génesis- es introducido como una promesa, Jesús -en el Apocalipsis- ejecuta y cumple la promesa en su totalidad.
Apocalipsis está escrito para que la comunidad de convocados a obedecer a Yeshúa, se llenen de confianza y permanezcan expectantes, en esperanza, y sepan que hay un Dios poderoso que está en control y gobierno de la tierra y del cielo, que a pesar de las terribles cosas que ya están definidas por suceder, tanto las reveladas como las que no, Él nos va a guardar como una gallina que cuida de sus pollitos. Se nos revela que el humilde cordero que muere en silencio por amor a ti, es realmente el supremo Señor, la máxima autoridad, y lo va a dejar muy claro ante los ojos de todos los habitantes de la tierra y del cielo. Ven pronto, Señor Jesús.
Comentarios
Publicar un comentario
Valoramos y agradecemos su comentario al Estudio bíblico semanal, su comentario es bienvenido y puede ser sujeto de eliminación en caso de no ser apropiado.