Sṓzō -σῴζω- es una palabra griega que es frecuentemente utilizada por Jesús durante su ministerio público, esta a su vez deriva de una raíz indoeuropea "estar sano, y con buena salud". Se puede entender como ser o estar pleno, ser completo, o ser íntegro. Ha sido citada 110 veces en los evangelios y otras cartas donde su significado también es salvar, sanar, y liberar (rescatar). Incluye también protección, defensa, beneficio, u auxilio. Vivir la experiencia del poder de Dios rompe las cadenas de la esclavitud al pecado. Abarca más allá que el perdón en sí, aunque para la mayoría su comprensión de este poder se ha limitado solo a su salvación de la condenación. En el TaNaK o viejo pacto se puede ver la utilización de la palabra hebrea להציל (lehatzil) para liberar, rescatar y salvar.
Algunas veces, acostumbramos a levantar expectativas muy altas acerca de otras personas, y después de un tiempo experimentamos emociones de frustración o decepción pues no se alcanzó la medida esperada. Es ese el pesar causado por un engaño, sentimiento de insatisfacción, en la historia que estudiaremos hoy veremos como alguien puede recibir más de lo que salió a buscar y no valorarlo correctamente, esto también puede llegar a producir insatisfacción o decepción. Al inicio del ministerio público de Jesús, éste viajó inicialmente hasta Capernaúm. Allí se instaló en casa de Simón (Pedro). El libro de Marcos -evangelio- en el capitulo 2 nos narra lo sucedido ese día. El libro de Marcos posiblemente fue dictado por Pedro a Juan Marcos, y muestra a un Jesús que hace cosas maravillosas.
"Algunos días después, Jesús volvió a Cafarnaún. En cuanto se supo que estaba en la casa, se juntó mucha gente, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta, mientras él les predicaba la palabra." Marcos 2:1-2
Desde allí se detonan muchos milagros. Luego de un día de muchas actividades, se reunió mucha gente en la casa donde vivía Jesús.
Jesús les enseñaba la Palabra.
"Llegaron entonces cuatro hombres que cargaban a un paralítico. Como no podían acercarse a Jesús por causa de la multitud, quitaron parte del techo donde estaba Jesús, hicieron una abertura, y por ahí bajaron la camilla en la que estaba acostado el paralítico." V.3-4.
No podemos verificar el tiempo que permaneció enfermo el hombre paralítico, ni su nivel o la magnitud de su confianza en Jesús, sí era mucha o ninguna. Se acostumbraba cargar el cuerpo inmóvil utilizando un lecho o petate, su vida estaba limitada a ese lecho, era a la vez su herramienta y su prisión.
Paralítico en su lecho. |
Las enfermedades en esos días eran definidas popularmente como castigo por los pecados de los padres o de él mismo. Su condición de salud tenía además algunos efectos colaterales como la vergüenza y la molestia de salir públicamente. En ese instante vemos a Jesús realmente muy ocupado atendiendo un importante momento de enseñanza. Hay muchas personas pero, solo unos pocos atrajeron la atención de Jesús. ¿Qué había en ellos? Los amigos del paralítico son personas que sí creen y confían en que el poder sanador de Dios puede hacer un milagro.
Cuando Jesús vio la fe de ellos, le dijo al paralítico: «Hijo, los pecados te son perdonados.» v.5
La casa de Simón Pedro ese día en particular estaba inundada de muchas personas y no era posible entrar por la puerta, a sus amigos se les ocurrió que para lograr llegar a Jesús deberían subir sobre la casa, abrir el techo y desde allí le fueron bajando al frente de Jesús. El anfitrión no debió sentirse muy alegre de ver su casa completamente transformada esa tarde. Jesús descubre que hay personas de fe. Le declara al hombre enfermo perdón de sus pecados. Pero este hombre sentía que sus expectativas no habían sido alcanzadas. Seguía paralítico en su lecho.
La frustración puede tener muchos orígenes puede ser por causa de barreras, por incompatibilidad, por un conflicto de evitación, por aproximación.
Dios es bueno siempre, en la oscuridad, en la dificultad, en la escasez, así que es mejor estar a su lado.
«¿Qué es lo que dice éste? ¡Está blasfemando! ¿Quién puede perdonar pecados? ¡Nadie sino Dios!» Enseguida Jesús se dio cuenta de lo que estaban pensando, así que les preguntó: «¿Qué es lo que cavilan en su corazón? V.7-8.
Para los escribas, y religiosos esa declaración de Jesús es chocante, es contraria a su visión de un profeta.
Jesús demuestra que puede hacer algo más a tu favor, algo más allá que nuestras expectativas más altas, puede solo sanar el cuerpo, pero además también puede sanar plenamente toda su vida.
¿Qué es más fácil? ¿Qué le diga al paralítico: “Tus pecados te son perdonados”, o que le diga: “Levántate, toma tu camilla y anda”? Pues para que ustedes sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados, éste le dice al paralítico: “Levántate, toma tu camilla, y vete a tu casa.”» Enseguida el paralítico se levantó, tomó su camilla y salió delante de todos, que se quedaron asombrados y glorificando a Dios, al tiempo que decían: «¡Nunca hemos visto nada parecido!»
Hay situaciones de tu vida esperando que tú les permitas ser sanadas por Dios. El hecho de no completar tu sanidad de manera integral limita a Dios para entregar mejores dones, mejores bendiciones.
Tú sólo deseas caminar, pero el cielo desea sanarte íntegramente todas las áreas de tu vida, incluidas las piernas sanas.
-Levántate sobre tus pies, agarra ese lecho que fue tu jaula, y vete a tu casa.
En su casa debió ser algo impresionante recibir un hombre pleno, notoriamente sano.
En su casa debió ser algo impresionante recibir un hombre pleno, notoriamente sano.
Jesús miraba a través de la fe de sus amigos a un hombre pleno, un hombre íntegro, con salud emocional, libre de complejos y temores. No se limitó a verle caminar sobre sus pies.
Sin importar tu confianza en Jesús, él perdona tus pecados, no hay comentarios condenatorias, no hay señalamientos, nadie avergonzó a este hombre.
A pesar de mis disfuncionalidades, a pesar de mis muletas mentales, a pesar del formato de mi cultura, a pesar de toda mi torpeza, a pesar de las cárceles donde yo mismo me he metido.
No hay que esperar. En este mismo instante puedes recibir salud emocional, salud en tu alma, sanidad espiritual, sanar las heridas del corazón, las cicatrices de la traición, las viejas etiquetas sociales y vivir en plenitud.
El autor de la tercera carta de Juan, se dirige a Gayo un creyente en Cristo y le saluda así:
El autor de la tercera carta de Juan, se dirige a Gayo un creyente en Cristo y le saluda así:
"Amado hermano, le pido a Dios que te encuentres muy bien, y también le pido que te vaya bien en todo lo que hagas, y que tengas buena salud." Lenguaje actual
"Amado, mi oración es que seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud, así como prospera tu alma." Versión RV2015
Dios, es bueno conmigo y desea darme una nueva estructura, nueva forma, nuevas maneras, nuevas oportunidades. El deseo de Dios para ti es que seas sano, salvo y libre.
Puedes acudir a un líder debidamente capacitado y enseñado para que te acompañe en una sesión de ministración Sṓzō. Se trata de un tiempo muy especial a través del cual toda nuestra atención y enfoque está en escuchar al Espíritu de Dios, obteniendo completa libertad de eventos, lugares y personas ligados a nuestro pasado, así puedes encontrar y sanar heridas del alma todavía abiertas.
Durante este proceso es posible llegar a la raíz de las cosas que obstaculizan tu conexión personal con nuestro Dios. Con estas interrupciones sanadas podrás caminar hasta el destino al que has sido llamado, y manifestar en tu vida el carácter de Cristo, el Poder de Dios y tu verdadero potencial con una medida plena. Hoy es el día en que Dios podrá entregar y derramar la plenitud de su poder en tu vida, no habrá más obstáculos, ni estorbos en tu corazón.
Durante este proceso es posible llegar a la raíz de las cosas que obstaculizan tu conexión personal con nuestro Dios. Con estas interrupciones sanadas podrás caminar hasta el destino al que has sido llamado, y manifestar en tu vida el carácter de Cristo, el Poder de Dios y tu verdadero potencial con una medida plena. Hoy es el día en que Dios podrá entregar y derramar la plenitud de su poder en tu vida, no habrá más obstáculos, ni estorbos en tu corazón.
Amén
ResponderEliminarExcelente palabra para vivir
ResponderEliminarExcelente ayuda en aprender ministrar a los que necesitan la salud integral: del cuerpo, alma y espíritu. Todos necesitamos a Cristo. Bendiciones
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