Obediencia bajo fuego enemigo

El rey de Babilonia (Nabuconodosor) se mandó a hacer -en oro- una enorme estatua de él mismo, tenía 27 metros de altura, 2.5 metros de ancho. Organizó una orquesta para tocar música, y al escucharse la música todos en su reino -los inmigrantes- ahora deben inclinarse hasta tocar con su rostro el suelo. Este rey caldeo nació en el año 630 a. de C. en Babilonia y vivió hasta el año 562 a. de C.

Nabuconodosor, reinó en Babilonia entre el año 604 a.de C. y el 562. Junto a su ejercito conquistó y ocupo Israel, desde allí se llevó como esclavos a sus sabios, príncipes, y personas más notables hasta Babilonia. A los jóvenes príncipes de Israel les reunió junto a otros jóvenes traídos de otros reinos. Entre ellos estaba Daniel y un par de amigos. Simultáneamente, el rey, emitió un decreto que tenía un carácter de irrevocable. Todos deben inclinarse ante su estatua, y quien se niegue a atender esta orden deberá morir en un horno de fuego.

Cuando toda esa gente estuvo reunida, un mensajero anunció: «Hay aquí gente que viene de diferentes pueblos y habla distintos idiomas. A todos ustedes, el rey Nabucodonosor les ordena prestar atención a los músicos, que van a tocar sus instrumentos. En cuanto oigan la música, todos ustedes deberán inclinarse hasta el suelo y adorar a la estatua que el rey mandó hacer. Quien no se incline para adorar a la estatua, será arrojado de inmediato a un horno encendido». Daniel 3:5-6. 

—He sabido que ustedes no adoran a mis dioses ni quieren inclinarse ante la estatua de oro. ¿Es cierto eso? Voy a darles una oportunidad. Si al escuchar la música, se inclinan y adoran a la estatua, no les haré nada. Pero si no la adoran, ordenaré que de inmediato los echen al horno. ¡Y ya verán que no habrá Dios que pueda salvarlos! Daniel 3: 14-16. 

Obediencia (definición). Proviene de la palabra latina oboedientĭa. Son deberes de los hombres que son supremos. En hebreo, este término hace referencia a: oír, escuchar y ser sumiso a las órdenes de un superior. La voluntad de Dios es considerada como el bien absoluto al que se debe sumisión. Acto de cumplir con las órdenes o instrucciones de un superior. El término hebreo shama significa “prestar oído, escuchar, oír”, pero en algunas ocasiones se traduce como “obedecer”.

Mejor alternativa. Muchas veces hemos aceptado inclinarnos ante la estatua en lugar de defender la verdad por un simple asunto de interés o conveniencia. Metemos la obediencia a Dios y a su Palabra bajo la alfombra a la vez que aceptamos doblar las rodillas a cambio del beneficio inmediato y temporal.

Cada vez que hemos doblado la rodilla ante la estatua queda en evidencia que nuestro carácter no ha dado la talla, que nuestra frágil integridad muestra un débil carácter.

El costo. Me es más fácil pedir perdón al ser sorprendido o descubierto, que corregir por convicción del Espíritu Santo mi debilidad. 

Si yo me conozco un poco y sé mi debilidad, evito provocar caer en mi propia debilidad. El alcohólico no se acerca a los bares, ni al alcohol para no caer. El que consume pornografía no se acerca al televisor o a la computadora. Buscarás evitar que tu debilidad tome el control y te arrastre en sus pasiones.

Preferencias. El síndrome del Insensato consiste en alardear de nuestros actos de corrupción. Nos gloriamos en nuestras propias picardías.
Estos jóvenes israelitas sabíanmuy bien lo peligroso que era contradecir la orden de este rey, pero no estaban dispuestos a negociar su lealtad al único Dios verdadero. Antes, decidieron obedecer a su Dios antes que al Rey.

Sadrac, Mesac y Abed-nego le respondieron: —Su Majestad, eso no es algo que nos preocupe. Si el Dios que adoramos así lo quiere, es capaz de librarnos del fuego y del poder de Su Majestad. Pero aun si no quisiera hacerlo, nosotros no pensamos adorar esa estatua de oro. Daniel 3:16

Su respuesta muestra un carácter integro. Si a mi Dios le place no salvarnos, igual no nos vamos a inclinar ante la estatua. 

Vivencia. Usted aprende a conocer a las personas con los años de relación y experiencia. Un creyente aprende naturalmente como es el Dios al que sirve pasando tiempo en su presencia. Sé lo que pasa si soy fiel, sé lo que pasa si soy infiel a mi Dios. Mi matrimonio me ha enseñado a conocer que mi cónyuge desea mi bien. 

Incondicional. El amor de Dios es incondicional. Es gracias al matrimonio que he aprendido que no debo lastimar a quien me ama. 

Carácter. Dios no tiene variaciones es alguien constante. No deja de ser como es. No oculta una doble intención. 

Futuro. Él escribió el guión de mi futuro. Él cumple sus promesas en su tiempo. Dios no necesita cambiar la historia. 

Le soy fiel a Dios porque conozco que su amor por mí es extravagante. Sé que puedo esperar de Él, nunca será hoy sí, y mañana no.

El rey exclamó: «Bendito sea el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego, que envió a su ángel para salvarlos. Tanto confían ellos en su Dios, que no quisieron obedecer mis órdenes. ¡Estaban dispuestos a morir, antes que adorar a otro dios! Daniel 3:28

Hubo un premio, por no doblar las rodillas a alguien ajeno a nuestro Dios. No hay otro Dios que nos pueda rescatar de esta manera. No te saltes el proceso de la corrección, no lo evites, no tomes caminos cortos. Permite a Dios tratar con tu debilidad ahora mismo. Tú sabes bien ante que estatuas te has inclinado, en qué área has cedido y negociado. Se honesto y transparente contigo mismo. Corrige tu carácter de una buena vez, no metas contrabando en tu mañana, no sabotees tu futuro.
Las estatuas aparecerán muchas veces, una y otra vez nos persuadirán con sutilezas, nos amenazarán, nos rugirán en el rostro para asustarnos, nos pondrán el cañón frente a nuestra cabeza, buscarán engañarnos. ¿Crees que no quedan alternativas? Pon a prueba tu lealtad, certifica tu fidelidad, demuestra de qué material estás hecho.