"Dejen de estar tristes y enojados.
No griten ni insulten a los demás.
Dejen de hacer el mal." Efesios 4:31
Al interior de los grupos familiares, matrimonios o de amigos cercanos, u otros suelen surgir molestias, producto de la relación diaria y constante, hay algunos malos entendidos, hay personas que sienten que no se les ha hecho justicia. Algunos sienten que todos los demás les están debiendo algo, o al contrario los demás creen que hay uno que les debe.
Ésta es la historia de Jacob, que vivió en la tierra de Canaán, donde antes su padre había vivido como extranjero. Cuando José tenía diecisiete años, ayudaba a sus hermanos, los hijos de Bilhá y de Zilpá, a cuidar las ovejas. Pero José le contaba a su padre lo mal que se portaban sus hermanos. Génesis 37:1-2
José, el hijo menor de Jacob era empleado de dos de sus cuñadas. Jacob, el padre de estos once varones, era informado por José sobre sus fechorías. Los hermanos mayores de José no eran un buen ejemplo de conducta y moral, no eran muy honestos en sus negocios, ni eran muy fieles a sus esposas. Todo el tiempo eran noticia en su familia, y a José le gustaba informar a su papá. Su papá agradecía y amaba profundamente a José, y le premiaba en público. Para sus hermanos se trataba de una relación injusta, pues José era estimado en mayor medida en casa más que el resto de sus hermanos, adicionalmente era su informante, y recibía trato especial todo el tiempo. Los hermanos de José no eran capaces de hablar con paz sobre José, sólo usaban palabras ásperas.
Pero sus hermanos lo odiaban, y ni siquiera le hablaban, pues veían que su padre lo quería más que a ellos. Génesis 37:4
Jacob -el padre- sostenía una difícil relación matrimonial, tenía dos esposas, ambas eran hermanas, él sentía amor y odio a la vez por sus esposas. Al final la complicada relación de las dos esposas de Jacob más las de sus tres siervas, dieron lugar al nacimiento de doce hijos, que crecieron bajo relaciones fundadas en el favoritismo, siempre vivieron peleando y compitiendo por atención y sintiendo celos entre todos.
Un buen día Jacob, planeó darle algo especial como regalo a José, se trataba de una túnica de mangas y corte largo. Para agregar combustible a la dañada relación, José recibe un vestido de autoridad; una túnica de muchos colores.
Las ofensas provienen de la palabra griega (σκανδαλίζω) 'skandalizo', esta textualmente significa cebo para una trampa. Las ofensas sirven para atraer a las persona que se sienten ofendidas.
Una vez más, Jacob se puso en marcha y acampó más allá de la torre de Éder. Mientras Jacob vivía en ese lugar, Rubén tuvo relaciones sexuales con Bilhá, una de las esposas de Jacob. Pero esto llegó a oídos de Jacob. Génesis 35:21-22
Rubén, se acostó con la sierva de su esposa. Por esta razón su papá lo menospreció y lo dejó absolutamente afuera. Ya no será el primero en esta familia. Su carácter y falta de dominio propio le han hundido.
Rubén, tú eres mi hijo mayor; eres mi primer hijo, la primera prueba de mi fuerza; tienes el primer lugar de honor y el primer lugar en poder. Pero me ofendiste gravemente, pues te acostaste con una de mis mujeres. Génesis 49:3-4.
La raíz de la amargura en los hijos de Jacob surge gracias a su amor especial manifiesto hacía José. En sus esposas surge por su amor solo a una de ellas. Él mismo Jacob como hijo, fue víctima de un padre con preferencias notables por su hermano mayor.
El trato de un padre y madre a sus hijos no deberá ser similar, pues los hijos no son iguales, tampoco se deben tratar igual, cada hijo debe ser tratado de manera especial y única. No siempre funciona el dar un trato equitativo, pero sí uno justo. Podemos aprender y aplicar al interior de nuestra familia un desarrollado lenguaje del amor para los hijos:
Contacto físico respetuoso. Atender a la sed de piel con abrazos, besos, palmaditas en el espalda, tomarse de las manos, dentro de un marco de mutuo respeto.
Palabras de afirmación. Cada vez que sea oportuno, con cierta frecuencia destacar sus virtudes, sus potencialidades, estimular su creatividad, su buen trabajo, que se sientan a gusto y respetados en compañía de sus padres.
Calidad de tiempo. El acompañamiento, realizar tareas juntos, trabajar en proyectos juntos, compartir tiempo con propósito juntos, disfrutar juntos de ver una película, escuchar música, dibujar, etc. Sin dejar de lado las palabras de poder al solicitar algo decir: -Por favor, al recibir algo expresar agradecimiento; gracias.
Regalos. Además del tiempo y de la compañía, donar y regalar cosas de su agrado, de su interés particular, en fechas importantes, o en otro momento.
Actos de servicio. Ayudarle a arreglar sus cosas, apoyarle mientras reparan algo, mientras cocinan, mientras se limpia la casa, o las cosas de la casa, como la limpieza de ropa.
Pero sus hermanos lo odiaban, y ni siquiera le hablaban, pues veían que su padre lo quería más que a ellos. Génesis 37:4
Surgió un negativo sentimiento en común contra de José. Sus hermanos mayores lo odiaban y deseaban su muerte. Nunca hablaban nada bueno acerca de José, era el objeto de sus palabras ásperas.
No dejen que nadie se aleje del amor de Dios. Tampoco permitan que nadie cause problemas en el grupo, porque eso les haría daño; ¡sería como una planta amarga, que los envenenaría! Hebreos 12:15
Cuídense así que nadie deje de recibir la gracia. Que no surja o brote alguna raíz de amargura.
El bulling, los comentarios fuera de lugar, las críticas sin respeto. Trastornar, es cambiar o alterar la esencia o las características permanentes que conforman una cosa o modificar el desarrollo normal de un proceso.
La amargura y el rencor pueden hacer que salgamos en busca de "falsos refugios". Viajar a solas, el cuarto de los juguetes, largas horas en los vídeo juegos, escuchar música con audífonos todo el día, permanecer encerrado en nuestro cuarto por largas horas, escondernos en cuevas o aislarnos del resto. Estas son alarmas encendidas, urge poner bálsamo de perdón. Si no se empieza a tiempo la raíz de amargura seguirá creciendo en profundidad fuera de control.
Un día José tuvo un sueño. Cuando se lo contó a sus hermanos, ellos lo odiaron aún más...Génesis 37:5
Haber abierto su corazón en mal momento, en medio de ese escenario dominado por los celos produjo todavía más odio en contra de José. Y de pronto todo se rompió en esa familia y entró la muerte, sus hermanos deseaban matarlo.
Cuando ellos lo vieron acercarse, antes de que él llegara a donde ellos estaban, se pusieron de acuerdo para matarlo. Génesis 37:18
Es tiempo de intervenir, de actuar, de tomar acción oportunamente, permite a Dios sacar esa raíz de amargura ahora mismo. Deja a Dios ordenar tu casa desde adentro, permite que entre hasta tus bodegas, a tus clósets, a esas viejas cajas. ¿A quién(es) debo perdonar en mi familia?
Hay que ser sabios y distinguir esas pequeñas raíces de amargura que poco a poco nos van distanciando, van envolviendo y secando nuestro corazón. Hay que volver a llenar nuestro tanque con amor, es el momento de tratar a los demás de la forma que nos gusta ser tratados. Nuestra sabia y oportuna decisión afectará positivamente a nuestras generaciones futuras.
Comentarios
Publicar un comentario
Valoramos y agradecemos su comentario al Estudio bíblico semanal, su comentario es bienvenido y puede ser sujeto de eliminación en caso de no ser apropiado.