En medio de la prueba

Alguna vez, te has preguntado ¿para qué me están pasando estas cosas tan difíciles? ¿Cuál es el valor y la razón de atravesar momentos en que todo parece destruido y en ruinas? O estás pensando que nada de lo que estamos viviendo tiene sentido alguno.

Existe un plan que ahora mismo está en desarrollo. En el inicio de su implementación, este plan, no parece ser algo muy agradable, al final, nos va a producir alegría y muchas satisfacciones. En su etapa de activación inicial será posiblemente un tiempo de mucho dolor. Cuando el proceso de este plan se complete y sea culminado producirá mayor madurez y fortaleza, seremos más empáticos con los que sufren. La prueba, es una palabra en español que proviene de la etimología griega peirasmos, y cuyo significado es poner a prueba, disciplinar o educar a un hijo, e implica adversidad.

Por eso, aun cuando por algún tiempo tengan que pasar por muchos problemas y dificultades, ¡alégrense! La confianza que ustedes tienen en Dios es como el oro: así como la calidad del oro se pone a prueba con el fuego, la confianza que ustedes tienen en Dios se pone a prueba con los problemas. Si ustedes pasan la prueba, su confianza será más valiosa que el oro, pues el oro se puede destruir. Así, cuando Jesucristo aparezca, hablará bien de la confianza que ustedes tienen en Dios, porque una confianza que ha pasado por tantas pruebas merece ser alabada. I Pedro 1:6-7

Los amigos de Job creían que éste sufría esa enfermedad como consecuencia de un castigo divino. La perdida de sus posesiones, la muerte de sus hijos, y el abandono de su esposa estaba en esos días directamente relacionado con un pecado oculto. Por esta razón sus amigos asumen que Job debe confesar su falta lo antes posible para salir de todo éste asunto.
De la misma manera -muchas personas en esos lejanos días- pensaban que la prosperidad es el pago divino a nuestra fidelidad y lealtad de Dios. Curiosamente, existen todavía hoy personas que asocian los momentos difíciles con el castigo divino. La mayoría de las personas cuando buscan respuestas se plantean y se preguntan incorrectamente ¿Dios, pero por qué me pasan estas cosas a mi que soy buena persona y no le hago mal a nadie? Como si se tratase de un castigo. Hoy vamos a derribar este argumento, y a entender de qué es que tratan las pruebas a nuestra fe.

La prueba es la herramienta del cielo para alcanzar la promoción, y conduce a un escenario con mayor responsabilidad, y mayores bendiciones. Si hay una mayor bendición esperando en tu mañana, antes de llegar allí se te hará pasar por la prueba para alcanzarla.

Después, Jesús le dijo a Pedro: —Pedro, escucha bien. Satán (el adversario) ha pedido permiso a Dios para ponerles pruebas difíciles a todos ustedes, y Dios se lo ha dado. Pero yo he pedido a Dios que te ayude, para que te mantengas firme. Por un tiempo vas a dejarme solo, pero después cambiarás. Cuando eso pase, ayudarás a tus compañeros para que siempre se mantengan fieles a mí. Lucas 22:31-32

-Pedrito, existe una solicitud en el cielo que será muy difícil especialmente para ti. El adversario te quiere sacudir muy fuerte, así como se sacude el trigo. 

Avancemos despacio en este momento y descubramos algunos detalles. Antes de tocarte, el adversario le debe pedir permiso a Dios para acercarse a ti. El adversario no está autorizado a tocarte, tú eres propiedad exclusiva de Dios, en su amor Jesús pagó como rescate el precio más alto posible por ti.

Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí que Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; mas yo he rogado por ti que tu fe no falte; y tú, una vez convertido, confirma a tus hermanos.

La prueba antecede a la promoción.

¿Porque permite Dios que pasemos pruebas? Éstas existen para purificar nuestra vida de elementos nocivos que pueden boicotear nuestro desempeño en el futuro. Me confirma mis limitaciones, y pone a prueba mis valores. Verifica y valida la calidad de nuestra entrega, disponibilidad, y fidelidad. Certifica nuestra dedicación a Dios.

Es durante el tiempo de la prueba, en los días difíciles es que se conoce a Dios cara a cara, con nuestros propios ojos, ya no es a través de las palabras de otra persona. Cuando estás enfermo, conoces a Jehová Rafa (El señor es mi sanador). Cuando no tienes nada conoces a Jehová Yiré (El señor es mi proveedor). 

Las pruebas difíciles moldean el carácter de Dios dentro de nosotros conforme su propósito. El enemigo de nuestra alma alimenta la frustración, aumenta las molestias físicas, ataca nuestras posesiones, afecta nuestras relaciones cercanas, en fin nos convertimos en el objetivo de sus ataques. El adversario busca doblegar tu voluntad, quebrantar tu alma y tu espíritu para que abandones el anuncio del reino de Dios. Él desea abrumarte con dolor para que dejes de ministrar al pueblo de Dios. Busca meternos en una cárcel de dudas, busca aislarnos de Dios, tratará de alejarnos de tu grupo de apoyo, busca frustrar el plan de promoción de Dios para nuestras vidas. 

Jesús, le da una respuesta difícil de comprender a Simón. No es fácil entender que para lograr la promoción debes ser educado y disciplinado. Tus limites serán estirados y hasta se van a romper por tanta presión sufrida. Pero, cuando todo termine...Tú serás el encargado de consolar y fortaleces a mis ovejas, a tus hermanos.

Será algo temporal, por eso yo personalmente rogué para que toda esa confusión, dolor, frustración, tus errores, que en medio de todo no te falte confianza. 

Los mejores tesoros están escondidos al completar este proceso. El oro de este proceso será tan increíble que el proceso bien vale la pena, bien vale el esfuerzo.

¿Quién soy yo -Jesús- en medio de este proceso? 

Les he hablado de estas cosas para que en mí tengan paz.

En el mundo tendrán aflicción, pero ¡tengan valor;

yo he vencido al mundo!

Juan 16:33

En este mismo instante puedes decir con palabras audibles y total convicción:
-El adversario nunca podrá separarme del profundo amor de Dios, ni ponerme fuera del alcance de la misericordia de mi Dios, ni sobre pasar los límites del poder de Dios, ni quitarme el derecho a ser levantado nuevamente y restaurado, ni impedir que este ataque se convierta en mi mayor promoción.