¿A qué distancia estoy de mi milagro? |
¿Ha experimentado pocos milagros recientemente en su hogar. Tal vez ha notado un empobrecimiento que aumenta más cada día, su salud no se recupera completamente, siente que la vida se le va de entre las manos?
"Pasando otra vez Jesús en una barca a la otra orilla, se reunió alrededor de él una gran multitud; y él estaba junto al mar. Y vino uno de los principales de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio, se postró a sus pies, y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá. Fue, pues, con él; y le seguía una gran multitud, y le apretaban." Marcos 5.21-24
Hay en las palabras de este padre una poderosa declaración que detona la pronta acción de Jesús: Ven a mi casa, pon tu mano en ella, será salva, será sana(ella vivirá).
Existen 3 cosas muy importantes que debemos destacar en esta historia. Reconocer la importancia de nuestro conocimiento (ninguno, poco o mucho) sobre la jurisdicción, la autoridad, y el poder de Dios en nuestra casa, en medio nuestro, en nuestro hogar puede marcar la diferencia en nuestras relaciones familiares, y en nuestra relación vertical con Dios .
Existen 3 cosas muy importantes que debemos destacar en esta historia. Reconocer la importancia de nuestro conocimiento (ninguno, poco o mucho) sobre la jurisdicción, la autoridad, y el poder de Dios en nuestra casa, en medio nuestro, en nuestro hogar puede marcar la diferencia en nuestras relaciones familiares, y en nuestra relación vertical con Dios .
Jurisdicción. Ámbito o territorio dentro del cual puedo ejercer autoridad y poder. Jesús ha recibido todo poder y la autoridad en el cielo y la tierra, ese poder demanda a alguien que lo reconozca y que lo deje entrar de una vez en su hogar.
Autoridad. Facultad o derecho de mandar o gobernar. Te has hecho la pregunta sobre si has entregado el mando a Dios, o sigues confiando en tu propia capacidad.
Poder. Estar en condiciones de hacer determinada cosa por no haber nada que lo impida.
La distancia entre su mano y el manto: Su milagro. |
"Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre, y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor, cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto. Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva. Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote. Luego Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos? Sus discípulos le dijeron: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado? Pero él miraba alrededor para ver quién había hecho esto. Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad. Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote. Mientras él aún hablaba, vinieron de casa del principal de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto; ¿para qué molestas más al Maestro?
Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No temas, cree solamente. Y no permitió que le siguiese nadie sino Pedro, Jacobo, y Juan hermano de Jacobo. Y vino a casa del principal de la sinagoga, y vio el alboroto y a los que lloraban y lamentaban mucho. Y entrando, les dijo: ¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no está muerta, sino duerme. Y se burlaban de él. Mas él, echando fuera a todos, tomó al padre y a la madre de la niña, y a los que estaban con él, y entró donde estaba la niña.
Y tomando la mano de la niña, le dijo: Talita cumi; que traducido es: Niña, a ti te digo, levántate. Y luego la niña se levantó y andaba, pues tenía doce años. Y se espantaron grandemente. Pero él les mandó mucho que nadie lo supiese, y dijo que se le diese de comer." Marcos 5: 25-43
Por doce años una mujer adulta sufrió y agotó todos sus recursos pagando médicos infructuosamente. Ella padece de una hemorragia que ha afectado no solo su salud y aspecto, sino también su economía. Por doce años no ha podido entrar al templo, ni participar de las actividades y fiestas, ha vivido al margen, como "fuera de". Al escuchar el ruido y voces de la multitud que rodea a Jesús. Ella salió a buscarle con una motivación especial, pues pensó (con total certeza) que al tocar su manto quedaría sana.
La gran multitud que parecía seguir a Jesús lo sacudía y apretaba, no fue fácil llegar entre tantas personas hasta el lugar donde estaba Jesús. Para Jesús, los discípulos y Jairo tratar de llegar rápido a la casa de la niña no era fácil.
Todo lo que ella ha estaba creyendo, sucedió en menos que un instante. Jesús sintió de pronto el poder sanador que fue liberado. Y preguntó -¿Quién me tocó la ropa?
La gran multitud que parecía seguir a Jesús lo sacudía y apretaba, no fue fácil llegar entre tantas personas hasta el lugar donde estaba Jesús. Para Jesús, los discípulos y Jairo tratar de llegar rápido a la casa de la niña no era fácil.
Todo lo que ella ha estaba creyendo, sucedió en menos que un instante. Jesús sintió de pronto el poder sanador que fue liberado. Y preguntó -¿Quién me tocó la ropa?
Ambos, Jairo -el principal de la Sinagoga- y esta mujer sufrían por las enfermedades, y salieron de su casa a buscar como recuperar la salud, ellos dos, a diferencia de la gran multitud no solo miraban y oían a Jesús de cerca, ellos dos le deseaban con todo su corazón, ellos dos estaban escuchando con el deseo absoluto de obedecer Shemá.
La fe está a un pensamiento de distancia.
En el caso de la mujer -el milagro- trata de la distancia que hay entre la mano de ella y el borde de la ropa de Jesús. Para Jairo, su milagro era la distancia entre la barca, a la orilla del lago, hasta su casa. Estas eran dos distintas distancias, y distintas formas y maneras de confianza.
Jairo, era muy respetado y conocido en su comunidad. Se trata de una mujer anónima que hasta hoy no conocemos su nombre, era inmunda según la ley, su vida pública era restringida, de aspecto muy pálido, vestía ropas de pobre. Jairo es alguien influyente y con cierta autoridad, era alguien prominente y con recursos, ella -una mujer sin nombre- era pobre y humilde. Ella actuó en silencio y secretamente por detrás para mantener un perfil bajo, Jairo -en cambio- llegó de frente y en público. ¿Como cada uno actuó hasta provocar su milagro en ese día? A pesar de la gran multitud.
Jairo, era muy respetado y conocido en su comunidad. Se trata de una mujer anónima que hasta hoy no conocemos su nombre, era inmunda según la ley, su vida pública era restringida, de aspecto muy pálido, vestía ropas de pobre. Jairo es alguien influyente y con cierta autoridad, era alguien prominente y con recursos, ella -una mujer sin nombre- era pobre y humilde. Ella actuó en silencio y secretamente por detrás para mantener un perfil bajo, Jairo -en cambio- llegó de frente y en público. ¿Como cada uno actuó hasta provocar su milagro en ese día? A pesar de la gran multitud.
Ella superó -por fin- su temor y testificó en público su antigua condición y como fue que logró recuperar su salud a través de su fe en Jesús, pero no todos escucharon atentamente sus palabras esa gran multitud no prestó atención. Pero Jairo, hacía su máximo esfuerzo por escuchar, a pesar de estar muy desesperado pues su hija de doce años ya agonizaba, y justo en ese instante llegan otros líderes de la misma sinagoga y le avisan que la niña ya murió.
Jesús ignoró la noticia de la muerte, y le pide al padre de ella enfocarse, confiar y no temer. Al llegar al lugar donde vive Jairo les preguntó a las personas que ya estaban en casa ¿Porqué este alboroto y todos los gritos?
"Cada vez que usted se encuentre en el lado de la mayoría, es tiempo de hacer una pausa y reflexionar." Mark Twain.
La multitud. Jesús hizo una declaración de vida que no fue bien recibida por la multitud. Y no creyeron a su declaración. En lugar de recibir una ovación, Jesús recibió burlas por declarar la vida. El material del que estaba hecha esa multitud no permitía desarrollar, ni detonar la fe. La multitud fue reprobada, no había fe en medio de tantas personas. Jesús inmediatamente limpió la casa de Jairo; sacó la falta de confianza, sacó el luto, dejó todo limpio de incredulidad y falta de obediencia. Esa multitud llegó muy cerca, pero no alcanzó su propio milagro.Al entrar Jesús en su casa estableció la cultura del reino de Dios. El padre de la niña -Jairo- y su esposa le cedieron a Jesús el gobierno de su hogar. Llamó a los padres y les llevó adentro junto a los discípulos. La multitud tomó una actitud equivocada ante la declaración de Jesús y fueron desechados por no creer a Jesús, a pesar de estar frente a él.
Doce años. Ambas mujeres enfermas tenían doce años: Una de sufrir una enfermedad y empobrecimiento constante, y la niña doce años de edad. Doce significa gobierno de Dios y éste implica jurisdicción, autoridad y poder. Dios nos demanda hoy romper con el exceso de confianza en nosotros mismos, nos pide que seamos humildes y cedamos voluntariamente el gobierno y control.
"El Señor abrió su arsenal y
sacó armas para desahogar su furor."
Jeremías 50:25a
Todo o nada. No habrá acuerdo de paz con el enemigo. Cedes todo o mejor no cedes nada, entregas todo o será mejor no dar solo una parte. Si usted ha vivido como parte de la multitud que sigue algunas veces a Jesús, que anda cerca pero no recibe ningún milagro, que lo toca pero no detona su poder, que oye su voz pero no cree sus declaraciones, que en muchas ocasiones se burla de su palabra si mira ilógicas las demandas de Dios.
¿Has oído decir que tu matrimonio ya se terminó, que tu salud no va a mejorar, te dieron un diagnostico desfavorable, has recibido alguna mala noticia de tu negocio, que tu casa será rematada? Recuerda que Dios tiene la última palabra.
¿Has oído decir que tu matrimonio ya se terminó, que tu salud no va a mejorar, te dieron un diagnostico desfavorable, has recibido alguna mala noticia de tu negocio, que tu casa será rematada? Recuerda que Dios tiene la última palabra.
Este instante es un tiempo idóneo para creer plenamente y de manera total, podemos romper con nuestra vieja manera de dudar y desobedecer.
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