Los valles con huesos secos señalan áreas en problemas, existen territorios en nuestro interior donde Dios todavía no es el señor.
Evaluemos a algunas de nuestras relaciones, al igual que algunas áreas de nuestra vida han quedado sin atención y con un avanzado nivel de deterioro, tanto ha sido su abandono y su falta de atención que pudiéramos llamarles valles de muerte.
Hemos quitado voluntariamente nuestro interés de algunos lugares, hemos colocado a la sensación de placer al frente de áreas muy importantes de nuestra vida y el placer es quien las conduce alocadamente. Hemos dejado a ideas llenas de maldad hacer nido y casa en nuestra mente y en nuestro corazón.
Hoy los muros que antes nos protegían han quedado en ruina total, el aceite de nuestra lámpara se ha agotado hace mucho.
Con todo eso en contra, nuestro destino nunca va a variar. Dios puede manifestarse creativamente con su poder, hasta que llegue el hijo pródigo a los brazos de su padre, hará camino donde no lo hay para alcanzar a la oveja número cien; la que se rompió la pierna sin importar lo lejos que me haya alejado o desviado. Cruzaremos campos de batalla, mares, desiertos, montañas, hornos de fuego, naufragios, hasta caminaremos sobre las olas.
"El poder de Dios vino sobre mí, y su espíritu me llevó a un valle que estaba lleno de huesos. Me hizo recorrer el valle de un lado a otro, y pude ver que allí había muchísimos huesos, y que todos estaban completamente secos. Entonces Dios me dijo: —Ezequiel, hombre mortal, ¿crees que estos huesos puedan volver a la vida?
Yo le respondí:—Dios mío, sólo tú lo sabes." Ezequiel 37:1-4
Existen áreas de nuestra vida exageradamente secas, desiertos sin agua, sin vida, zonas hostiles para que la vida se desarrolle y multiplique ¿te parece que esa área de nuestra vida que parece completamente muerta puedan revivir?
Si por alguna razón se perdió la motivación, tenemos sueños frustrados, se nos fue la gana y el deseo de continuar luchando, perdimos el deseo hace mucho, perdimos la aspiración, perdimos nuestras metas. Creemos que ya se nos pasó el tiempo y ya ni vale la pena hablar de ésto. Se ha desconectado el destino con nuestra rutina diaria y hemos perdido el rumbo, la brújula parece que perdió el norte.
Bien vale la pena preguntarnos sobre ¿qué fue ese algo que secó los huesos? Sería tal vez la pérdida de pasión. Me desenfoqué y no ya no veo claro. Empezamos a negociar únicamente mis intereses, todo lo hacemos por costumbre pero resulta que hace mucho se fue la pasión. La visión ahora no me resulta clara, es más bien borrosa. Me acomodo al entorno y me siento conforme.
Mi don me lleva a mi destino. Se perdió la consistencia, con mentiras. Dios desea que desarrollemos nuestro carácter igual que se desarrollan nuestros dones espirituales. No hemos confrontado áreas de mi carácter por el Espíritu de Dios.¿Qué indican las áreas secas o los huesos secos? Indican áreas en pecado.
Es tiempo para confesar nuestra maldad, destapar el pecado escondido, el oculto, hacer visible la debilidad y pedir ayuda de lo alto.
"Entonces Dios me dijo: —Llama al aliento de vida. Dile que yo le ordeno que venga de los cuatro puntos cardinales, y que les dé vida a estos huesos muertos." Ezequiel 37: 9
Declara que vendrá vida a esas áreas. Sopla sobre esas áreas y declara que hay una nueva revelación de lo alto, necesitamos buscar y pedir revelación a través de su Palabra. Buscar a Dios con pasión traerá una nueva sensibilidad hacia dónde él Espíritu de Dios nos sea conducir. Debo moverme hacia donde Dios me desea dirigir.
Pero tú vas a hablar con ellos, y vas a darles de mi parte este mensaje: “Israelitas, ustedes creen que están muertos, pero yo soy su Dios. Yo abriré las tumbas donde creen estar enterrados, y los sacaré de allí. Soplaré sobre ustedes para darles mi aliento de vida, y los haré volver a la tierra de Israel. Cuando yo haga esto, ustedes volverán a vivir y reconocerán que yo soy su Dios. Yo, el Dios de Israel, lo he dicho y lo cumpliré”. Ezequiel 37: 12-14
Podemos declarar una nueva actitud sobre nuestra vida. Hay un viento nuevo que sopla sobre las áreas que se habían secado por mi falta de atención y cuidado, por mi equivocación. Dios sopla ahora sobre estas áreas. Trae nueva vida sobre mi, despierta con nueva pasión mi servicio, levanta mi ministerio. Qué así se haga en mi vida.
Me encanta esa reflexión, la pondré en práctica
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