Atrapado entre dos pensamientos.

Existe un dicho que aplica a las personas que posponen sus decisiones, que no lo apuestan todo, que no arriesgan, que pasan toda su vida en un punto de total incertidumbre, que viven en "zona de indecisión". A la indecisión también se le conoce como el ladrón de oportunidades.

-Quedó como el perro de las dos tortas.

(No se quedó ni con una, ni con la otra.)

Nos comparte -la Biblia- en el libro de I Reyes 16, que durante el reinado del rey Acab en Israel, y a través de un 'convenio' políticamente conveniente para éste con el rey fenicio de Tiro; Et-baal I, y quién además era el sumo sacerdote del ídolo fenicio baal, éste había tomado el trono después de matar a sus propios hermanos. El rey Acab, se casó con su hija Jezabel (del fenicio ¿dónde está el príncipe?), y ahora ella es la reina de Israel. Valiéndose del poder que su nueva posición le otorgaba -Jezabel- impuso e instaló otro sistema de culto a todo lo largo y ancho de Israel, todos los valores bíblicos fueron substituidos. Eliminó el culto al Dios verdadero, y en su lugar trajo otro sistema de adoración y sacrificios a ídolos. Este nuevo sistema venía a favorecer políticamente y religiosamente a su padre y a su reino sobre el reino de Israel.

El rey Acab, acusó al profeta Elías de ser causante de los alborotos sociales al hacer oposición a la idolatría oficial que han adoptado los nuevos reyes en Israel.

Dos pensamientos.  Sobre la plataforma que está en la cumbre del monte Carmelo, Elías nos reta como pueblo para ser de una pieza, debemos asumir una posición única.

"Elías se acercó al pueblo y le preguntó:
—¿Por cuánto tiempo van a estar cambiando de dios? Tienen que decidirse por el Dios de Israel o por Baal. Y si Baal es el verdadero dios, síganlo a él.

El pueblo no contestó nada." I Reyes 18:21.

Pero el pueblo se mantuvo en silencio, no hubo una respuesta contundente. Su corazón sabía bien que había sido infiel, era evidente su falta de lealtad y que se habían seducir por un ídolo. A otra generación del pueblo de Dios, esta vez es Josué quien les reta también a decidir y abandonar la infidelidad que gobierna a sus corazones.

"Luego Josué añadió: —Respeten a Dios, obedézcanlo, y sean fieles y sinceros con él. Desháganse de los dioses que sus antepasados adoraban en Mesopotamia y en Egipto, y obedezcan sólo a Dios. Si no quieren serle obedientes, decidan hoy a quién van a dedicar su vida. Tendrán que elegir entre los dioses a quienes sus antepasados adoraron en Mesopotamia, y los dioses de los amorreos en cuyo territorio ustedes viven ahora. Pero mi familia y yo hemos decidido dedicar nuestra vida a nuestro Dios." Josué 24:14-15.

Saca las tradiciones paganas que tus antepasados trajeron de la tierra de esclavitud y de servidumbre ¿A quién servirás? y luego de reconocer su condición.

"El pueblo le respondió:

—¡Nunca abandonaremos a nuestro Dios! ¡Jamás seguiremos a otros dioses!"

Elías retó a los 450 sacerdotes de Baal, Elías sabía que Dios le escucha y les hacia burla pues nadie escuchaba a los  sacerdotes, y para llamarla atención se herían y sangraban mucho:

Entonces Elías agregó:

—"Yo soy el único profeta de Dios que ha quedado con vida, pero acá hay cuatrocientos cincuenta profetas de Baal. Traigan dos toros, y que los profetas de Baal elijan uno. Que lo corten en pedazos, lo pongan sobre la leña y no prendan el fuego. Yo voy a preparar el otro toro, lo voy a poner sobre la leña y tampoco voy a prender el fuego."

Elías reparó el altar de Dios, con 12 piedras representando a cada una de las tribus, además derramó agua (en medio de la sequía y la escasez). Lo hizo tres veces. Luego clamó, y citó a los patriarcas de Israel que hicieron pactos y altares a Dios. Pidió respuesta inmediata para que tu pueblo tenga pensamientos contundentes sobre Dios, el objetivo es 'conocer su gran poder y gloria'.

"Cuando llegó el momento de quemar el toro, el profeta Elías se acercó y le pidió a Dios: «¡Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob! Haz que hoy todos sepan que tú eres el Dios de Israel y que yo soy tu servidor, y que he hecho todo esto porque tú me lo has pedido."

Cada uno, grandes y pequeños, hombres y mujeres se humillaron con su rostro a tierra, si el Dios verdadero es nuestro Señor.

Similar al efecto mariposa sucede cuando iniciamos la detonación de un gran poder con un inicio modesto, que inicia con el suave aleteo de una mariposa y termina con poderosos vientos huracanados.

"En ese momento, Dios mandó fuego, y quemó el toro, la leña y hasta las piedras y el polvo. ¡También el agua que estaba en la zanja se evaporó! Cuando todo el pueblo vio eso, se inclinó hasta tocar el suelo con su frente y dijo: «¡El Dios de Israel es el Dios verdadero! ¡Él es el Dios verdadero!»

Podemos invitar a ese increíble poder del cielo para que nos use, que esas pequeñas muestras de confianza y certeza hagan que las aguas se agiten, que provoquemos que el Dios invisible se haga visible por nuestra lealtad. Hoy es el tiempo de tomar decisiones pospuestas con respecto a nuestro servicio al Dios verdadero, que así se haga.