En nuestro transito temporal por este planeta pasamos estaciones de dificultades y de crisis. Épocas de desierto, sin una nube en el cielo, sin agua, sin frutos y a hasta llegamos a creer que no habrá un mañana para nosotros.
¿Cómo reaccionamos en medio de las crisis? Usualmente, nuestra primera reacción es clamar por paz.
Aquella persona que demuestra vivir
fundamentada en la esperanza,
es la persona con mayor influencia.
Salmo 146:5
Paz. En medio de los hombres -la paz- es la ausencia de conflicto. Para el interior de la iglesia, la paz es la presencia de Jesús en medio nuestro; él es nuestro príncipe de paz, es el precio de nuestra paz.
La presencia de Dios entre su pueblo de adoradores es constante, él está con nosotros siempre, a cada instante y en todo lugar. Pero si yo decido ignorar o si yo le doy la espalda, o decido no considerar a Dios aunque él esté a mi lado, su presencia no me impacta, ni me afecta, ni me hará alguien mejor desde el interior. Una oscura noche en medio del lago, una barca que está llena de discípulos en formación en medio de la tormenta, Jesús dormía plácidamente a su lado. La barca se había vuelto un desastre; todos gritaban en pánico pensando y sintiendo que iban a morir en cualquier instante, aunque Jesús y su poder estaban a su lado. Fue entonces que por fin 'ellos' miraron a Jesús y clamaron a gran voz a él, con gritos y llenos de terror.
La naturaleza de Dios. El miedo nos lleva a dudar y a cuestionar si Dios es o existe. Pero yo bien pudiera permanecer firme y confiado sin ponerme a buscar una explicación lógica oportuna. Simplemente confiar que nuestro buen Dios sigue en gobierno y control en medio de la oscura noche de tormenta. Podremos experimentar la paz de Dios en medio de la tormenta. Allí podremos confirmar que Dios es la teofanía perfecta.
"Pero yo sé que viviré para disfrutar de tu bondad junto con todo tu pueblo!"
Salmo 27:13.
Como el temor, junto a la duda distorsionan la percepción de quien es Dios. Si yo he orado a Dios y no se da una sanidad inmediata, entonces ¿voy a dejar de orar pidiendo sanidad nuevamente? No, para nada. Seguiré de pie en la brecha buscando ver la manifestación de su poder.
Las personas suelen valorar a la esperanza como un estado de ánimo optimista basado en la expectativa de resultados favorables relacionados a eventos o circunstancias de la propia vida o el mundo en su conjunto. Para quien ha experimentado un encuentro personal con Dios la esperanza es estar expectante -vivir en espera que sí se hará- que vendrán tiempos mejores; milagros que dobleguen las leyes de la naturaleza o humanas, sanidades, manifestaciones creativas y maravillosas del poder de Dios, revelaciones, todo gracias a la bondad de Dios. Esperanza, es la actitud de ferviente deseo.
"Que Dios, quien nos da seguridad, los llene de alegría. Que les dé la paz que trae el confiar en él. Y que, por el poder del Espíritu Santo, los llene de esperanza." Romanos 15:13
Si hay áreas en nuestra vida contaminadas de desesperanza, esas áreas están siendo afectadas por una mentira. La desesperanza entonces pasa a ser un problema mayor que el problema en sí.
La esperanza se puede cultivar a través de la Palabra profética, practicando la gratitud, confiar y esperar en las promesas de Dios, testificando y escuchando a otros testificar; porque Dios lo volverá a hacer. Desarrollamos un ecosistema que promueve la esperanza.
"El Espíritu de Dios está sobre mí, porque me eligió y me envió para dar buenas noticias a los pobres, para anunciar libertad a los prisioneros, para devolverles la vista a los ciegos, para rescatar a los que son maltratados y para anunciar a todos que: “¡Éste es el tiempo que Dios eligió para darnos salvación!”» Jesús cerró el libro, lo devolvió al encargado y se sentó. Todos los que estaban en la sinagoga se quedaron mirándolo. Entonces Jesús les dijo: «Hoy se ha cumplido ante ustedes esto que he leído." Lucas 4:18-21
En tiempo de la crisis esta sociedad sufre de una sed enorme de una palabra de esperanza. Nosotros no estamos llamados a multiplicar más las dudas, las mentiras, o la desesperanza. Declararemos que hay paz disponible en Jesús, a pesar de estar en medio de una tormenta.
Dios está activamente expectante
para manifestarse a través de mi.
¿Eres consciente que ahora mismo, Dios está aquí y nos quiere entregar algo? ¿Quieres recibir algo nuevo y diferente hoy? Dios está a tu lado, permítele actuar y que su poder te favorezca, que haga el milagro que cambiará y hará un punto de quiebre, un punto de giro en tu futuro.
"La iglesia, entonces, tuvo paz por toda Judea, Galilea y Samaria; se fortalecía y los creyentes vivían en el temor del Señor. Y, con la ayuda del Espíritu Santo, también creció en número"
Hechos 9:31
Hoy soy consciente de tu presencia en este mismo lugar, de tu compañía, de tu poder, y sabiduría. Qué así se haga en mi vida.
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