Los libros suelen estar organizados en hojas de papel impresas con tinta, páginas, capítulos, volúmenes, en fin. Cuando avanzamos en la lectura de un libro vamos leyendo línea por línea, párrafo a párrafo, y al completar la página que ya hemos leído llega el momento de pasar página.
Las personas somos susceptibles de fallar, a veces somos conscientes de nuestras fallas y de nuestros errores, eso es muy bueno. Otras veces nunca nos detenemos a analizar cual ha sido nuestro error. Al ignorar el error estamos en alto riesgo de volver a cometer ese mismo error una o varias veces más adelante.
Los errores del pasado deben comprenderse y resolverse para enfrentar nuevas etapas en el futuro. Cuando lo logremos -entonces- estaremos listos para una nueva etapa de nuestra vida. Lo más probable es que después de tomar una decisión en base a nuestro propio criterio y resultar todo mal responsabilizamos a otra persona. Esta actitud nos hará repetir un patrón lleno de errores y resultados indeseables.
"Fue así como Dios creó al ser humano tal y como es Dios. Lo creó a su semejanza. Creó al hombre y a la mujer," Génesis 1:27
Dios les dio a Adán y a Eva una única regla. Me van a respetar este árbol. Solamente una regla.
"Con el viento de la tarde, el hombre y su esposa oyeron que Dios iba y venía por el jardín, así que corrieron a esconderse de él entre los árboles." Génesis 3:8
"Con el viento de la tarde, el hombre y su esposa oyeron que Dios iba y venía por el jardín, así que corrieron a esconderse de él entre los árboles." Génesis 3:8
Aquí es cuando nos surge la idea de escondernos de Dios, separarnos de él, irnos lejos y no saber nada de él para no hacer conocida nuestra falla o error.
"Pero Dios llamó al hombre y le preguntó: —¿Dónde estás? "Esto nos pasa cuando algo salió mal sentimos vergüenza de nuestra nueva condición.
"—¿Y cómo sabes que estás desnudo? —le preguntó Dios—. ¿Acaso comiste del fruto del árbol que te prohibí comer?" Génesis 3:11
"—¿Y cómo sabes que estás desnudo? —le preguntó Dios—. ¿Acaso comiste del fruto del árbol que te prohibí comer?" Génesis 3:11
Dios se ocupó primero del origen; de la idea que originó esa mala decisión y le pidió al hombre volver a revisar todo lo que había hecho para que éste a su vez descubriera su propio error. El hombre respondió:
"—La mujer que tú me diste por compañera me dio del fruto del árbol. Por eso me lo comí." Génesis 3:12
El hombre no fue muy rápido para encontrar la falla y cargó la culpa a otros; a su esposa y a Dios, no fue capaz de asumir su falta. Ésto es un pequeño desenfoque que resulta ser muy frecuente, y no puedes evitar dejar de asumir la responsabilidad de tu error pasado si quieres un mejor futuro.
-¿Y qué culpa tengo yo? Fueron las condiciones, fue la crisis, fue la otra persona, fueron otros los que fallaron, yo soy sólo víctima de todo ésto.
Dejar de asumir mi responsabilidad me expone a volver a repetir el mismo error en el futuro. Yo mismo estoy boicoteando mi propio futuro al no enfrentar mi falta pasada. A veces el enamoramiento nos oculta las señales. Mis errores pasados los sigo cargando hacía mi propio futuro y volverán a provocar otra falla. Cada nuevo comienzo repetirá un ciclo pues yo no he cambiado ni corregido mis errores. Debemos revisar los errores en sus propios procesos. Ese pequeño porcentaje de responsabilidad mía que he ignorado, yo mismo no puedo resolverlo pues lo desconozco y por tanto no lo puedo enfrentar ni confrontar y por eso no lo puedo cambiar. No confíes en tu propia opinión, mi criterio propio me metió en problemas muchas veces.
"Dios bendice a los que tienen un corazón puro, pues ellos verán a Dios." Mateo 5:8
Debo descubrir lo que está mal en mí, es el inicio del cambio. Pero la buena noticia es que Dios sí lo puede ver y él lo puede cambiar. Hazme ver mis patrones y los errores en mi proceso de toma de decisiones incorrectas.
Si fuera el caso, que yo no logro por mi mismo encontrar el error en mi pasado puedo siempre encontrar ayuda de lo alto en la presencia de Dios. Puedes acudir a quien escudriña lo más escondido y profundo de nuestro corazón y pasar la página. Empezar el siguiente capítulo nos demanda haber cerrado por completo el anterior. Hablemos con Dios, Dios déjame ver mis errores, muestra mis fallas ayúdame a superar mis errores pasados y caminar confiado al futuro.
Comentarios
Publicar un comentario
Valoramos y agradecemos su comentario al Estudio bíblico semanal, su comentario es bienvenido y puede ser sujeto de eliminación en caso de no ser apropiado.