El reinado de Josías. Se trata de una historia altamente motivadora, un hombre que llegó a ser famoso miles de años después de morir por ser fiel servidor de Dios, un hombre que arrastraba un historial familiar tan terrible que nadie hubiera apostado por él jamás. Un hombre con todo en su contra, nada le favorecía.
Llegó a ser un rey en su nación, pero su apellido haría pensar a cualquiera sólo en lo peor para el futuro de su pueblo. Contrario a cualquier pronostico nunca otro Rey se convirtió al Señor de la manera que lo hizo Josías desde su infancia. Era todavía muy joven cuando inicio su reinado, solo tenía 8 años, su bisabuelo fue un buen Rey, Ezequías, pero su abuelo Manesés, fue uno de los peores reyes de Israel. Al pueblo de Israel le costaba mucho trabajo ser fiel a Dios, su conversión no fue sencilla, este pueblo se contaminó muchas veces y se convirtió a Dios algunas otras veces. Los huesos de Manasés quedaron enterrados en su propio patio, no con los demás reyes pues querían borrar de la memoria de su nación todo rastro de él, su hijo Amón reinó dos años, y fue el peor de todos los reyes. Parecía que la maldad iba en aumento entre los reyes y Josías recibió este legado, cuando cumplió los 16 años entregó su vida a Dios de forma asombrosa. Limpió toda Israel de los ídolos. II crónicas 34:33 declara que fue exitoso en convertir a su pueblo y volver a toda la nación a Dios. El peor enemigo del creyente en Dios es la carne, nosotros mismos, nuestra herencia cultural y familiar. Nuestro árbol familiar no siempre habla bien de nosotros y de nuestro futuro. I corintios 9:24-27, Pablo explica que hay que trabajar duro para ganar el premio, cada uno debe enfrentar sus propios conflictos, el miedo, la depresión, la falta de ánimo. Josías mantuvo su mente abierta, aprendiendo, dispuesto a seguir aprendiendo, quitó los obstáculos heredados y borró el culto a los ídolos que tenía cerca de 300 años de maldición entre su pueblo, rompió las viejas ataduras. También Josías, restauró el templo, dio fielmente los diezmos y fondos al sacerdote y dio los animales que serían sacrificados por el pueblo al renovar el sacrificio y la pascua. En el v.31 Josías pactó con Dios obedecer su Palabra y su ley con todo su corazón, sus fuerzas y recursos. Pablo dice a Timoteo son mis últimos días he sido fiel, Dios me dio las fuerzas para alcanzar a todos los no judíos de mi generación. Aquel que lucha legítimamente hasta el final sin claudicar, sin desmayar, con la meta siempre delante de los ojos. Josías el rey que fue exitoso asumiendo retos humanamente casi imposibles, cuando nada le favorecía hizo girar la dirección de su futuro y con él a toda la nación.
La vida de Josías es una historia realmente fascinante, se trata de alguien que llegó tan lejos cuando todo
apuntaba en la dirección opuesta.
Llegó a ser un rey en su nación, pero su apellido haría pensar a cualquiera sólo en lo peor para el futuro de su pueblo. Contrario a cualquier pronostico nunca otro Rey se convirtió al Señor de la manera que lo hizo Josías desde su infancia. Era todavía muy joven cuando inicio su reinado, solo tenía 8 años, su bisabuelo fue un buen Rey, Ezequías, pero su abuelo Manesés, fue uno de los peores reyes de Israel. Al pueblo de Israel le costaba mucho trabajo ser fiel a Dios, su conversión no fue sencilla, este pueblo se contaminó muchas veces y se convirtió a Dios algunas otras veces. Los huesos de Manasés quedaron enterrados en su propio patio, no con los demás reyes pues querían borrar de la memoria de su nación todo rastro de él, su hijo Amón reinó dos años, y fue el peor de todos los reyes. Parecía que la maldad iba en aumento entre los reyes y Josías recibió este legado, cuando cumplió los 16 años entregó su vida a Dios de forma asombrosa. Limpió toda Israel de los ídolos. II crónicas 34:33 declara que fue exitoso en convertir a su pueblo y volver a toda la nación a Dios. El peor enemigo del creyente en Dios es la carne, nosotros mismos, nuestra herencia cultural y familiar. Nuestro árbol familiar no siempre habla bien de nosotros y de nuestro futuro. I corintios 9:24-27, Pablo explica que hay que trabajar duro para ganar el premio, cada uno debe enfrentar sus propios conflictos, el miedo, la depresión, la falta de ánimo. Josías mantuvo su mente abierta, aprendiendo, dispuesto a seguir aprendiendo, quitó los obstáculos heredados y borró el culto a los ídolos que tenía cerca de 300 años de maldición entre su pueblo, rompió las viejas ataduras. También Josías, restauró el templo, dio fielmente los diezmos y fondos al sacerdote y dio los animales que serían sacrificados por el pueblo al renovar el sacrificio y la pascua. En el v.31 Josías pactó con Dios obedecer su Palabra y su ley con todo su corazón, sus fuerzas y recursos. Pablo dice a Timoteo son mis últimos días he sido fiel, Dios me dio las fuerzas para alcanzar a todos los no judíos de mi generación. Aquel que lucha legítimamente hasta el final sin claudicar, sin desmayar, con la meta siempre delante de los ojos. Josías el rey que fue exitoso asumiendo retos humanamente casi imposibles, cuando nada le favorecía hizo girar la dirección de su futuro y con él a toda la nación.
Los israelitas volvieron a pecar contra Dios, así que él dejó que los filisteos los dominaran durante cuarenta años. En ese tiempo vivía en Sorá un hombre de la tribu de Dan, llamado Manoa. Su esposa no podía tener hijos, pero un día un ángel se le apareció y le dijo: «Aunque no has podido tener hijos, porque eres estéril, ahora vas a quedar embarazada y tendrás un varón. Desde su nacimiento dedicarás tu hijo a Dios como nazireo. Por eso no debes beber vino ni otras bebidas fuertes, ni comer comidas impuras, y al niño nunca se le debe cortar el cabello. Ahora los filisteos dominan a los israelitas, pero con este niño comenzará su liberación...
...El hombre le respondió que sí,y entonces Manoa le dijo: —Cuando se cumpla lo que dijiste, ¿cómo debemos criar al niño? ¿Qué debemos hacer? Lectura: Jueces 13: 1-5 y12.
Desde niños, en los días que asistíamos a la escuela dominical aprendimos esta historia sobre el hombre más fuerte de todos, Sansón debería mantener un estilo de vida de total consagración, la Biblia le llama "nazareo". Su misma madre debía mantenerse pura de cualquier cosa que le contamira. Su nacimiento fue anunciado por Dios a sus padres. Sansón era un salvador dado por Dios a su pueblo en un momento muy difícil, su futuro era prometedor pero vemos que su fin no muestra todo el potencial que sobre él había.
¿Qué falló en su vida? Esta es la historia de alguien que tenía todo a su favor para ser exitoso y terminó destruyendo todo a su alrededor.
Sansón era impetuoso, arrogante, mentiroso, no seguia indicaciones, y no buscaba el rostro de Dios. Rompio su promesa al tocar animal muerte, celebró su boda con abundancia de vino, y finalmente dejó que su cabello fuera cortado. La cobertura de Dios le fue quitada y lo peor era que Dios se aportó de él y no lo sabía.
Nunca prestó atención a las debilidades que eran más evidentes, nunca trabajó en superar la impureza sexual, no honró a Dios en su lealtad matrimonial Jueces 2:1-3, Jueces 16 cuenta como se acercó a una prostituta y luego como se sintió atraido por Dalila se acercó a ella pues le divertia que ella buscaba entregarle a sus enemigos..
Se acercó al cadaver del león y tomó el panal que luego compartió su miel con sus padres. A Dalila le mentia constantemente sobre como terminar con la fuerza sobrenatural que venia de Dios, nunca le dio gloria Dios, y conociendo que ella le estaba traicionando le seguia mintiendo como si fuera solo un juego sin mayores riesgos, le contaba adivinanzas para ser el centro de interés.
Actuaba de forma impulsiva Jueces 14:3, su propia mujer que tomo de otro pueblo le traicionó, y mató a 30 hombres, abandonó a su nueva esposa filistea y volvió a casa de su padre y más tarde regresó y su esposa fue entregada a su padrino de bodas, y muy molesto fue al campo y provocó un gran incendio sobre su cosecha, en venganza le mataron la esposa y al suegro, atacó a quienes mataron a su esposa y su suegro.
El además de fuerte creía que era muy listo y sabio, buscaba aparecer como sabio ante los demás y no lograba entender el plan de Dios para su vida.
Sansón no cuido el don de Dios, lo usaba para satisfacer su venganza y para diversión personal, nunca le dio la gloria a Dios por su fuerza. Debemos ser agradecidos con los dones que Dios nos ha dado y usarlos para cumplir el plan de Dios en nosotros.
Dalila era justo a la medida de su amor propio. Le mentía, le seducía, le deseaba matar, cobraba dinero por atenderle, no le amaba pero le daba satisfacción sexual. Era muy malvada y perversa, igual que el corazón de Sansón.
Nunca logró aprender de sus errores, no escucho una voz critica que le mostrara su carácter centrado en si mismo, no acudió a Dios para que le mostrara lo perverso de su corazón. No escuchaba consejos, no aceptaba que nadie señalara sus errores, así fue cada día.
Su única forma de resolver los problemas era la violencia innecesaria, la fuerza bruta era su forma de resolver todo. Como no atendió la Palabra de Dios tampoco era su deleite, no fue advertido que Dios se alejó y le quitó su poder. Solamente oró una vez para pedir por su deseo de venganza.
Una y otra vez sus errores eran la constante, no logró cumplir con lo que Dios le había designado, menospreciando el don de Dios sobre nuestra vida. ¿Podríamos buscar el rostro de Dios y pedir que nos muestre otra vez cual es el plan suyo para nuestra vida?
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