Me sorprendo con mucha frecuencia cuando escucho a los niños de edad escolar expresar que tienen problemas, que sufren estrés, que al igual que sus padres pasan muy angustiados por el futuro, que viven en completa incertidumbre y bajo mucha presión. Jesús entiende que la angustia y el cansancio son una característica del ser humano de nuestros días. El cansancio y la tensión o estrés producen muchas enfermedades, y éstas matan a las personas de todas las épocas. La pregunta clave no es ¿Cuándo?, la pregunta correcta es ¿Quién?
Cuando Jesús desarrolló su ministerio público como un maestro itinerante que viajaba con sus discípulos por muchas ciudades de Israel y entraba en sus sinagogas, allí su auditorio eran los que temían a Dios; son judíos que guardan la ley, ahí les enseñaba las buenas noticias del Reino de Dios:
Δεῦτε πρός με πάντες οἱ κοπιῶντες καὶ πεφορτισμένοι, κἀγὼ ἀναπαύσω ὑμᾶς. ἄρατε τὸν ζυγόν μου ἐφ’ ὑμᾶς καὶ μάθετε ἀπ’ ἐμοῦ, ὅτι πραΰς εἰμι καὶ ταπεινὸς τῇ καρδίᾳ, καὶ εὑρήσετε ἀνάπαυσιν ταῖς ψυχαῖς ὑμῶν· ὁ γὰρ ζυγός μου χρηστὸς καὶ τὸ φορτίον μου ἐλαφρόν ἐστιν.
»Ustedes viven siempre angustiados y preocupados. Vengan a mí, y yo los haré descansar. Obedezcan mis mandamientos y aprendan de mí, pues yo soy paciente y humilde de verdad. Conmigo podrán descansar. Lo que yo les impongo no es difícil de cumplir, ni es pesada la carga que les hago llevar.» Mateo 11:28-30
Así que, él mismo Jesús, se compromete a ser nuestra fuente del descanso. Lo cual posee mucho sentido pues en el Reino de Dios, el rey es el origen y la fuente. Estas palabras fueron declaradas en el tiempo del ministerio público de Jesús (Yeshúa) en la tierra de Israel, hace cerca de 2100 años atrás. El descanso prometido por Dios no es razón para juzgar, menospreciar o descalificar. Ud. puede pensar en cuándo sobre éste y hasta usarlo como base doctrinal, si gusta.
וַיְכֻלּ֛וּ הַשָּׁמַ֥יִם וְהָאָ֖רֶץ וְכָל־צְבָאָֽם׃
וַיְכַ֤ל אֱלֹהִים֙ בַּיּ֣וֹם הַשְּׁבִיעִ֔י מְלַאכְתּ֖וֹ אֲשֶׁ֣ר עָשָׂ֑ה וַיִּשְׁבֹּת֙ בַּיּ֣וֹם הַשְּׁבִיעִ֔י מִכָּל־מְלַאכְתּ֖וֹ אֲשֶׁ֥ר עָשָֽׂה׃
Así fueron terminados los cielos y la tierra y todos sus ocupantes. El séptimo día Dios había terminado la obra que hizo, y reposó en el séptimo día de toda la obra que había hecho. Génesis 2:1-2.
En el primer libro de Moisés, al que nosotros llamamos el Génesis (del griego: Origen / hebreo: Berishit) se describe cómo nuestro Dios, se dedicó a crear desde la nada un lugar para instalar a la corona de su creación, la humanidad fue el cierre del sexto día, lo todo lo anterior fueron solo preparativos. Luego de toda esta labor creadora de seis días, su trabajo quedó terminado, convirtió el caos de la Tierra en un hermoso jardín. En el séptimo día ya no creó nada más y meditó en su trabajo, su obra creadora cesó, y descansó de crear. El día que Dios descansó y se deleitó en su trabajo creador, era el segundo día del hombre sobre la tierra. La creación nos habla de que Dios desea deleitarse junto con la humanidad de todo lo que Él creó. La palabra hebrea que se utiliza para describir el cese de labores o el descanso es shabat (sabbat, shabbat) esta proviene del verbo (שבת) shavát, que significa parar, cesar o poner fin y que se utiliza 73 veces en el Antiguo Testamento (TaNaK) en tres contextos; cesar, reposo y exterminar. Desde la creación del hombre, al año 2020 de la era común, los estudiosos judíos han estimado 5780 años, otros afirman que hay sumado más de 6 mil años.
Durante el espacio tiempo de siete días se describe el trabajo creador de Dios. Durante ese periodo (7 días) los días se llamaban solamente primer día, segundo día, tercer día y así hasta llegar al séptimo día. Desde este primer "séptimo día" en el que Dios cesó de crear, y hasta el día en que Dios entregó en el monte Sinaí a través de su siervo Moisés -Moshé- (מֹשֶׁה) la primera parte de la ley al pueblo de Israel pasaron 2513 años. En todo ese tiempo (2513 años) no se guardó un solo día de reposo sobre la tierra (Desde Adán hasta Moisés). Para los hebreos, egipcios y otros pueblos que salieron de Egipto, el hecho de recibir la ley escrita en tablas, les validó o les confirmó como el pueblo de Dios y se trató de un día muy especial. Hoy en Israel, se celebra -memoria activa- con el nombre de Shavuot; una fiesta que recuerda el día que Moisés entregó la ley al pueblo de Israel. Y también, se celebra en paralelo una fiesta de orden agrícola, la de los primeros frutos o de las primicias, el primer día de la semana. Esta fecha se calcula sumando 50 días (7x7+1) a la fiesta de la Pascua (Pésaj) a partir del primer shabat después de Pésaj y suele estar marcada en el calendario hebreo (Shavuot) el sexto día del mes de Siván.
Cuando los hebreos llegaron a Egipto, no eran una nación, eran un clan, era la familia de Jacob y sus sirvientes. Y los hijos de José, que le nacieron en Egipto, dos personas. Todas las personas de la casa de Jacob, que entraron en Egipto, fueron setenta. Génesis 46:27
El día que salieron de Egipto, (Éxodo 12: 37-42) salieron como una nación, nacieron como nación en el desierto, en su salida de Egipto. Bajo el dominio egipcio, un cruel e implacable amo, allí se multiplicaron como nunca y desarrollaron una identidad de país, Egipto fue la matriz que Dios utilizó, allí también inició el desarrollo del liderazgo de Moisés. En el momento que Israel es una nación libre, ya fuera de Egipto, Dios les comparte una ley, esa ley no es de aplicación universal, es exclusiva para la naciente nación de Israel, su cumplimiento es su parte de un pacto, es su parte en este matrimonio. Al viajar libres por el desierto Dios se compromete a ser su Dios proveedor. Les va a enviar maná a diario, pero el séptimo día no deberán recoger maná, ese día solo meditarán en su Dios proveedor, así conocerán que Dios es quien les sustenta y que no son autosuficientes solamente por sí mismos. Ésta será una fiesta semanal, para aprender a reconocer a su Dios proveedor en su nuevo estado de libertad. Esto es aproximadamente a dos meses después de la salida de Egipto.
Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: —He aquí, yo haré llover para ustedes pan del cielo. El pueblo saldrá y recogerá diariamente la porción de cada día; así lo pondré a prueba, si anda en mi ley o no. Pero en el sexto día prepararán lo que han de llevar, que será el doble de lo que recogen cada día. Éxodo 16:4-5
Ahora la naciente nación de Israel posee, una población, una ley y un Dios proveedor. ¿Para quién es este mandato? Es para los hombres y mujeres que nacieron en condición de esclavos en Egipto, y que ahora son libres, y para sus hijos, y los hijos de éstos. Para la naciente Israel.
“Tú hablarás a los hijos de Israel y les dirás: ‘Ciertamente guardarán mis sábados, porque esto es una señal entre yo y ustedes a través de sus generaciones, para que sepan que yo soy el SEÑOR, el que los santifico. Éxodo 31:13
“Los hijos de Israel guardarán el sábado, celebrándolo como pacto perpetuo a través de sus generaciones. Será señal para siempre entre los hijos de Israel y yo. Porque en seis días el SEÑOR hizo los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó”. v.16-17.
¿En qué momento da inicio el día séptimo, el día de la celebración del shabat? Dado que primero fue la noche, y luego el día. Los días en el calendario hebreo -siguen el patrón lunar- incluido el séptimo día, éste inicia al caer la tarde del viernes, en el crepúsculo hasta la aparición de las tres estrellas en la noche del sábado. Así el día de reposo dará inicio en la noche del viernes y hasta el atardecer del sábado. Los extranjeros que habiten en el territorio de Israel que lo guarden voluntariamente serán incluidos en la bendición del pueblo de Israel. (Isaías 56:6)
“Acuérdate del día sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra, pero el séptimo día será sábado para el SEÑOR tu Dios. No harás en él obra alguna, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu animal, ni el forastero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días el SEÑOR hizo los cielos, la tierra y el mar, y todo lo que hay en ellos, y reposó en el séptimo día. Por eso el SEÑOR bendijo el día sábado y lo santificó. Éxodo 20:8-11
¿Fue fiel Israel en guardar la celebración semanal del descanso del séptimo día? No lo fue. El profeta Jeremías hace mención de la constante infidelidad de Israel, y como ésta provoca invalidar el pacto o matrimonio entre Yehová y la nación de Israel. La nación de Israel no guardó su parte del pacto, no se sometió a la ley, no la cumplió. Tampoco guardó el séptimo año, el año sabático o año del jubileo, para dar descanso a la tierra de cultivo, ni Israel, ni los extranjeros. (Levítico 25). No creyeron que Dios los sustentaría durante un día, menos creyeron que los sustentaría durante todo un año.
»Si ustedes obedecen mi pacto y cumplen con la parte que les toca, serán mi pueblo preferido entre todos los pueblos de la tierra. Toda la tierra me pertenece. Ustedes serán mis sacerdotes ante todo el mundo, y se apartarán de todo para servirme sólo a mí». Éxodo 19:5-6
El escritor de la carta a los Hebreos nos explica las consecuencias de no haber guardado el sábado para el pueblo de Israel a los largo de todo el capítulo 4: Porque nosotros oímos la buena noticia, igual que aquellos israelitas que salieron de Egipto. Sólo que a ellos no les sirvió de nada oírla, porque no creyeron en el mensaje. Hebreos 4:2 (LA)
¿Cuándo será reinstalada la celebración del séptimo día como una señal de la relación de Dios y de su pueblo? Hasta que pase esta tierra y su actual sistema de gobierno injusto, y seamos el pueblo de la nueva tierra que vendrá al pasar ésta.
Porque como permanecerán delante de mí los cielos nuevos y la tierra nueva que yo haré, así permanecerá la descendencia y el nombre de ustedes, dice el SEÑOR. “Sucederá que de mes en mes y de sábado en sábado vendrá todo mortal para postrarse delante de mí, ha dicho el SEÑOR. Isaías 66:22-23 RV.
La descendencia y el nombre de ustedes permanecerán para siempre, así como permanecerán el cielo nuevo y la tierra nueva que yo voy a crear. »El primer día de cada mes, y el día sábado, de cada semana, todos vendrán a adorarme. Isaías 66:22-24 LA.
Ahora bien, cuando el niño varón nacido judío debe ser circuncidado -con una marca corporal que lo hace parte del pueblo de Israel- esta celebración se debe realizar el primer día de la semana, las primicias o primeros frutos de la primavera se presentan a Dios el primer día de la semana, la clausura de la celebración de la fiesta de los tabernáculos (Sukkót) es el primer día de la semana,
Los apóstoles y discípulos que guiaron y lideraron la iglesia primitiva piden guardar el shabat de Israel a los cristianos o existe algún pasaje de los cuatro evangelios que menciona que la congregación de los llamados a obedecer a Jesús debe guardar el día de reposo de Israel. ¿No fue causa de profunda molestia -hasta la muerte- entre los judíos fariseos el hecho de que Jesús miraba el día de reposo como menos importante que el amar a los demás?
Los mandamientos que están escritos en el capítulo 20 de Éxodo (hebreo: Shemot) son citados o mencionados por los evangelios y las cartas del nuevo testamento, todos menos uno, se vuelven a reproducir en forma de citas directas o indirectas; sobre todo los que describen que debemos amar a Dios, y los demás humanos, nuestros semejantes. Jesús al hacer un resumen de la ley nos declaró que hay que colocar al amor sobre el resto. No destacó, ni mencionó el día de reposo.
Jesús le respondió: El primer mandamiento, y el más importante, es el que dice así: “Ama a tu Dios con todo lo que piensas y con todo lo que eres.” Y el segundo mandamiento en importancia es parecido a ése, y dice así: “Cada uno debe amar a su prójimo como se ama a sí mismo.” Toda la enseñanza de la Biblia se basa en estos dos mandamientos. Mateo 22: 37-40
"Traten a los demás como ustedes quieran ser tratados, porque eso nos enseña la Biblia." Mateo 7:12
La Biblia nos entrega 613 mandamientos para observar; de estos algunos son para varones, otros para mujeres, y otros para sacerdotes. De estos, 215 están directamente relacionados al (guardar/practicar) shabat y el templo. Pero, ya no existe un templo en Jerusalén para guardar el shabat. En el evangelio de Mateo, Jesús nos hace entrega 43 nuevos mandamientos para cumplir, no solamente 10. Jesús se reunió con sus creyentes en el primer día de la semana después de morir en la cruz, durante 40 días, durante esos días nunca visitó una sinagoga o el templo de Jerusalén en shabat, ni se lo pidió a sus discípulos. Los líderes cristianos de la iglesia del primer siglo tenían muy claro que Dios no hacía diferencia entre los creyentes cristianos de origen judío y otros los gentiles, los nacidos en otras naciones y culturas. La herencia étnica o la cultura no resultan afectar el trato de Dios hacia los que creen en el unigénito hijo de Dios. El tiempo de la gracia para alcanzar a todos los pueblos gentiles es amplio y generoso, y el liderazgo no ve necesario judaizar con ritos a los cristianos del primer siglo. "Dios no ha hecho ninguna diferencia entre ellos y nosotros, pues también a ellos les perdonó sus pecados cuando creyeron en Jesús. ¿Por qué quieren ir en contra de lo que Dios ha hecho? ¿Por qué quieren obligar a esos seguidores de Jesús a obedecer leyes, que ni nuestros antepasados ni nosotros hemos podido obedecer. Más bien, nosotros creemos que somos salvos gracias a que Jesús nos amó mucho, y también ellos lo creen. Hechos 15:9-11.
Los líderes cristianos del primer siglo además destacan que no será correcto imponer leyes innecesarias a los gentiles convertidos a Jesús, solamente pedirles que se cuiden de ser parte de los sacrificios a los ídolos y evitar comer animales ahogados y carne con sangre, y evitar la impureza sexual. »Los que no son judíos han decidido ser seguidores de Dios. Yo creo que no debemos obligarlos a obedecer leyes innecesarias. Sólo debemos escribirles una carta y pedirles que no coman ninguna comida que haya sido ofrecida a los ídolos. Que tampoco coman carne de animales que hayan muerto ahogados, ni carne que todavía tenga sangre. Además, deberán evitar las relaciones sexuales que la ley de Moisés prohíbe. v. 19-20.
El apóstol Pablo -Shaúl- no es tímido, ni discreto para tratar este tipo de prácticas o tradiciones en medio de las congregaciones de gentiles que han sido engañados por judíos que han puesto las mismas pesadas cargas que Israel no pudo sobrellevar a los creyentes de Galacia (Latín: Galatía, Anatolia): "Antes, cuando ustedes todavía no conocían a Dios, vivían como esclavos de los dioses falsos. Pero ahora conocen a Dios. Mejor dicho, Dios los conoce a ustedes. Por eso, no puedo entender por qué se dejan dominar de nuevo por esos espíritus que controlan el universo. ¡Si ellos no tienen poder, ni valen nada! Ustedes todavía les dan importancia a ciertos días, meses, épocas y años. ¡Me asusta el pensar que de nada haya servido todo lo que he hecho por ustedes!" Gálatas 4:8-11.
Las prácticas que en otra época sirvieron como un símbolo borroso, como una sombra desenfocada de lo verdadero no deben confundirnos, pues ahora hemos visto claramente la visión completa, no tiene sentido volver a observar los borradores incompletos y los trazos de bocetos previos ahora que podemos conocer la verdad plena que está en Jesús. No dejen que nadie los critique por lo que comen o beben, o porque no celebran ciertas fiestas ni respetan los días de luna nueva o de descanso. Todo eso no era más que la sombra engañosa de lo que estaba por venir. Lo real y verdadero es Cristo. Colosenses 2: 16-17
El origen de la iglesia, o de la congregación de los convocados a seguir a Jesús, es el nacimiento del pueblo escogido por Dios, de una nación santa, de sacerdotes se dio justamente durante la celebración de la entrega de la ley de Moisés, justo en el Pentecostés, un día después del shabat. Ese día, se nos entregó la ley de la libertad en el Espíritu de Dios, ésta es la ley que rige a la iglesia del nuevo pacto entre Dios y su pueblo redimido.
»Cuando hayan pasado esos días, el pacto que haré con la casa de Israel será el siguiente: Pondré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón. Y yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. —Palabra del Señor. Jeremías 31:33
... y de esa manera demuestran que llevan la ley escrita en su corazón, pues su propia conciencia da testimonio, y sus propios razonamientos los acusarán o defenderán... Romanos 12:15
El día de Pentecostés (Shavuot) se celebra el primer día de la semana, es también el nacimiento de una nueva nación de sacerdotes, el inicio de un nuevo pueblo; la iglesia; el cuerpo de Jesús en la tierra, la novia amada vestida de lino fino brillante, nuestro sello -marca espiritual- es el Espíritu de Dios en nosotros y su ley ahora está dentro de nuestro corazón. La esencia del descanso no es el día, ni su número, ni su nombre, ni su horario, ni la agenda de prácticas en éste. Es entrar en el descanso de nuestro buen Jesús, Él es señor del día de reposo (Marcos 2:28), es mayor que el día de reposo, Él es el príncipe de paz, Él es el precio de nuestra paz. Jesús inició su ministerio público un sábado, leyendo en la sinagoga el libro de Isaías donde claramente dice que da inicio el año agradable, el año del jubileo. Si en verdad conoces a Jesús, encontrarás el descanso anhelado en Él. Yeshúa nos lo dice con sus palabras, acerca del día séptimo de la semana:
και ελεγεν αυτοις το σαββατον δια τον ανθρωπον εγενετο και ουχ ο ανθρωπος δια το σαββατον ωστε κυριος εστιν ο υιος του ανθρωπου και του σαββατου.
»El sábado se hizo para el ser humano y no el ser humano para el sábado. Por eso, el Hijo del hombre es Señor incluso del sábado. Marcos 2: 27-28
Lo justo, lo sabio será que nadie se siente en la silla de Moisés e intente interpretar la ley de Moisés para otros, que nadie juzgue a los demás por lo que cree. Hacer juicios a los demás será motivo de grandes problemas para aquel que crea que su juicio de valor le hace mejor -superior- que otros que no comparten esta opinión. Lo correcto para cada uno será ir a buscar a Dios en privado, orar a solas, pedir revelación, escuchar su voz y obedecer.
No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados; y con la medida con que medís, os volverán á medir. Y ¿por qué miras la mota que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu ojo? O ¿Cómo dirás á tu hermano: Espera, echaré de tu ojo la mota, y he aquí la viga en tu ojo? ¡Hipócrita! echa primero la viga de tu ojo, y entonces mirarás en echar la mota del ojo de tu hermano. Mateo 7:1-5
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